La marmota Phil dijo que el invierno de 2021 se alargaría dos semanas más, una situación que se asemeja con el período de letargo que ha vivido Rafa Nadal desde que terminó su presencia en el Abierto de Australia. Esta semana arranca el Masters 1.000 de Montecarlo, que marca el inicio de la temporada de tierra para el balear. Un lugar fetiche en la historia para el manacorí para recuperar las sensaciones que no ha podido tener este año.
Los problemas físicos que sintió en la previa del primer abierto de la temporada le han mantenido con un tratamiento prudente y que ha hecho que no haya estado en ninguno de los torneos que se han jugado en los últimos dos meses. Nadal ha estado en una especie de 'Habitación del tiempo' de 'Dragon Ball' con el objetivo de llegar completamente preparado a su cita anual con el trofeo de los mosqueteros en el mes de junio.
Pero ese letargo tendrá fin esta semana en Montecarlo, donde Nadal, que ha sumado 11 triunfos en este torneo, comenzará su camino particular que intentará que termine con el decimocuarto título en Roland Garros. Llega como el número tres del mundo después de perder una plaza en favor de Daniil Medvedev, que estará en su mismo lado del cuadro. Djokovic estará en esta cita y solo se enfrentarían en una teórica final.
A sus 34 años, el balear llega a este inicio de la temporada de tierra batida con las dudas que deja su incomparecencia en los últimos torneos y las certezas de su impecable historial en este tipo de pista. Es el rey de la pista central del Principado de Mónaco, aunque viaje con esta preparación tan poco común. Sus rivales lo saben y el reto de superarle aquí también es una motivación más que pondrá al torneo en una posición más interesante.
Estado físico
Nadal tiene claro que fue una "decisión correcta" tomarse este tiempo de descanso preparando esta parte de la temporada en su academia y siendo muy conservador con el estado de su espalda. Está preparado para el reto de la tierra batida, aunque desde su equipo ya avisan de que quiere ir de menos a más. Es una carrera de dos meses muy larga hasta llegar a la cita de París.
Es su segundo torneo del año, pero el hecho de que su espalda ya no de más guerra será fundamental para ver al mejor Nadal. El balear asegura que no tiene ninguna molestia actualmente y la confianza se mantiene intacta con respecto a las posibilidades de volver a ganar Roland Garros, que es el objetivo final de esta gira. Tras el éxito de 2020, vovlerá a ser favorito.
Cita con la historia
Lo de Nadal y la tierra batida es de leyenda. Montecarlo, Barcelona, Roma y Madrid serán los termómetros para saber si Nadal sigue siendo el mismo de siempre. 36 títulos acumula en estas cuatro localizaciones, siendo el epicentro de lo que ha conseguido a nivel de abiertos. Nadal, además, tiene el reto de ponerse por delante de Federer, al que volverá a ver en Madrid, en número de Grand Slams donde ambos se encuentran empatados a 20.
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