Daniil Medvedev se ha llevado el título en el Master 1000 de París-Bercy tras doblegar al alemán Alexander Zverev, verdugo de Rafa Nadal en las semifinales del torneo. El ruso supo susperar los malos momentos del partido y tuvo un juego mucho más sólido que su rival, especialmente en un segundo set que terminó siendo clave para el desenlace del choque [Narración y estadísticas].
Zverev se llevó la primera manga del partido por 7-5, pero Medvedev supo esperar su momento para imponerse y encaró el tercer y definitivo set con mucha ambición para arrasar por 6-1 a su rival. Zverev no superó su derrota en el segundo parcial y no opuso resistencia en la recta final del choque.
Partido de altos vuelos el disputado en París entre dos grandes talentos de la conocida como 'Next Gen' del tenis mundial. El alemán Alexander Zverev partía como principal favorito tras haber derrotado a Rafa Nadal, primer cabeza de serie del torneo. Sin embargo, el ruso había prometido no ponérselo fácil, ya que no quería desaprovechar su oportunidad tras vencer a Milos Raonic en su semifinal.
El encuentro comenzó muy igualado, con ambos jugadores algo fríos y confiando mucho en su saque. El primer set fue casi un duelo de aces, de potentes armas al servicio que no permitían al rival buscar la ruptura. No obstante, poco a poco fueron entrando en calor y parecía ser Zverev el jugador más acertado sobre la pista. El alemán empezó de más a menos el choque, y fue en el 3-3 cuando pasó sus primeros apuros para no perder su servicio. Medvedev no estaba consiguiendo materializar sus buenas prestaciones.
El alemán superó el trance y consiguió llevar la primera manga muy igualada hasta el final, cuando sorprendió a su rival en el juego del 6-5. Medvedev pecó de un cierto exceso de confianza y en cuanto el bávaro vio la oportunidad y la más mónima debilidad del ruso, le asestó el golpe clave y se llevó el set por 7-5. Se ponía en clara ventaja.
Zverev, por delante
Siguió con su libreto en el comienzo del segundo set, muy metido en pista y buscando rápidamente golpes ganadores para no alargar los puntos. Los saques redujeron su eficacia y se pudo ver mayor intercambio de golpes en pista. El espectáculo había llegado a la final del Master 1000 de París-Bercy.
El intercambio de golpes favoreció Medvedev, que ganó más confianza y pudo desplegar su juego para maniatar el tenista alemán. En el tercer juego del segundo set, con 1-1 en el marcador, Daniil dispuso de su primera bola de break, pero de nuevo un saque directo de Zverev rompió la magia del momento.
Sin embargo, Alexander empezaba a no verlo claro. Había perdido el dominio del juego y del partido y solo sus grandes defensas le salvaban de sus propias dudas. Entonces, el partido llegó a uno de sus momentos trascendentales, la que podía haber sido la gran oportunidad perdida de Medvedeb que estaba completamente crecido.
Zverev tuvo que resistir el asedio del jugador ruso durante un interminable juego que se prolongó hasta los 15 minutos y en el que tuvo que salvar hasta cuatro bolas de break, una de ellas con una milagrosa volea tras haber tapado de forma magistral el paralelo. El alemán aprovechaba su envergadura para superar un mal trago. Sin embargo, Medvedev iba claramente hacia arriba.
Los dos descubrieron debilidades en el revés de sus rivales y comenzaron a forzarse cada vez más. Los puntos se reducían y volvía aparecer la magia y los golpes ganadores, pero el ruso era quien llevaba la batuta. Tras el 4-4, dispuso de una nueva bola de break que sería fundamental. Medvedev pudo romper al fin el saque de su rival y consolidar el break para empatar el choque con el 5-7, 6-4.
Medvedev, al ataque
Ahora sí, Medvedev había visto el momento clave para romper el partido a su favor y poner la directa rumbo a su tercer entorchado de Master 1000. Comenzó el tercer set como un tiro, haciendo un juego en blanco al saque de su rival. Era el primer paso de un camino que duraría realmente poco. Zverev tuvo su última oportunidad con hasta cuatro bolas de breaks sobre el saque del ruso, que buscaba consolidar, pero tras 10 minutos de juego, Daniil logró llevarse el gato al agua y terminó con las aspiraciones del alemán. Acto seguido, volvía a perder su saque y se veía con 4-0 abajo.
En ese momento el partido ya no tuvo más historia y Medvedev se lanzó en solitario a por el triunfo y cerró el tercer y definitivo ser por un marcador de 6-1. Gran puesta en escena del ruso en París que le sirve para llegar en plena forma a la Copa de Maestros, donde sin duda será uno de los grandes candidatos al título.