Novak Djokovic se propuso el ambicioso reto de organizar la vuelta del tenis tras el parón por el coronavirus al tiempo que se peleaba con la ATP por querer celebrar el US Open en agosto bajo estrictas medidas. La jugada le ha salido mal al tenista serbio y actual número 1 del mundo después de que hayan detectado varios positivos por coronavirus entre los participantes y sus preparadores. Este martes se conocía el suyo.
Pero mejor empezar hablando de qué es el Adria Tour. Se trata de una gira benéfica que iba a servir a modo de preparación del regreso de la temporada para los tenistas y que iba a pasar por alguno de los países menos afectados por el coronavirus -que no inmunes- de Europa. La primera parada fue en Belgrado, Serbia, y en estos momentos se encontraba en la segunda, que era Zadar, Croacia.
Que esta gira se fuera a celebrar tan pronto puso la sospecha a su alrededor. En Belgrado se jugó el 13 y 14 de junio y el cartel contó con tenistas de primerísimo nivel más allá de Djokovic. Dominic Thiem, Alexander Zverev o Grigor Dimitrov fueron algunos de ellos. Ninguno pasó antes los test del coronavirus y a todos se les acabó viendo de fiesta en una discoteca de la ciudad serbia sin respetar medidas básicas.
Baño de masas en Belgrado y Zadar
Lo mismo en las gradas. En un principio el torneo se iba a disputar sin público en Belgrado, pero Serbia lo autorizó. Se recomendaron precauciones que no se siguieron: desde llevar mascarillas (la mayoría de los asistentes no lo hizo) hasta respetar la distancia de seguridad. Tampoco se dispuso gel desinfectante para el público. Al final, no se puso freno al aforo y hasta 4.000 personas acudieron a ver la primera fase del torneo, que por cierto se llevó Thiem.
La segunda parada era Zadar, en Croacia. El panorama fue el mismo, aunque con la polémica que ya se arrastraba de Belgrado en la espalda. Se sumaron otros tenistas como Borna Coric, Marin Cilic o Andrey Rublev. Como si la pandemia no hubiera pasado por allí, hasta se dieron un baño de masas en una plaza de la ciudad. Dimitrov y Coric, de los que ahora hablaremos, alucinaban: "Esto es una locura", decía el búlgaro.
Y así se llegó a la noticia de este domingo. Dimitrov, nº 19 del mundo, había dado positivo por coronavirus y lo anunciaba desde su casa en Mónaco y, ahora sí, con mascarilla. Se suspendió entonces el torneo, pero la bola no hizo más que aumentar de tamaño este lunes. Más positivos de Coric, nº 33 de la ATP que jugó contra Dimitrov y Djokovic en Zadar, Kristijan Groh, entrenador de Dimitrov, y Marko Paniki, preparador físico de Nole, Viktor Troicki y su mujer embarazada y ahora el propio Djokovic también junto a su mujer.
Un golpe de realidad que a muchos hizo recordar imágenes como las pistas repletas de gente, la fiesta en Belgrado o la concentración ante la multitud en Zadar. El virus sigue ahí, sorpresa. Ante todo esto, Djokovic, por cierto, decidió que no se haría las pruebas hasta regresar a Belgrado con su familia. Su figura ha sufrido una estocada pública, la última después de haberse posicionado siempre en contra de las vacunas.
El brutal enfado del circuito
Las reacciones no se hicieron esperar. Desde el enfado de la ATP, WTA e ITF, que ven cómo peligra el regreso de los circuitos, hasta las brutales críticas de otros tenistas que ven cómo se juegan sus ingresos económicos por imprudencias de esta índole. Nick Kyrgios fue uno de los más claros de los que se pronunciaron en redes sociales. "ESTO NO ES UNA BROMA", escribió enfadado. Y añadió: "Esto es lo que pasa cuando ignoras todos los protocolos".
Varios jugadores ya han dado negativos, como es el caso de Thiem y Rublev, quien de todas formas se ha puesto en cuarentena por dos semanas. En Bulgaria también lo han hecho con quienes tuvieron contacto con Dimitrov para que esta red de contagios no se convierta ahora en un brote por varios puntos de Europa.
También los hay que se han arrepentido de haber participado en esta gira tan precipitada como irresponsable. Es el caso de Zverev: "Mi equipo y yo hemos dado negativo en las pruebas del Covid-19, pero me siento profundamente apenado por todo aquel al que haya puesto en riesgo jugando el torneo. Seguiré la cuarentena fijada por nuestros doctores y me haré test periódicos. Deseo que todo el mundo que haya dado positivo se recupere pronto. Manteneos a salvo", reaccionó a las noticias.
Al Adria Tour todavía le quedaba parar en Banja Luka, el 3 y 4 de julio, y en Sarajevo, el 5 de julio, ambas ciudades de Bosnia. Otra de las sedes, Montenegro, ya se adelantó a los acontecimientos y decidió cancelar el evento por precaución. Pero el tenis ya está en peligro, aunque seguramente a Djokovic ya no le parezcan tan estrictas las medidas que se seguirán en el US Open, que arranca el 31 de agosto.