Rafa Nadal ha llegado a Madrid con ganas. El balear llega lanzado tras su victoria en el trofeo Conde de Godó y por ello sus sensaciones son mucho mejores de lo que fueron en Montecarlo, cuando cayó en cuartos de final para sorpresa de todos. La realidad es que Nadal ha jugado muy poco esta temporada y como él mismo ha reconocido, los deportistas viven de los entrenamientos, pero también de la competición.
Por ello, espera que Madrid vuelva a darle esa chispa perdida, sobre todo sobre el polvo de arcilla, su territorio preferido, ese donde marca diferencias y en el que se ha convertido en el mejor jugador de la historia de la superficie. Sin embargo, ha visto ya como otros jugadores le tomaban la delantera e incluso se convertían en favoritos en sus propios torneos, como era el caso de Tsitsipas en Barcelona.
La capital de España marcará al tercer gran campeón de la temporada en tierra batida y servirá para perfilar los favoritos también de cara al Master 1000 de Roma y sobre todo de cara a Roland Garros. El objetivo del español es sacar el mayor número de puntos posibles, aunque sabe que no lo tendrá nada fácil.
De esta forma, ha querido ser sincero con la afición transmitiendo con todo detalle cuáles son sus sensaciones en Madrid después de haber tenido ya este fin de semana algunas tomas de contacto con la pista. El tenista manacorí se ha ejercitado en dobles sesiones en los últimos días para ponerse a punto.
Nadal ha asegurado que el Mutua Madrid Open que se disputará en la Caja Mágica de Madrid es "el más difícil" para él de la temporada de tierra por condiciones de climatología y, sobre todo, de altitud, lo que supone condiciones más difíciles para las bolas que en nada le benefician. Sin embargo, también reconoce que es "uno de los más emotivos".
Ambición en Madrid
A pesar de todo, no esconde sus cartas y desvela cual es su objetivo: "Básicamente me gustaría ganar". Así lo afirma el tenista español que puede presumir de haber ganado el torneo madrileño en sus dos superficies, tanto en tierra batida como en pista rápida, a pesar de que hace ya cuatro años que no termina con victoria la semana en la capital.
"Si gano, eso querrá decir que he hecho las cosas bien. Barcelona fue un paso adelante, me gustaría sentir que estoy jugando bien, y más concretamente que el servicio ha funcionado mejor, que he recuperado el control de la situación, aunque en Madrid es más difícil. Todo se reduce a una cosa: jugar bien".
Rafa, que debutará contra la joven promesa española Carlos Alcaraz o contra el francés Mannarino, tiene claro que debe dar su mejor versión, la vista en la final del Godó contra Tsitsipas, para poder obtener un buen resultado. "He competido muy poco, va a ser mi cuarto torneo del año. Ahora es el momento de apretar, de hacer un esfuerzo en los tres meses que vienen".
"El deportista se alimenta de entrenamientos y de resultados. Lo que necesito es sentir que soy competitivo contra todo el mundo y esto es lo que ha ocurrido desde que he vuelto a la competición. Perdí con Rublev, pero competitivo estuve, peleé hasta el final".
A pesar de que solo ha salido victorioso en uno de los dos torneos, Nadal sabe dónde está el problema en este arranque de curo: "Cuando se juega poco llega un día en el que los automatismos son más difíciles de encontrar, las soluciones son más complicadas y eso es quizá lo que me pasó en Montecarlo. En Barcelona volví a convivir con las situaciones de tensión. Ganar un torneo cuando no estás jugando muy bien es muy positivo de cara al siguiente".
Vivir en la 'burbuja'
Nadal también valoró el hecho de tener que volver a estar dentro de una 'burbuja' y de un estricto confinamiento para no correr riesgos: "Es una pena que esta semana no nos dejen salir al menos a pasear una hora al día. Volvemos a lo que es un confinamiento más estricto, pero la gran diferencia es que hay público y eso ayuda a tolerar lo demás".
El español es ambicioso en la parte de la temporada que más le gusta: "En esta parte de la temporada me encantan los torneos, se juegan cerca de casa, siempre disfruto en Montecarlo, Barcelona, Madrid, Roma y por supuesto en Roland Garros. Por las condiciones de Madrid, este es el torneo más difícil para mí, todo el mundo lo sabe. Pero al mismo tiempo uno de los más emotivos, al jugar en casa. Estoy encantado de jugar aquí. Es más difícil controlar los puntos, pero bueno, he tenido algún éxito aquí...".
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