Andy Murray cayó derrotado ante Stefanos Tsitsipas en la primera jornada del US Open. El tenista británico se quedó a las puertas de la victoria y sufrió una remontada con cierta polémica. El 2-6, 7-6, 3-6, 6-3 y 6-4 acabó con las esperanzas del veterano, que mostró su enfado al término del encuentro por la actitud de su rival. El griego se retiró a vestuarios para cambiarse y Murray lo vinculó con una estrategia para que perdiera la concentración del partido.
Andy Murray no tenía dudas de lo que iba a hacer Tsitsipas. "Se lo había dicho a mi equipo antes del partido si las cosas no iban a su favor". Y sus presagios se cumplieron. Tsitsipas estuvo cerca de ocho minutos en los vestuarios y acabó con la paciencia del rival. "Cuando el parón es tan largo, varias veces en el partido...", espetó Murray. "Cada vez, justo antes de mi servicio, después de que gané el tercer set también, luego cuando él tenía 0-30, de repente va a cambiar su raqueta". Una serie de movimientos que no son "una coincidencia".
Por ello, pese a ser un jugador "genial" para el tenis, con un talento "brillante", la relación entre ambos ha cambiado. "Le he perdido todo el respeto", sentenció el tenista británico. El gran problema según Murray es que la organización no puede hacer nada "porque las reglas lo permiten". Los jugadores hablan "de ello todo el tiempo para cambiar las normas, para evitar abusar de ellas". Algo que, bajo el punto de vista de Murray, no cumple Tsitsipas.
"No siento que sea bueno para el partido, para la televisión o para los aficionados. Creo que da una mala imagen para los jugadores. En lugar de hablar de un gran jugador y un gran partido, hablo de un descanso médico y paradas para ir al baño", sentenció claramente enfadado Murray. El inglés pidió no acudir ante la prensa, según confesó él mismo, para evitar una rajada contra Tsitsipas. Tuvo que ir y su molestia con el rival acabó saliendo a la palestra.
El tenista griego, que pese a la polémica se llevó el triunfo, no es la primera vez que se enfrenta a estas críticas. En su día, Tsitsipas se defendió asegurando que era cosa del sudor. A más sudoración, más necesidad para acudir al vestuario para cambiarse toda la vestimenta. "Voy al baño a cambiarme. No creo que sea muy agradable cambiarme de calzoncillos delante de todo el público. Prefiero hacerlo en el vestuario, incluidos los calcetines y los zapatos. No hay nada especial", indicó en su día.
Sin embargo, Tsitsipas sigue siendo señalado por sus comportamientos tal y como reflejan las palabras de Andy Murray. El heleno, más allá de polémicas y ataques, se mantiene en la zona alta del ranking ATP luciendo su tercera plaza mundial.
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