20 de agosto de 2021. Rafa Nadal anunciaba su retirada temporal de las pistas en su intento de dejar atrás las dolencias en el pie. El balear se apartaba después de varias renuncias de calado como Wimbledon o los Juegos Olímpicos y fijaba su objetivo en llegar en plenas condiciones a la temporada 2022. Así, Novak Djokovic se quedaba con el camino libre para superar al tenista balear y a Roger Federer en los 20 Grand Slams cosechados en su carrera.
Sin embargo, meses después el serbio no ha logrado su objetivo y Nadal se ve en plenas condiciones para volver a competir sin haber perdido ese puesto junto a Federer. Djokovic únicamente les ha conseguido igualar y la temporada 2022 será la que dictamine quién es el mejor tenista de todos los tiempos. El Open de Australia del próximo mes de enero servirá como primer gran test para que alguno tome ventaja.
El camino de Nadal no ha sido sencillo durante todo este tiempo. Al balear ya le costó no acudir a los Juegos de Tokio 2020 en representación de España, pues era consciente de que quitaba una de las grandes opciones al equipo olímpico nacional. Pero, además, vio cómo ese descanso obligado tampoco tenía consecuencias positivas al tener que poner fin a su temporada tras la derrota en Washington en agosto. Por ello, no dudó en emitir un comunicado tras ese varapalo ante el sudafricano Harris.
"Sinceramente llevo un año sufriendo mucho más de lo que debería con mi pie y necesito tomarme un tiempo. Después de haberlo hablado con el equipo y familia se ha tomado esta decisión y creo que es el camino a seguir para intentar recuperarme y recuperarme bien", anunció después de haberse ausentado en Toronto y Cincinnati.
Los rumores sobre su estado, sin embargo, no quedarían ahí. Nadal incluso tuvo que descartar una retirada semanas después ante la incógnita sobre cómo era su situación. "Estoy bien", reconoció durante un acto en el que recalcó que su "ilusión" era mejorar físicamente para "poder seguir jugando". Octubre sirvió para recuperar la ilusión, aunque con calma dejando en el aire cuándo iba a volver. Y poco después hizo oficial su hoja de ruta: jugar en Abu Dabi para llegar al máximo al Abierto de Australia de enero. La ATP Cup es otra de las opciones.
El año de Nadal
El balear no ha tenido un curso de sobresaliente. Bien por las lesiones, las renuncias o el desgaste, Rafa Nadal se ha tenido que conformar con el título en Roma como el máximo exponente de su éxito. El tenista español jugó su último duelo en Washington y cayó en dieciseisavos ante Harris. Pero antes tampoco había tenido mejor suerte: perdió en Roland Garros en semis contra el propio Djokovic, que consumó la revancha tras el triunfo de Nadal en la arena de Roma.
Rafa tampoco pudo avanzar más allá de cuartos en Madrid cayendo ante Zverev. Ni tampoco en Montecarlo o Melbourne, donde se quedó en la misma ronda. Solo Barcelona, donde consiguió reencontrarse con la victoria, le sirvió de impulso psicológico.
El camino de Nole
Djokovic ha sido el gran beneficiado de las lesiones de sus principales rivales. Especialmente de la de Nadal, pues la temporada de Roger Federer y sus constantes molestias físicas han dejado al suizo con muy pocas posibilidades de colocarse con 21 Grand Slams. El veterano, que decidió pasar por quirófano el pasado agosto, apenas ha disputado cinco torneos en el curso 2021 y con derrotas en los cuartos de final como su mejor resultado. Por lo tanto, un serbio en plenas condiciones podría suponer un rodillo para sus rivales directos.
Nole, además, comenzó por todo lo alto el curso tenístico ganando en Melbourne ante Medvedev. Así, el serbio se colocaba con 18 Grand Slams para comenzar su particular remontada y meter el máximo miedo. Sin embargo, su sorprendente derrota en los dieciseisavos de Montecarlo ante Evans frenó la euforia. Más todavía cuando luego cayó en Belgrado y sufrió el revés más duro en Roma ante Rafa. Un golpe que le sirvió de revulsivo.
El serbio ganó semanas después en otro torneo de Belgrado y se coronó rey de París en Roland Garros tras superar a Nadal en semifinales. El Grand Slam número 19 ya era un hecho y la presión para el balear se constataba. Más todavía cuando en Wimbledon, sin Nadal compitiendo, pasó por encima de la sorpresa italiana de Berretini para igualar a 20. Luego llegaría el frenazo: Tokio fue un fracaso sin medalla alguna y el US Open que le pudo poner como el mejor acabó para Medvedev. Desde entonces, Djokovic está en busca de alzarse como el mejor en 2022. Las lágrimas por no lograr el pleno lo dijeron todo.
Además, en todo este tiempo únicamente le han perseguido dos polémicas: la de la vacunación y la de su adiós a Tokio 2020. En el primer apartado porque el serbio ha sido de los que ha apostado por mantener en silencio la decisión de cada jugador respecto a la Covid-19. Y en el segundo porque Djokovic, que podía llevarse el bronce en el dobles mixto, decidió retirarse antes de jugar el partido tras perder en el duelo ante Pablo Carreño.
Nadal y Djokovic, por lo tanto, inician la temporada 2022 con los mismos Grand Slam y tras un proceso de descanso necesario en un curso marcado por la vuelta tras la Covid-19. El Open de Australia abrirá la carrera a contrarreloj por ver quién se posiciona primero en el olimpo tenístico.
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