Este domingo 26 de septiembre, Serena Williams cumple 40 años. La estadounidense cambia de dígito en un momento en el que las lesiones y la mala suerte le han dejado sin cumplir el que es su gran desafío: igualar los 24 Grand Slam de Margaret Court. Por el momento, cuenta con 23 majors en su palmarés individual y desde que gano el último ha sucumbido ante la maldición en varias ocasiones.
El nombre de Serena Williams ya no se encuentra entre los primeros puestos del ranking de la WTA, pero pese a ello la tenista continúa siendo un reclamo para las marcas. No en vano, en la lista de la revista Forbes de los profesionales de la raqueta mejor pagados del año 2021 figura en el podio. Sin olvidar que esta clasificación incluye tanto a hombres como a mujeres.
Todo ello lo ha conseguido a base de esfuerzos y de sacrificios desde que era tan solo una niña. Ahora, con los 40 bajo el brazo, Serena Williams puede presumir no solo de ser una de las mejores tenistas de todos los tiempos, sino también de ser un referente para las siguientes generaciones. Y no solo eso, ha llegado hasta este punto conciliando su carrera con la maternidad.
El reto de los 24
El primer Grand Slam que logró conquistar la pequeña de las hermanas Williams fue el US Open de 1999. Todavía no había cumplido la mayoría de edad, lo haría pocas semanas después, y ya tenía un grande en su vitrina. Aunque después de esto se produjo un vacío de dos temporadas completas, en cuanto a majors se refiere, para ella.
Tras esto, no dejó de ganar hasta 2017. Siete veces campeona del Abierto de Australia, tres de Roland Garros, otras siete de Wimbledon y seis del US Open, incluido ese título en el año 1999. Nunca ganó los cuatro grandes en la misma temporada. Estuvo a punto en dos ocasiones. La primera vez que lo tuvo a tiro fue 2002, pero entonces no pudo conquistar Australia. La segunda, en 2015, cuando se quedó sin el premio gordo en su casa, en Estados Unidos.
La última vez que se coronó como reina en un Grand Slam fue en el Open de Australia de 2017. Este fue su título número 23 de los grandes, con el que superó a Steffi Graf (22), y el último hasta la fecha. No volvió a competir en un major en todo el año y todo por un buen motivo: estaba embarazada. Desde entonces ha alcanzado cuatro finales, dos de Wimbledon y dos del US Open, pero no ha logrado volver a proclamarse campeona.
Este año, su mejor resultado fueron las semifinales que alcanzó en el Open de Australia, ronda en la que cayó frente a Naomi Osaka por 6-3 y 6-4. En Roland Garros llegó hasta la cuarta ronda, mientras que en Wimbledon se tuvo que retirar y en el Abierto de Estados Unidos no participó por lesión. Es por todo esto por lo que se habla de la 'maldición de Margaret Court'.
Margaret Court es, hasta el momento, la tenista con más Grand Slam conquistados en toda la historia. Hasta 24 veces ganó un major a lo largo de su carrera la australiana que en la actualidad tiene 79 años. En los últimos tiempos, ha estado en el epicentro de la polémica por algunas declaraciones homófobas -aunque ella siempre ha mantenido que se le ha malinterpretado-, pero también por esa imposibilidad de Serena Williams de igualar sus registros.
Reina de las marcas
Serena Williams ha marcado un antes y un después en el tenis. Una deportista que dio el paso adelante hacia la nueva era. Pero es mucho más que una figura dentro de las pistas, también lo es fuera de ellas. En este 2021, se colocó como la tercera tenista mejor pagada del año, según el ranking Forbes. Tan solo por detrás de Roger Federer y Naomi Osaka.
35,4 millones de euros se ha embolsado y, en especial, este montante llega por sus muchos patrocinios. Así, no solo ocupa el tercer cajón de este particular podio, sino que también se sitúa por delante de mitos como Novak Djokovic (cuarto) y del español Rafa Nadal (quinto).
Le llamaban la reina del marketing, con campañas que tuvieron una gran acogida, con millones de visitas en YouTube, tanto para IBM como para Gatorade. Aunque si hay una unión que ha fortalecido tanto a la tenista como a la propia marca, esa es la que ha mantenido con Nike. Durante años, se quejó de que por ser afroamericana no conseguía lo que otras, pero la multinacional deportiva estadounidense le convirtió en icono.
En este 2021, Serena Williams y Nike han roto una nueva barrera: el papel de la tenista como diseñadora de la marca. Una alianza de oro para ambas partes con la colección de ropa deportiva, de calle y calzado que no tardó en dar la vuelta al globo. Serena Williams Design Crew (SWDC) es el proyecto que incluye a la propia atleta y también a diez jóvenes diseñadores.
La dieta de Serena
La vida de Serena Williams dio un giro de 180 grados con el nacimiento de su hija Alexis Olympia. La estadounidense siguió demostrando que se puede continuar compitiendo en la élite del tenis aunque se haya sido madre. Una nueva barrera derribada. Pero la maternidad también le llevó a cambiar algo de su vida, su dieta. Ahora basa su plan de comidas en un modo más saludable. Eso sí, ajustándose a lo que más le gusta.
"Me encanta cocinar. No tengo mucho tiempo para hacerlo a menudo, pero me encanta cocinar y es algo que me relaja", asegura la tenista, quien afirma que aunque le encanta "picar", intenta ver la comida como un complemento y no basar su día a día en ella: "La necesitas para sobrevivir. Y es difícil, porque definitivamente me encanta picar, pero esto es lo que quiero. Estos son mis objetivos".
Su dieta tiene en los vegetales su gran protagonista. Aunque hay un detalle que los nutricionistas no suelen recomendar: no le gusta desayunar. Cuando tiene que comer algo por las mañanas, la primera comida del día para ella son los huevos. Ella misma ha indicado que le gusta tener hambre para comer por primera vez y por eso antes suele preparar a Olympia y hacer deporte.
En la hora de la comida, verduras y proteínas son las estrellas. Eso sí, lo que nunca se encontrará en un plato de Serena son carne de vacuno y aguacates. Los detesta. Hamburguesa de judías o burritos de judías sin gluten son de sus platos favoritos para la segunda comida del día.
En cuanto a la cena, depende de lo que le apetezca y también de lo que tenga ganas su familia. Aunque tiene una tradición: los martes de tacos. Para ella es una inspiración lo que ve en redes sociales como Instagram. "Mi filosofía es comer para vivir. No vivir para comer", explica a Women's Health cuando habla de su dieta.
¿Y los hidratos de carbono? Por su carrera, Serena Williams ha tenido que comer muchos carbohidratos, por lo que no es algo que le guste comer habitualmente. Solo los ingiere es cuando está jugando o entrenando. "Nunca me verás comiendo pasta de otro modo", dice.
"Normalmente, me gusta tomar muchas verduras antes de jugar y luego fruta, y un poco de carbohidratos y algún tipo de proteína. Intento incorporar todos los grupos de alimento en un solo plato", revela. Y también desvela cuál es su perdición: merendar pasteles de luna. Un capricho de vez en cuando...
[Más información: Federer, el tenista mejor pagado del año: ni Nadal ni Djokovic, el podio lo completan mujeres]