Seis meses sin jugar. Esa es el calvario que está viviendo, y padeciendo, Dominic Thiem, un jugador llamado a estar entre los grandes y que ahora mismo pierde posiciones en el ránking a toda velocidad. De candidato a número a uno a salir de los cinco mejores. Después quedarse fuera del Top10 para terminar figurando en la decimoquinta posición.
Eso de momento, porque si la baja por lesión del austriaco se sigue alargando, esa caída a los infiernos podría ser todavía mayor. El 2021 no ha sido nada positivo para él ya que la temporada de su confirmación en la élite sigue sin llegar y ya ha cumplido los 28. Es difícil pensar que lo mejor de su tenis está por venir, especialmente cuando no levanta cabeza entre lesiones de larga duración y polémicas.
Esta situación le ha hecho perder fuerza como candidato a sustituir en el futuro, y en el presente, al 'Big Three' del tenis mundial. De hecho, Thiem era el mejor colocado para ser el heredero de Rafa Nadal en la tierra batida. Era el que tenía mayor capacidad de adaptación al polvo de arcilla de la nueva hornada. Sin embargo, los grandes éxitos se le resisten y ahora tendrá que resurgir de sus cenizas en un 2022 que podría ser uno de sus últimos trenes.
Sin Abierto de Australia
La última mala noticia que ha recibido Dominic Thiem es tener que decir adiós al primer grande de la temporada. Tenía previsto hacer su regreso en el Abierto de Australia después de estar seis meses lesionado. Pero esta vuelta tendrá que esperar un poco más. Un duro revés a sus aspiraciones de recuperar el terreno perdido con celeridad después de que ya el pasado curso tuviera que perderse los torneos de Wimbledon y el US Open.
Además, por si fuera poco, tampoco estuvo en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y la caída en el ránking y la inactividad le hicieron quedarse fuera de la Copa de Maestros. Ahora, su calvario de ausencias se prolongan también en Australia con una ausencia que no entraba en sus planes. De momento, tendrá que aplazar su regreso un mes más, estando prevista su vuelta a finales de enero en el modesto Open de Córdoba, en Argentina.
Un torneo poco vistoso para un momento muy importante en su carrera, ya que estos problemas de muñeca amenazan con ser una lacra que le acompañe durante el resto de su trayectoria. El fantasma que ha visitado a otros jugadores como Juan Martín del Potro o Rafa Nadal, quienes también han sufrido graves problemas con lesiones de muñeca de larga duración, empieza a atormentarle.
El propio Thiem ha sido el encargado de anunciar esta mala noticia tanto para sus intereses como para los de todos sus aficionados: "Después de unas cortas vacaciones, mi equipo y yo decidimos hacer algunos cambios en mi calendario inicial: empezaré en el Open de Córdoba, en Argentina, a finales de enero, y no jugaré el Open de Australia en Melbourne, una ciudad que amo y de la que guardo grandes recuerdos de inolvidables partidos. Echaré de menos los aficionados australianos, pero estaré de vuelta en 2023. Esta es la decisión correcta para regresar bien a la competición".
Seis meses de calvario
El último partido de Dominic Thiem fue en el mes de junio, cuando tuvo que retirarse el Mallorca Open en un duelo contra Mannarino en el que iba ganando 5-2. Sin embargo, el austriaco tuvo que decir adiós y desde entonces ya no ha podido regresar, acumulando muchos meses de ausencia, de dolor y de trabajo en silencio junto a su equipo para intentar recuperar el tiempo perdido.
Al igual que con el Abierto de Australia, Thiem también ha tenido que renunciar a la disputa de la ATP Cup, otro de los torneos que tendrá que esperar para disfrutar de su tenis. El ganador del US Open 2020, la mayor conquista hasta el momento de su carrera, permanecerá en su país durante unas semanas más donde intentará llevar a cabo un plan específico para apurar su estado de forma antes de hacer su regreso a las pistas.
Esta lesión de muñeca, y otros problemas de salud, ajenos a la Covid-19 eso sí, le están lastrando de manera recurrente durante este 2021. Aquella retirada en Mallorca fue el principio del fin para él, aunque su mala situación venía de atrás, ya que esa lesión en su muñeca derecha ha persistido mucho más de lo que se esperaba.
Rodeado de polémicas
Sin embargo, los últimos meses de Dominic Thiem no solo han estado marcados por las lesiones, sino también por las polémicas, casi todas ellas relacionadas con sus dudas con la Covid-19. El tenis ha experimentado la existencia de muchos jugadores que, si bien no se han denominado negacionistas, sí se han mostrado escépticos con los procesos de vacunación.
El caso más famoso es el de Novak Djokovic, quien todavía no se ha pronunciado sobre si ha recibido alguna dosis del antídoto y si podrá completar su pauta antes del Abierto de Australia, requisito indispensable para la disputa del torneo. No obstante, Thiem ha formado parte de ese bando durante mucho tiempo, ya que estaba decidido a no vacunarse, aunque finalmente terminó cediendo.
Esta polémica le persiguió durante meses y le puso en la diana de muchos compañeros y aficionados que le acusaban de ser una mala influencia. Fue en el mes de noviembre cuando terminó accediendo a recibir la vacuna contra la Covid-19, respondiendo así a todas las semanas de incertidumbre y debate que había generado su situación.
Su caso no solo se comparó al de Djokovic, sino también a otros famosos como el de Kimmich, jugador del Bayern de Múnich que se negó vacunarse y que después dio positivo sufriendo además una enfermedad pulmonar leve, o al de Kyrie Irving, que terminó regresando a la disciplina de los Brooklyn Nets para dar positivo solo unas horas después.
Sin embargo, en los últimos meses también ha sido protagonista por otras polémicas que no tenían nada que ver con la Covid-19. Así llegaron las críticas recibidas por parte de su antiguo fisioterapeuta, al cual despidió según su versión de una manera abrupta, sin motivo y de forma poco considerada.
Alex Stober le atizó de manera contundente por los cambios que llevó a cabo Dominic en su equipo, a pesar de que no tocó su núcleo más cercano. Este asunto le generó también algunas críticas que han provocado que Thiem haya estado en el candelero de manera constante en unos últimos meses en los que los resultados deportivos no le han acompañado.
El que fuera número 3 del mundo justo antes del estallido de la pandemia, en marzo de 2020, ahora se sitúa en la posición 15 del ránking ATP. Su mayor éxito, y casi su último, fue aquel triunfo en Estados Unidos después de que en 2020 hubiera llegado también a la final en Australia, torneo del que ahora será baja. Su progresión había sido meteórica y entre otras cosas, estaba llamado a ser el heredero de Rafa Nadal sobre la tierra batida de Roland Garros después de llegar a dos finales del Grand Slam en 2018 y en 2019.
Sin embargo, ese cetro cada día está más lejos y esa condición le viene cada más grande a un tenista al que solo le resta jugar la final de Wimbledon para haber estado en el partido decisivo por todos los torneos grandes. En 2018 y en 2019, también se quedó a las puertas de ganar las ATP Finals. 2022 se presenta como el año de su regreso, aunque para ello tendrá que superar sus graves problemas en la muñeca derecha.
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