Roger Federer, considerado por muchos como el mejor tenista de la historia, reconoce que en llegó a pensar en la retirada tras afrontar una situación complicada. El parón del circuito y del deporte en general tras la pandemia del coronavirus y sus dos operaciones de rodilla le llevaron a sopesar esa idea, aunque finalmente la descartó.
El tenista helvético ha tenido que someterse a dos cirugías en su articulación y no podrá volver a jugar hasta el año 2021, por lo que tendrá ante sí una recuperación larguísima en la que llegará a estar casi un año sin saltar a una pista de tenis para competir. Esta situación es la que provocó que Federer se plantease por fin a su trayectoria.
Sin embargo, el tenista número 4 del mundo confía en volver a un buen nivel a principios de la temporada que viene, por lo que la idea de la retirada no se encuentra ahora mismo en su cabeza. No obstante, admite que ha sido un momento difícil para él y que fue una posibilidad real.
"Ha sido un momento importante para mí, con el coronavirus y las dos operaciones de rodilla a las que me he sometido, consideré si realmente quería seguir con mi carrera. Hubiera sido fácil para mí decir que me iba a retirar ahora, pero mi regreso es un largo camino y tengo que ser paciente con mi recuperación".
Esta fueron las palabras de Roger en una entrevista con la revista GQ. El suizo también analizó la horrible situación que se vive en el mundo a raíz de la llegada del virus: "Hablando en términos generales sobre el coronavirus, creo que es tiempo para reflexionar y para que todos recordemos qué es lo más importante en la vida: la familia, los amigos, la salud. Lo más básico".
Federer habló también sobre la suspensión de varios torneos del circuito, entre ellos su favorito, Wimbledon: "Siento que este año no se haya podido jugar Wimbledon pero ahora estoy feliz de estar con mi familia en Suiza. Ha sido agradable estar más tiempo en casa después de 25 años viajando y no había podido estar en casa más de un mes. Sigo con la rehabilitación todos los días".
El suizo intentará la próxima temporada atacar su noveno entorchado en el All England Club: "Aún no he recuperado mi forma física, pero jugaré Wimbledon el año que viene". Indicó el finalista del años 2019, que cayó derrotado en un heroico partido frente a Novak Djokovic.
Sin embargo, no solo Wimbledon será objetivo para Federer al año que viene, sino que también espera igualar a Rafa Nadal habiendo conseguido un oro en los Juegos Olímpicos tanto en dobles como en individual: "De cara a 2021, los Juegos de Tokio son uno de mis grandes objetivos".
El helvético guarda un gran recuerdo de sus citas olímpicas: "Pese a la derrota en la final ante Andy Murray, los Juegos Olímpicos de Londres 2012 fueron una gran experiencia. No pude estar en Río 2016 por la operación en rodilla y este año ya sabemos lo que ha pasado".
Roger asegura que ha sido una temporada difícil por lo atípica que ha sido: "Ha sido un año muy particular. Mi último partido fue en Sudáfrica ante Rafa Nadal y después me sometí a las dos operaciones. Al final no se han celebrado Wimbledon y los Juegos Olímpicos por culpa del coronavirus, que nos ha hecho estar confinados y no poder viajar. Ha sido demasiado".
El tenis como terapia
Federer mostró su lado más compasivo y comprometido con la desgracia: "Sé que ha habido gente que ha pasado dificultades mientras estaba en casa, gente que estaba asustada y creo que ahora es tiempo para cuidarnos unos a otros. Personalmente creo que mucha gente va a salir del confinamiento con secuelas mentales, y creo que podemos ayudarles para superarlo".
"He estado ocupado cuidando de mis hijos, así que no me puedo quejar, pero sé que ha sido duro para mucha gente. Nosotros hemos estado tres meses aislados y no hemos visto a nadie en este tiempo. Hemos sido serios y estrictos. Hay que seguir así y ahora tenemos que seguir con cuidado".
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