—Incluso cuando ella estaba jugando muy bien, especialmente en el segundo set, parecías muy tranquila. Estoy seguro de que por dentro no lo estabas, pero al menos desde fuera lo parecía.
—Bueno, me alegra que me digas eso porque te puedo asegurar que no estaba tranquila. Me sentía muy nerviosa porque ella estaba jugando muy, muy bien, y no veía el momento de remontar. Cuando tu rival juega así, la única opción que tienes es seguir peleando. Eso es lo que hice.
Para llegar a los octavos de final de Roland Garros, Paula Badosa sobrevivió a un cruce endiablado ante Ana Bodgan, salvando punto de partido (con 2-6, 5-6 y 30-40) y avanzando 2-6, 7-6, 6-4 en 2h51m a la siguiente ronda, donde chocará con Marketa Voundrusova (doble 6-3 a Polona Hercog) buscando una plaza en sus primeros cuartos de Grand Slam.
“No sabía qué hacer en el punto de partido”, reconoció la española, que ha ganado 12 de los últimos 13 encuentros en la gira europea de tierra batida. “Solo sabía que tenía que mantener el nivel y luchar hasta el último momento. Fue muy duro, y también muy mental. Estoy orgullosa de mí misma por haber salido adelante y poder ganar, ha sido una locura”, añadió. “En algunos momentos lo veía todo un poco negro porque ella estaba jugando increíble. Estoy feliz por la remontada. Seguramente, ha sido el partido en el que más he sufrido”.
Badosa se encontró con una contraria en estado de gracia. A pesar de marcharse derrotada, Bogdan lo hizo todo bien, como reflejaron los números: acabó ganando cinco puntos más que la española (121 por 116) y celebró una rotura de saque más (siete a seis). Aunque la Badosa cometió 59 errores no forzados (por los 49 de su oponente), fue su rival la que dijo adiós al torneo.
Algo parecido le ocurrió antes a Alejandro Davidovich, clasificado por primera vez a octavos de Roland Garros. El español tumbó 7-6, 2-6, 7-6, 0-6, 7-5 a Casper Ruud en 4h35m ganando 15 puntos menos (173 por 188), estando por debajo en las roturas de saque (cuatro a ocho) y dejándose por el camino más errores no forzados que el noruego (61 a 52).
“Esta victoria me da bastante confianza, mucha más energía para seguir luchando y ver dónde están mis límites”, dijo Davidovich. “Casper estaba haciendo una gran temporada en tierra y ganándole me he demostrado hasta dónde soy capaz de llegar y sufrir”.
En París, dos maneras similares de ir al límite para terminar ganando.