Roger Federer es, para muchos, el mejor tenista de la historia. Sin embargo, como todos, no es eterno, y a sus casi 39 años el momento de la retirada está cada vez más cerca. Este año solo ha disputado un torneo y ya no volverá a jugar hasta 2021, año que podría significar el final de su carrera si cuerpo dice basta.
El suizo reconoce que este 2020 ha supuesto un año muy duro para él. Solo ha conseguido disputar un torneo importante, el Open de Australia, y ya no volverá a saltar a una pista hasta el próximo curso, lo que supondrá prácticamente un año en blanco por culpa de sus rodillas.
El parón por la crisis sanitaria que ha dejado la pandemia del coronavirus tampoco han ayudado, al igual que las dos operaciones a las que ha tenido que someterse para intentar poner fin al dolor que le ataca sus rodillas. Una temporada para olvidar que espera borrar con buenos resultados el próximo año si está totalmente recuperado.
Sin embargo, Roger admite que el final está cerca. Así lo ha reconocido en la presentación de su nueva línea de calzado. El jugador, en unas declaraciones recogidas por el medio alemán Zeit, admitía que "El momento de retirarme está cada vez más cercano y soy consciente que echaré de menos el circuito".
No obstante, Federer tiene ante sí todavía varios objetivos con los que ampliar su leyenda, y muchos de ellos pasan por el año que viene. El primero de ellos es seguir aumentando su cuenta de Grand Slams, clasificación histórica que lidera con 20 entorchados, aunque tiene a Rafa Nadal y a Novak Djokovic pisándole los talones con 19 y 17 respectivamente.
Sus objetivos más próximos
Para ello, tiene marcada en rojo una fecha en el calendario, el torneo de Wimbledon, grande que no ha podido celebrarse esta temporada y que el año pasado perdió ante Djokovic con una milagrosa remontada del serbio. Tras su posible reinado en la hierba del All England Club, le quedarán dos títulos con los que rubricar su carrera.
El primero de ellos sería la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio, hito con el que igualaría a Rafa Nadal al ganar un oro en individuales y otro en dobles, presea que ya tiene en su palmarés y que ganó con su compatriota Stan Wawrinka.
Y por último, la Laver Cup que se debería haber celebrado en Boston y que ha sido pospuesta. Este torneo es impulsado por el propio Federer y en él participan tenistas europeos contra tenistas del resto del mundo. Un evento precioso que permite ver, entre otras cosas, a Rafa y Roger peleando juntos en la misma pista formando equipo.
Tal y como él mismo anuncia, el adiós de un mito está a la vuelta de la esquina e, irremediablemente, ese día llegará más temprano que tarde. Será el primero del histórico 'Big Three' que dirá adiós y empezará a cerrar la página más dorada de la historia del tenis mundial.
[Más información: Francia desafía al Covid-19: Tour y Roland Garros apuestan por tener público]