El Abierto de Australia se acerca a su arranque. El primer paso fue el sorteo del cuadro, realizado este jueves, y a partir del próximo lunes comenzarán a disputarse los cruces tras la fase previa. El foco, como no, está puesto sobre un Novak Djokovic que no se sabe si acabará jugando o no y que podría alterar todo dependiendo de la decisión que se tome sobre su deportación.
Rafa Nadal y las decenas de tenistas que participarán en el primer Grand Slam del año están pendientes de si el cuadro sufre algún cambio. La situación de Djokovic está en el punto de que el ministro de Inmigración australiano, Alex Hawke, está investigando toda la documentación del caso y debería tomar una decisión durante la madrugada española del viernes.
Lo lógico es que todo quede resuelto en los próximos tres días. Si Djokovic no es deportado, todo quedará como está y se enfrentará el lunes o el martes a su compatriota Miomir Kecmanovic, como determinó el sorteo. Si se le expulsa del país, empezarán los problemas y habrá que cambiar el cuadro, repercutiendo además el momento en el que se conociera que el tenista serbio no puede participar en el torneo.
Hay hasta tres supuestos a tener en cuenta si Djokovic es deportado.
Opción 1
Que la decisión sobre Djokovic llegue el viernes o el sábado, abandonando el país para entonces. Si Nole es deportado antes de que haya orden de juego, que a priori se conocerá el domingo, su posición en el cuadro será ocupada según una extraña norma de la ITF (Federación Internacional de Tenis) para los Grand Slams.
El quinto cabeza de serie, es decir, Andrey Rublev, ocuparía el lugar del primero y su sitio quedaría para el 17º, que es Gaël Monfils. Alexander Bublik, el tenista con mejor ranking sin ser cabeza de serie, reemplazaría al francés.
Para Nadal quedaría un camino más despejado, apareciendo Rublev en el horizonte en semis, aunque más duro sería el duelo de cuartos que, presumiblemente, sería contra Alexander Zverev. El gran beneficiado es un Daniil Medvedev (2º) que tendría camino despejado hasta semis, donde lo esperado sería Tsitsipas.
Opción 2
Que la decisión sobre la deportación de Djokovic no llegue hasta el domingo. Entonces Nole sería sustituido por un 'lucky loser', es decir, uno de los tenistas derrotados en la última ronda de la previa del Abierto de Australia. Eso descargaría mucho la zona del cuadro por la que va Nadal, que es también por la que van Pablo Carreño (19º) y Carlos Alcaraz (31º).
El tenista de más ranking contra el que se podría medir Nadal en unas hipotéticas semifinales sería Matteo Berrettini (7º), siendo eso también una gran oportunidad para Carreño y Alcaraz, que van por ese cuadrante, de plantarse a un paso de la gran final del Abierto de Australia.
Por otro lado, la parte contraria del cuadro, en la que están Medvedev y Tsitsipas como hombres fuertes, no habría cambios. Roberto Bautista (15º) es la gran esperanza española por ese lado.
Opción 3
Que la decisión se demore aún más y llegue con el torneo ya en marcha y el número uno haya debutado. En ese caso no quedaría más alternativa que descalificar a Djokovic de inmediato, deportarlo y que su hueco quede vacante. Su eliminación significaría que su siguiente rival en la competición, sea la ronda que sea, tendría vía libre para pasar a la siguiente sin tener que jugar.
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