Tensión para Novak Djokovic. El tenista serbio lo pasó realmente para ganar a Taylor Fritz en un partido que se fue a cinco sets y que peligró seriamente para el número uno del mundo por culpa de unas molestias físicas.
Le salvó, por increíble que parezca, un parón provocado por el desalojo de la pista a causa de la entrada de las nuevas restricciones en Australia, que, entre otras cosas, prohíben el acceso de público a eventos.
El serbio Novak Djokovic (1) sobrevivió a su partido en la tercera ronda del Open de Australia a pesar de una lesión en la zona abdominal y venció al estadounidense Taylor Fritz (27) por un ajustado 7-6 (1), 6-4, 3-6, 4-6 y 6-2.
Los gestos de intenso de dolor que mostró durante el encuentro dieron a entender que el serbio sufre molestias que podrían afectarle en su encuentro de octavos de final ante el canadiense Milos Raonic (14), que se disputará este domingo.
Duda para octavos
Tras el partido se refirió a sus problemas y dejó en duda su presencia para los octavos: "Es la victoria más especial de mi carrera. No sé si me habré recuperado en menos de dos días. No sé si estaré en la pista", dijo.
Djokovic deberá afrontar este domingo una delicada ronda de octavos de final frente al canadiense Milos Raonic (14) para seguir con opciones de conseguir su novena corona en Melbourne Park.
El joven Fritz tenía todos los ingredientes necesarios para sumar su victoria número cien de la mejor manera posible. Sin embargo, se desinfló en un mustio quinto set, que perdió emoción tras la evacuación del público como consecuencia de que las restricciones del gobierno entraban en vigor a medianoche, y acabó cediendo su servicio hasta en dos ocasiones para dejar escapar la que hubiera sido su primera victoria ante Djokovic.
El público de la pista Rod Laver Arena olvidó todas las gestas conseguidas por el balcánico a base de luchas memorables y tomó el lado del estadounidense hasta el punto que dedicó varios abucheos y muestras de desafecto al serbio cuando se dirigía a sacar.
Además, un sector de los aficionados no ayudaron a la hora de desalojar las instalaciones deportivas de Melbourne Park y retrasaron veinte minutos el reinicio del juego durante el cuarto set.
Djokovic, que remarcó que se trataba de una de las victorias más importantes de su carrera, consiguió llevarse el partido al final a pesar de acumular diez golpes ganadores menos que su rival y ocho errores no forzados más que tuvo en la mano la oportunidad de disputar por primera vez la ronda de octavos de final en un grande.
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