La tenista japonesa Naomi Osaka vuelve a ser el centro de atención del mundo del tenis con su llegada al torneo de Cincinnati, donde antes de comenzar la competición ya se mostró cargada de emociones, lágrimas y haciendo causa por los damnificados del terremoto ocurrido en Haití.
Osaka, de 23 años, protagonizó una rueda de prensa poco común, en la que volvió a romperse emocionalmente, siempre por la misma causa, al tratar de explicar su comportamiento de enfrentamiento con el mundo que le rodea, especialmente el periodístico cuando llega a los torneos, reiteró que su objetivo siempre será ayudar a los demás.
A Osaka le preguntaron que si a ella no le gustaban las ruedas de prensa, aunque se aprovechaba de su alto perfil mediático para otros asuntos. Se fue entre lágrimas para luego volver y responder: "Sólo puedo hablar por mi misma. Desde joven, los medios han tenido mucho interés en mí por cómo juego y, en primer lugar, por ser tenista. Soy diferente a mucha gente y muchas veces no puedo evitar hablar de algunas cosas en Twitter o evitar que haya muchos artículos sobre mí. Sé que es porque he ganado un par de Grand Slams".
Y sobre sus mensajes sobre la salud mental explicó lo siguiente: "En ese momento, no estaba orgullosa. De hecho, sentí que era algo que tenía que hacer por mí misma. Tanto era así (el sufrimiento) que me quedé en mi casa por unas semanas, tenía vergüenza de salir a la calle porque no sabía cómo me iban a mirar, si me iban a mirar de una manera diferente a cómo lo hacían antes. Lo que fue importante fue ir a los Juegos Olímpicos y ver que los otros atletas se me acercaban para decirme que estaban contentos de lo que había dicho. Después de todo eso, estoy orgullosa de lo que hice e hice algo que tenía que hacerse".
Osaka se compromete a donar el dinero del premio del torneo de Cincinnati, sin importar en que posición termine la competición.
Haití fue sacudido por un terremoto de magnitud 7,2 el sábado por la mañana que dejó más de 700 muertos y millones de personas damnificadas.
El padre de Osaka, Leonard Francois, es nativo de Haití y su madre es japonesa.
"Realmente duele ver toda la devastación que está ocurriendo en Haití, y siento que realmente no podemos tomar un descanso. Estoy a punto de jugar un torneo esta semana y daré todo el dinero del premio a los esfuerzos de ayuda para Haití. Sé que la sangre de nuestros antepasados es fuerte, seguiremos aumentando", escribió este lunes Osaka en su red social de Twitter.
Francois le enseñó a Naomi y a su hermana Mari a jugar al tenis siguiendo un modelo delineado por Richard Williams, quien tuvo éxito al enseñarles el juego a sus hijas Venus y Serena Williams.
Clasificada segunda en el mundo, Osaka jugará en su primer torneo desde una sorprendente derrota en la tercera ronda de los Juegos Olímpicos de Tokio.
La nativa de Japón encendió el pebetero olímpico durante la ceremonia de apertura, experiencia que dijo será algo inolvidable.
Ganadora del Abierto de Australia de este año, la temporada 2021 de Osaka ha estado marcada por su decisión de retirarse del Abierto de Francia antes de su partido de segunda ronda y saltarse Wimbledon por completo, ya que citó la necesidad de un descanso de salud mental.
Se retiró del National Bank Open en Montreal, que concluyó el domingo.
Todo parecía indicar que a Cincinnati llegaría en plenitud de forma física, tras recuperarse de una lesión en el tendón de la corva de la pierna izquierda que le ha afectado desde el pasado Roland Garros, y mental, pero de inmediato en la primera rueda de prensa que ofreció se vino abajo cuando tuvo que explicar sus actitudes.
Los organizadores del torneo de Cincinnati ya tienen previsto proteger al máximo a Osaka para que pueda tener un ambiente positivo de confianza y tranquilidad de cara a que pueda desarrollar al máximo su potencial deportivo.
Osaka, que el año pasado llegó a la final del torneo que se disputó en el burbuja de Flushing Meadows (Nueva York), pero se retiró debido a una lesión, siendo la veterana bielorrusa Victoria Azarenka, la que se llevó el título, en la presente edición ya de vuelta a Cincinnati, se presenta de nuevo como la rival a batir al ser cabeza de serie número dos, junto a la australiana Ashleigh Barty, la número uno.