18:00 horas en Melbourne. Novak Djokovic completa su tercera sesión en la Rod Laver Arena, pista en la que levantó hasta nueve títulos de Grand Slam y que no sabe si volverá a pisar esta semana (y, por ende, durante el Abierto Australia). El 'culpable' de ello tendría nombre y apellido: Alex Hawke (Wollongong, 1977), ministro de Inmigración australiano.
Hawke parece ser, porque ya no se sabe qué más puede surgir, el último escollo que le queda por sortear a Djokovic para quedarse en tierra firme y jugar el Abierto que arranca este viernes 14 de enero. El ministro es quien todavía sopesa la cancelación del visado del tenista después de que el lunes un tribunal le diera la razón al serbio.
Recapitulando los hechos, Djokovic aterrizó el pasado miércoles a Melbourne con una exención médica para entrar en el país pese a no vacunarse contra la Covid-19. El motivo no es otro que haberse contagiado del virus en diciembre, aunque Nole tuvo tiempo de inocularse antes de ello. Aún así, al llegar al país oceánico, agentes de aduanas les esperaban en el aeropuerto tras denegarle el visado.
Después de haber sido retenido en un hotel mientras su abogados presentaron un recurso, a Djokovic se le permitió la entrada en el país. Las irregularidades de la policía fronteriza en el momento de pedir y analizar las pruebas sobre la exención médica al jugador le dieron la razón a este, según el juez Anthony Kelly, pero todo quedó en manos de un Alex Hawke que se dio un plazo de dos días, que se ha alargado hasta un tercero, para analizar minuciosamente el caso.
No tengo un mensaje para Novak, lo tengo para todos los que deseen visitar Australia: han de recibir las dos dosis
¿Quién es Alex Hawke? Es el ministro de Inmigración australiano y mano derecha de Scott Morrison, primer ministro australiano, quien dejó esta cita días atrás: "Las reglas son reglas, y nadie está por encima de ellas, especialmente cuando se trata de nuestras fronteras". Esta es un reflejo de la política de Morrison y Hawke, quienes han actuado con puño de hierro durante toda la pandemia.
La responsabilidad recae sobre Hawke, militante del Partido Liberal Australiano. Su vida antes de la política se resume en cuatro puntos: su madre murió cuando él tenía 10 años, estudió en centros públicos, se graduó con una Licenciatura en Artes y una Maestría en Gobierno y Asuntos Públicos en la Universidad de Sídney y sirvió seis años en el ejército, escalando hasta la categoría de teniente en Nueva Gales del Sur.
Su cargo actual lo ocupa desde 2020, siendo antes ministro de Defensa y ministro de Relaciones Exteriores de Australia. Como ministro de Inmigración le ha tocado lidiar con la pandemia en uno de los países con mayores restricciones y eso se ha traducido en fuertes medidas en sus fronteras, como es el caso de prohibir la entrada a personas no vacunados salvo contadas excepciones.
Uno de los pocos que han logrado superar las 'barreras' de Hawke fue el actor Dylan Efron, hermano de Zac Efron, que pudo entrar en el país en abril de 2021, cuando el país estaba cerrado a cal y canto, tras obtener una exención del gobierno del estado de Nueva Gales del Sur. El motivo es que iba a formar parte de un proyecto que dejaría en torno a dos millones de dólares a la industria cinematográfica del país.
Pero aquel episodio les costaron a las autoridades, entre ellas Hawke, fuertes reacciones de la población del país, los principales en sufrir las fuertes restricciones por la pandemia. Es de entender que eso tenga que ver ahora con la batalla que se lleva a cabo contra un Djokovic sin vacunar y con varias sospechas que pesan sobre su documentación y discurso.
La familia Murugappan
El de Nole no es el único caso polémico y mediático al que se enfrenta, siendo muy sonada allí la decisión que tomó en el caso de la familia Murugappan, familia indígena que busca asilo en Australia. Los padres llegaron por separado en barcos de traficantes de personas y se casaron en tierras aussies, donde tuvieron a sus dos hijos. Pero en 2018, antes de que Hawke tomara el cargo de ministro, la familia fue detenida por parte de la Fuerza Fronteriza de Australia cuando vivía en la pequeña ciudad de Biloela.
La familia sigue peleando desde entonces para no ser deportada y desde 2020 la responsabilidad recae sobre Alex Hawke. En junio de 2021, la hija menor enfermó de neumonía y se permitió que fuera trasladada en avión al Hospital Infantil de Perth desde Christmas Island, donde la familia vivía bajo detención comunitaria.
En agosto, el Tribunal Superior rechazó la solicitud de la visa para la hija menor. En septiembre, los otros tres miembros de la familia recibieron visas temporales de 12 meses, pero no la niña en un gesto que se entiende que el Gobierno no cede con su libertad. Obligados a permanecer en Perth al seguir la más pequeña bajo detención comunitaria, nada les asegura que no vayan a ser deportados cuando venzan las visas temporales.
La otra gran polémica que rodeó a Alex Hawke ocurrió a finales de 2020, durante el periodo navideño, cuando amenazó con deportar a cientos de mochileros británicos que fueron de fiesta en una playa de Sídney el día de Navidad cuando un brote de casos de coronavirus amenazaba la zona. Otra muestra del que no cumple con las reglas en Australia se expone a fuertes medidas. Ahora Djokovic está en manos del ministro con puño de hierro.
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