“Rafa llega en Montecarlo en un gran momento de forma, el mismo nivel al que estaba en pretemporada antes de irse a Australia y lesionarse en la espalda”.
La frase no lleva la firma de cualquiera. Carlos Moyà, entrenador de Rafael Nadal, dispara esas palabras tajantes horas antes de que el campeón de 20 grandes abra la gira de tierra batida debutando en el Masters 1000 de Montecarlo ante Federico Delbonis (4-0 en el cara a cara). El técnico mallorquín, que ha acompañado al número tres mundial durante toda la preparación para su tramo más importante del calendario, está más que satisfecho: Nadal llega listo para aspirar a todo en la gira que le viene por delante, que alcanzará su momento cumbre a partir del próximo 30 de mayo en Roland Garros.
“Es que ha hecho semanas muy buenas de entrenamientos en Mallorca y también estos días aquí en Mónaco”, explicó a este periódico el ex número uno mundial. “Está con hambre y con ganas de disfrutar la parte del año más importante para él. Históricamente, en tierra batida siempre ha sido uno de los grandes favoritos y confiamos plenamente en que vuelva a ser así”.
“Me siento bien”, coincidió Nadal. “Será mi segundo torneo del año porque me tomé un tiempo después de Australia. Es cierto que la situación a la que nos enfrentamos no ayuda a jugar con tanta frecuencia, pero llega una parte importante del año para mí”, prosiguió el español. “Creo que he hecho el trabajo correcto para estar listo. Estoy feliz por la forma en la que estoy jugando, y mi cuerpo también está bien”.
Después de caer en los cuartos de final del Abierto de Australia ante Stefanos Tsitsipas, perdiendo un partido que tenía controlado tras hacerse con los dos primeros sets, Nadal regresó a España y se sometió a un tratamiento para solucionar la “rigidez en la espalda baja” que condicionó toda su puesta a punto para el primer grande del año, impidiéndole además defender la camiseta de España en la ATP Cup. Por el camino, el tenista tomó varias decisiones de peso: renunció a jugar en Róterdam, rechazó una invitación de Dubái y tampoco compitió en Miami, primer Masters 1000 del curso. Así, Nadal se subió a un avión rumbo a Niza para jugar en Montecarlo con solo cinco partidos en las piernas en 2021, una cifra inédita en su carrera antes de arrancar la temporada de arcilla europea.
“Es cierto que no he jugado mucho”, recordó el mallorquín, que en 2018 llegó con siete encuentros disputados y ganó Montecarlo, Barcelona, Roma y Roland Garros. “También es cierto que he tenido mucho éxito en el pasado sin jugar partidos. Mi mentalidad es la misma de siempre: intentar llegar listo al estreno del miércoles. Ir día a día, paso a paso. Espero poder mantenerme saludable, eso es lo principal. Si puedo hacerlo durante el próximo mes y medio, espero tener la oportunidad de competir al nivel adecuado”.