Rafa Nadal ha regresado por todo lo alto. El tenista español quiere recuperar su mejor versión antes de Roland Garros y Roma está siendo, por el momento, el escenario perfecto. Primero arrolló a su compatriota Carreño y ya ha superado la fase de octavos de final con una exhibición similar.
El español avanzó este viernes a los cuartos de final del Masters 1.000 de Roma tras doblegar 6-1 y 6-3 al serbio Dusan Lajovic. Y la valoración posterior al triunfo fue, como suele ser él, comedida. El balear consideró que su vuelta a la competición tras seis meses y medio ha sido mejor de lo que esperaba y mostró su satisfacción por tener ya un "buen nivel" de tenis.
"He jugado dos partidos a un nivel bueno, pero en el deporte las cosas cambian rápidamente y más cuando llevas tiempo sin competir", explicó al poco de pasar a cuartos. "A día de hoy estoy mucho mejor que hace tres semanas, he conseguido un nivel de tenis creo que más que aceptable, mi ilusión era llegar competitivo y es lo que he hecho", afirmó Nadal al acabar su partido.
Según él, las dos pruebas que ha superado han sido de cierto peso. "Dos partidos positivos, dos victorias importantes ante el español Pablo Carreño y luego contra Lajovic-. Para mí es un torneo que tiene una importancia, relevante, y era importante no llegar aquí y perder rápido. Esto me ayuda y mañana -por el sábado- otra oportunidad", agregó.
Atento con su rival
Nadal, nueve veces campeón en la tierra batida del Foro Itálico, destacó que la competición y los peloteos largos le ayudan mucho a la hora de seguir creciendo a nivel de forma y que la carga emocional de un partido no es comparable con el entrenamiento. También elogió a su rival en los cuartos de final, el argentino Diego Schwartzman.
"Soy consciente de que cuando juego contra él, si no estoy al máximo nivel se hace complicado. Es el rival más difícil al que me voy a enfrentar hasta este momento en el torneo", dijo. El de Manacor, que acumula 19 títulos Grand Slam y que puede igualar en el próximo Roland Garros los veinte "grandes" del suizo Roger Federer, aseguró que no vive este reto como una "obsesión".
Nadal está tranquilo, centrado y disfrutando del tenis. No hay una ambición que desborde su inteligencia y le haga salir de sus cabales. "No es una obsesión para nada, nunca me he fijado en lo que tenía Roger (Federer) o Novak -Djokovic-. Sé que -en la prensa- se le da mucha atención, obviamente me encantaría acabar mi carrera con 25, pero es algo que probablemente no pasará", dijo.
"Seguiré peleando para jugarme mis opciones y al final, si juego bien, tendré mis oportunidades, ya veremos", terminó el tenista español.
Roma servirá para testar al manacorí. Roland Garros, torneo que prácticamente le pertenece, está a la vuelta de la esquina. "Yo no miro al futuro de una manera profesional sino de una forma médica, de preservar la salud de todos los trabajadores de los torneos, de los trabajadores de la ATP y de todos los jugadores. Veo una situación incierta, complicada, pero las cosas nunca sabes cómo evolucionan", aseguró en junio. Semanas después confirmaría su presencia.
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