Rafa Nadal es otro completamente. Su paso por Barcelona le ha lanzado definitivamente en esta etapa siempre tan agraciada en éxitos que es la gira de tierra batida. El español sigue siendo, de largo, el mejor en esta superficie a pesar de que los años y el crecimiento de los rivales hayan hecho que ya no sea infalible.
Así se pudo comprobar en el Master 1000 de Montecarlo donde antes ganaba casi sin sacar las raquetas de la funda y donde ahora tiene que sufrir cada punto como en cualquier otro torneo. Por ello, y aunque sorprendió su eliminación en cuartos de final, no dejaba de ser un torneo al que llegaba sin ritmo.
Sin embargo, fue ese rodaje en Mónaco lo que puedo le permitió ganar en Barcelona exhibiendo un nivel estratosférico en su épica final ante Tsitsipas, seguramente la mejor en la historia del torneo a pesar de que Nadal ya lo había ganado once veces antes. Y si Mónaco le dio rodaje, el Godó le ha dado alas para llegar muy enchufado a Madrid, algo que demostró desde el minuto uno en su partido contra Carlos Alcaraz.
A la joven promesa española la liquidó en dos sets al igual que ha hecho este jueves con su rival de octavos de final, el australiano Alexei Popyrin de tan solo 21 años. Era la primera vez que se medían y Nadal no ha tenido piedad alguna. Le ha explicado por la vía rápida qué es el tenis de élite y qué es jugar contra Rafa en tierra batida, a pesar de que sea en Madrid, con altitud, viento y una bola endiablada para lo que suele ser el polvo de ladrillo.
A pesar de eso, Popyrin comenzó el partido con ganas de dar la sorpresa, llevándose los siete primeros puntos del partido y sorprendiendo a un Nadal que se quedó descolocado con el ímpetu mostrado por el novato. Minimizó daños, esperó su momento y atacó sin piedad para demostrar que sigue siendo el rey sobre la arcilla.
El análisis de Nadal
"Él ha empezado espectacular, he perdido los primeros siete puntos. Ha sido importante salvar ese 0-40 y a partir de ahí, poco a poco, he ido intentando adivinar qué cosas hace mejor y peor. Era la primera vez que me enfrentaba a él y es joven, con esa energía propia de su juventud. Al final he podido hacer el partido que quería y estoy contento de pasar a cuartos de final".
Nadal habló también sobre las difíciles condiciones que siempre tiene Madrid para él, un torneo en el que nunca termina de sentirse cómodo porque es la tierra batida menos fiel del circuito: "Todos sabemos la velocidad que tiene aquí la bola, más rápido que en la mayoría de torneos sobre tierra batida. Aquí es más complicado especular, sobre todo jugando contra jugadores que atacan todo el rato. Tengo que ser agresivo, estar a mi nivel, y a eso estamos. Me he preprado bien y la evolución está siendo más que positiva".
A pesar del susto inicial, Nadal consiguió solventar el encuentro por la vía rápida, venciendo en dos sets y sin tener un desgaste excesivo de cara unos cuartos de final que se presentan intensos con el ganador del Evans - Zverev: "Mañana será un partido difícil, espero estar listo". Además, quedan vivos jugadores como Thiem, Tsitsipas, Berrettini o Isner. No así Medvedev o Rublev, que se han despedido ya del torneo.
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