La carrera de Novak Djokovic ha combinado polémicas y títulos en los dos últimos años. El tenista serbio, número uno del mundo y candidato a convertirse en el jugador con más Grand Slam de la historia este 2022, se ha mostrado contrario a la vacunación contra la Covid-19. Un hecho que, sumado a otras tensas declaraciones, estuvo cerca de dejarle fuera del Open de Australia. La exención médica recibida, entendida por el sector del tenis como un trato de favor al serbio para que juegue, ha convertido su participación en el torneo de Melbourne en un asunto de Estado.
El Open de Australia situó la vacunació como requisito indispensable para participar en el torneo. "No tiene nada que ver con chantaje sino con hacer que la comunidad de Victoria esté más protegida", indicaron autoridades políticas. Pese a ello, Djokovic se saltará esa norma gracias a la exención médica recibida. Tras esta decisión, el debate ya no está en la posición del número uno respecto a la vacuna, sino en el posible favoritismo recibido por el serbio.
El primer jugador en alzar la voz contra la participación de Djokovic ha sido Jamie Murray. Un nombre para muchos desconocido, pero que sabe lo que es ganar Wimbledon en el cuadro de dobles mixtos y que, además, es hermano del también campeón Andy Murray. Jamie, en la primera comparecencia tras el anuncio de Novak, ha sido claro: "Si hubiese sido yo quien no estuviera vacunado, no habría recibido ninguna exención".
La postura del jugador de Glasgow es similar a la de su hermano, que hace unos días llegó a bromear tras recibir la tercera dosis en un intento de ridiculizar las teorías antivacunas que hablan de la inserción de microchips. Andy Murray, además, fue de los primeros en defender la vacuna obligatoria porque es "suficientemente segura" y sería "por el bien del deporte", tal y como explicó en una entrevista para Sky Sports.
Hasta Toni Nadal, referencia española en la preparación de tenistas, ha mostrado su sorpresa al conocer la decisión respecto a Djokovic. "Debo reconocer que hasta el anuncio de este martes, yo pensaba que el jugador serbio renunciaría a participar en el torneo, o que se inocularía la vacuna", ha subrayado en una columna de opinión en El País.
La sensación en la ATP es generalizada. Aman Dahiya, un tenista de 17 años y de origen indio, no podrá participar en el Open de Australia por no estar vacunado. En su caso, sin embargo, no es por decisión propia, sino porque en el país no han comenzado a inocular ninguna dosis a los menores de edad. Dahiya, según ha señalado su entrenador a Efe, no pudo recibir ninguna exención médica.
Tras el revuelo entre la población, el primer ministro Scott Morrison ha querido despejar la duda sobre un posible trato de favor a Djokovic. "Si esa evicencia es insuficiente", ha asegurado en relación a la exención médica, "no será tratado de manera diferente", ha indicado en la BBC. "No debería haber reglas especiales para Novak Djokovic, en absoluto".
Tensión hasta el final
La presencia de Djokovic se confirmó hace unos días gracias a la organización. Por entonces, se entendía que el serbio había recibido alguno de los pinchazos de la dosis contra la Covid-19, pues era condición indispensable para formar parte del cuadro. Una situación que en las últimas horas se ha aclarado tras detallarse que recibirá una exención médica. Todo parecía perfectamente atado, pero el colmo de Djokovic se ha producido en el aeropuerto de Melbourne por un fallo en su visado.
La documentación solicitada por su equipo no era la indicada, pues no era viable para aquellas personas que contaban con exención médica. Así, Djokovic ha quedado atrapado en el aeropuerto, sin posibilidad de entrar a territorio australiano y recibiendo la negativa del Gobierno a una colaboración. "No proporcionaremos a Novak Djokovic asistencia para la solicitud de visa individual", ha llegado a indicar la Ministra de Deportes.
Así las cosas, la participación de Novak Djokovic en el Open de Australia puede ser la más polémica de toda su carrera. Además de haber mantenido la duda hasta el final, en caso de que acabe jugando lo hará en unas condiciones excepcionales, diferentes a las del resto de rivales y con el enfado de gran parte del sector del tenis que en meses anteriores defendió la vacunación obligatoria para participar.
Novak Djokovic nunca ha explicado si está vacunado o no. Una postura que ya de por sí generó cierta incertidumbre en el mundo del deporte por la relevancia de su posicionamiento. Sin embargo, las declaraciones realizadas en los últimos tiempos le han empujado a los postulados más antivacunas. "Personalmente me opongo a las vacunas y no me gustaría que nadie me forzara a vacunarme para poder viajar", reconoció en los primeros meses de la pandemia. Desde entonces, se ha negado a dar más detalles y ha rechazado la obligación de estar vacunado para jugar.
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