A última hora del sábado, Novak Djokovic se montó en un avión rumbo a Dubái para salir de Melbourne después de perder su recurso ante el Gobierno australiano y ser deportado, poniendo fin a un tira y afloja que comenzó en torno a la vacunación contra la covid-19 y terminó mucho más allá. Camino de casa, dejando atrás uno de los episodios más convulsos en la historia del deporte moderno, el serbio posiblemente se planteó lo mismo que el mundo entero: ¿es un punto de inflexión definitivo en su vida?
¿Volverá a jugar en Australia?
A los 34 años, Djokovic se enfrenta a una sanción de tres años sin poder entrar en Australia. Esa es la consecuencia, según la ley, a la que se expone cualquier persona que sufra dos retiradas de visado, aunque existen excepciones a las que el serbio podría tratar de acogerse para volver al torneo más importante de su carrera antes de retirarse: en Melbourne, Nole ha conquistado en nueve ocasiones el primer grande del año (2008, 2011, 2012, 2013, 2015, 2016, 2019, 2020, 2021), ejerciendo un dominio comparable al de Rafael Nadal en Roland Garros (12 títulos) o Roger Federer en Wimbledon (ocho). En cualquier caso, y analizando la postura del Gobierno australiano durante los últimos días, parece complicado que el serbio pueda encontrar la manera de eludir ese castigo y regresar a suelo australiano antes de 2026.
¿Qué pasará con el resto de su calendario?
Salvo que tome la decisión de vacunarse contra la covid-19, Djokovic se encontrará con problemas para jugar muchos de los torneos habituales de su calendario, incluyendo otros tres grandes (Roland Garros, Wimbledon y el US Open) además del Abierto de Australia. En Estados Unidos, donde se solicita la doble vacunación como requisito indispensable de acceso, se celebran tres Masters 1000 (Indian Wells, Miami y Cincinnati), así como otros eventos importantes. Igual sucederá en París para participar en Roland Garros, tal y como confirmó el domingo la ministra de Deportes de Francia, Roxana Maracineanu. En Reino Unido sí podría entrar, aunque sometiéndose a una cuarentena de 10 días. En consecuencia, el serbio no podría disputar ni un gran evento sin sobresaltos.
¿Repercutirá en la lucha por ser el mejor tenista de todos los tiempos?
Djokovic comparte con Nadal y Federer un triple empate en número de títulos de Grand Slam (20 cada uno) en la histórica carrera que el trío mantiene por la eternidad. Con el serbio fuera del Abierto de Australia, el español tiene la oportunidad de tomar ventaja ganando el título (es el único jugador en el cuadro individual masculino que lo ha conseguido previamente), lo que le permitiría llegar a Roland Garros en una posición favorable para elevar ese número a 22 en París, su territorio más favorable. Si finalmente Nole no puede disputar los cuatro grandes cada año, al contrario que sus rivales directos en la pelea por ser el mejor de todos los tiempos, la desventaja para el serbio sería evidente.
¿Y al número uno?
Djokovic suma 355 semanas en la cima de la clasificación, una cifra récord. Al no poder defender su título de campeón del Abierto de Australia, sin embargo, cederá 2.000 puntos y pondrá en peligro el número uno mundial, que podría arrebatarle Daniil Medvedev o Alexander Zverev. Si el ruso gana el trofeo, se quedaría con el trono del circuito, sumando 800 puntos netos y recortando la diferencia que le separa ahora mismo del serbio (2.080). Igualmente, si el alemán consigue la victoria, sumaría 1.280 puntos, suficientes para adelantar a Nole y asaltar la primera posición del ranking.
¿Le afectará a su rendimiento?
Atrapado en distintas tormentas fuera de la pista a lo largo de los últimos tiempos, Djokovic ha demostrado puño de hierro para salir adelante por muy feas que estuviesen las cosas a su alrededor. Ni organizar el Adria Tour, varias exhibiciones que se celebraron entre junio y julio de 2020 sin distanciamiento social o mascarillas (y que terminaron con varios positivos entre los propios tenistas participantes), ni sufrir la descalificación en los octavos de final del Abierto de los Estados Unidos, tras propinarle un pelotazo a una juez de línea, tuvieron consecuencias en el éxito deportivo de Nole. En 2021, el serbio se quedó a una sola victoria de conquistar los cuatro torneos del Grand Slam la misma temporada (perdió en la final del Abierto de los Estados Unidos con Medvedev), toda una demostración de entereza ante las adversidades. Esta vez, sin embargo, Djokovic se enfrenta a una crisis de dimensiones desconocidas que podría abrir una herida muy profunda en el campeón de 20 grandes.
¿Cómo queda su relación con el vestuario?
Durante los últimos días, los jugadores han tomado posiciones en la disputa de Djokovic contra el Gobierno australiano. Algunos, como Nick Kyrgios, se han mostrado a favor de que el serbio jugase el primer grande de la temporada. Otros, como Stefanos Tsitsipas, se han posicionado en contra, asegurando que muchos tenistas se han vacunado solo para poder estar en Melbourne.
Nadal, posiblemente uno de los dos mayores rivales deportivos de Nole, dijo lo siguiente antes de que el tenista fuese deportado: “le respeto mucho y le deseo todo lo mejor, pero no estoy de acuerdo con muchas de las cosas que ha hecho en las últimas semanas. He tenido una buena relación con él durante toda nuestra carrera. Hicimos cosas importantes para el circuito, para nuestras fundaciones y para eventos benéficos. Hemos estado juntos cuando pasaba algo negativo aquí en Australia o en todo el mundo, pero en este caso, desde mi punto de vista, hay muchas preguntas que necesitan respuesta”.
Solo el tiempo podrá descubrir cómo de dañados están los lazos de Djokovic con el resto del vestuario.