Parecía que el 'caso Peng Shuai' había llegado a su fin después de la videollamada que realizaron la jugadora de tenis china y varios miembros del Comité Olímpico Internacional. Entre ellos se encontraba su presidente, Thomas Bach, quien llevaba la voz cantante en un encuentro que fue celebrado por todo el mundo, pero que rápidamente también dejó muchas dudas.
Que la tenista china Peng Shuai participara en esa videollamada no era garantía que durante su desaparición, la cual se prolongó durante más semanas, no le hubiera pasado nada después de denunciar los supuestos abusos sexuales del exvicepresidente del gobierno chino Zhang Gaoli.
Además, su aparición tampoco servía para justificar que durante esa llamada y durante su vida después de la denuncia, la jugadora no se encuentre bajo coacción de la dirección de un país que está en tela de juicio por su nula preocupación por los derechos humanos. Para generar más dudas, el Comité Olímpico Internacional informó de su encuentro con Peng mediante una foto y una nota de prensa, pero no se publicó el vídeo de la conferencia, lo que ha generado todavía más sospechas.
Todos estos cabos sueltos en el caso que atañe a una jugadora que lleva sin pisar una pista de tenis desde febrero de 2020, pero que llegó a ser número 1 del mundo en el ránking de dobles y doble ganadora de Grand Slam, no hacen más que avivar las dudas sobre la situación de Shuai. Quien sigue revolviendo el caso sin descanso en busca de respuestas en la WTA, la empresa que gestiona el circuito femenino.
La desconfianza de WTA
En la asociación femenina del deporte de la raqueta están convencidos que sigue habiendo cosas muy raras e insinúan que Peng, a pesar de estar viva, no está en libertad plena. Esta lucha por conocer totalmente la situación en la que se encuentra la tenista está encabezada por su CEO, Steve Simon, quien ha afirmado que no va a parar hasta conocer qué ha sucedido.
Desde WTA, han intentado hablar con Peng a través de varios correos electrónicos y, supuestamente, lo han conseguido, al menos eso es lo que dice la versión oficial. Sin embargo, desde la Asociación de Tenis Femenino desconfían totalmente de que quien les haya respondido sea realmente la propia Peng Shuai y que, en caso de haberlo hecho, haya podido escribirles con total libertad y sin pasar la censura del gobierno chino, esa que borró las denuncias contra Zhang Gaoli de sus redes sociales.
El propio Steve Simon se ha puesto en contacto con la CNN para transmitirles, vía correo electrónico, la preocupación real que sienten por esta circunstancia tan anómala y preocupante que están viviendo: "Nos hemos comunicado a través de varios canales de comunicación incluidos dos correos electrónicos, pero estaba claro que sus respuestas fueron influenciadas por otros".
Ahora, el máximo dirigente de la WTA ha asegurado que desde su equipo directivo han decidido poner punto y final a estas comunicaciones hasta que no tengan la certeza absoluta de que las respuestas son suyas y de que no están marcadas por el equipo de censores de las autoridades chinas.
La lucha por conocer la situación de Peng Shuai sigue activa en la WTA, algo que el Comité Olímpico Internacional no se ha tomado bien, ya que lo ven como una ofensa hacia lo que ellos consiguieron, el primer testimonio de vida de la tenista después de su misteriosa desaparición.
El COI saca pecho
La insistencia de la WTA no está sentando nada bien al COI, quienes se habían colgado la medalla de haber sido los primeros en poder hablar con Peng tras la terrible situación. En lugar de preocuparse por la situación real de la jugadora y trabajar por llegar hasta el final del asunto para poder después iniciar la investigación necesaria que esclarezca si hubo abusos y agresiones por parte de Zang, están intentando sacar pecho con aquella videollamada liderada por Thomas Bach.
La intención del Comité Olímpico Internacional no es otra que rebajar la tensión mundial respecto al estado chino, quien debe encargarse de organizar los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín en solo dos meses. Tras las amenazas generales que ha habido de boicot, suavizar el caso de Peng Shuai es fundamental.
Por ello, la videollamada realizada con la jugadora es su mejor arma. A ella le están dando todo el valor del mundo, usando la imagen de la jugadora viva y aparentemente tranquila como reclamo de la normalización de una situación muy grave y que es de todo menos normal.
La mayor defensa del Comité Olímpico Internacional está en su propia casa, ya que los miembros del equipo que lidera Thomas Bach tienen clara su línea a seguir. Así lo ha evidenciado Dick Pound, quien ha respondido de manera muy dura a las dudas de la WTA y de aquellos que siguen sin confiar en el bienestar de la jugadora.
También en conversación con la CNN, Pound ha sacado pecho por la labor del COI: "Mucha gente en todo el mundo quería saber qué le sucedió a Peng Shuai y nadie pudo establecer contacto con ella. Solo el COI pudo hacerlo. Mantuvo una conversación con Thomas Bach y otros dos miembros del COI. Nadie ha publicado el video porque supongo que ese aspecto era privado. La encontraron en buen estado de salud y de buen humor y no vieron evidencia de confinamiento ni nada por el estilo".
Unas palabras que pocos entienden y que evidencian que el Comité Olímpico Internacional y Thomas Bach están utilizando la figura de Peng Shuai como un trofeo y no como la vía para ayudar en esta guerra fría contra China. Además, parece que ya se les ha olvidado que el fin del 'caso Peng Shuai' era una investigación sobre esas supuestas denuncias por abusos sexuales.
Una guerra de poder
El 'caso Peng Shuai' ha paralizado el mundo, y no solo el deporte, en las últimas semanas. La situación de la tenista china ha llevado a expresarse a instituciones tan importantes como la Organización de las Naciones Unidas o como Estados Unidos. Sin embargo, fue el Comité Olímpico Internacional quien consiguió ese primer testimonio que ahora está exhibiendo como una victoria frente al mundo.
Este documento les está sirviendo para señalar a la WTA como una institución envidiosa que no se preocupa por el bienestar de la jugadora, para ellos confirmado a través de su videoconferencia, y que por eso pretenden seguir sembrando dudas en torno al caso. La Asociación de Tenis Femenino no ha rehuido el golpe y ha entrado en lo que es una batalla de intereses y de poderes que amenaza con dejar a la víctima en un segundo plano.
Ahora, la carrera entre las dos instituciones deportivas parece estar por ver quién consigue la mejor prueba en torno a la figura de Peng Shuai y no en ver quién consigue ser de ayuda para una jugadora cuya carrera tenística está prácticamente acabada y cuya existencia podría convertirse en un calvario. Lo cierto es que las dudas, aunque parecían disiparse, han vuelto y con más fuerza que nunca en un caso en el que cada vez hay más agentes externos.
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