Buenas noticias para el tenis español que mantiene vivos a dos de sus mayores aspirantes en el Abierto de Australia. En una jornada de contrastes, Paula Badosa y Pablo Carreño se han convertido en dos integrantes más de los octavos de final del torneo que se está celebrando estos días en la ciudad de Melbourne.
Los dos sufrieron de lo lindo, pero consiguieron superar sus compromisos de tercera ronda para dar continuidad a su buen estado de forma. Mientras Badosa superaba a la ucraniana Kostyuk en tres sets, (6-2, 5-7 y 6-4), Carreño hacía lo propio con el estadounidense Korda en cuatro mangas (6-4, 7-5, 6-7 y 6-3).
La tenista española tuvo su partido más complicado de lo que va de torneo, pero tal y como ella misma afirmaba tras el choque, le gustan "los momentos complicados y de presión". En esta ocasión, supo resolverlo de manera impecable y aunque cedió un set, pudo mantenerse en la pelea para llevarse la contienda.
Paula comenzó exhibiendo un muy buen nivel de tenis en la primera manga. En la línea de lo que está demostrando en este Abierto de Australia, parecía un encuentro más en el que no daría opciones a su oponente. Sin embargo, no fue así, ya que Kostyuk se rehizo para igualar la contienda tras un muy buen segundo set.
En el tercero y definitivo, la pelea estuvo muy pareja aunque Badosa consiguió imponer su ley y su juego en la pista para dar una gran alegría más al tenis español que ya había perdido a su otra representante femenina. Nuria Párrizas vio cómo terminaba su sueño en Australia tras caer en dos sets ante la estadounidense Pegula.
Nuria peleó bien la primera manga que se resolvió en el tie-break por un tanteador parcial de 7-3. En la segunda, las fuerzas flaquearon y Pegula se impuso por 6-2. De esta forma, el cuadro femenino se queda con una única superviviente española. Badosa se medirá en los octavos de final a la también estadounidense Madison Keys, número 51 del mundo, por lo que es clara favorita para colarse entre las ocho mejores del primer grande de la temporada.
Carreño sufre y vence
En el cuadro masculino también ha sido una jornada agridulce, de buenas y malas noticias. La nota negativa la puso la dura derrota de un heroico Carlos Alcaraz que estuvo rozó la machada ante Berrettini. Cedió en cinco sets después de remontar un 2-0 inicial.
Quien sí venció fue Pablo Carreño, aunque no sin sufrimiento. En un partido que rozó las tres horas y media de duración, el tenista español pasó por momentos de todos los colores. Arrancó de manera formidable, golpeando en los momentos precisos y certeros para apuntarse los dos primeros sets. Ambos se desarrollaron de manera igualada, pero cayendo del lado de un Pablo que se mostraba solvente.
Además, Korda precisaba de la atención de los médicos por un problema en su pie derecho, lo que decantaba todavía más el partido a su favor. Sin embargo, el estadounidense se repuso y consiguió dar las sorpresa en el tercero al llevárselo en el tie-break por un apretdo 8-6. Tocaba seguir trabajando.
Y Pablo lo hizo, aunque no sin problemas. Tras el tercer set era Carreño quien solicitaba las asistencias médicas para tratarse unos problemas de espalda. Pudo seguir jugando y pudo seguir ganando. Resolvió el set por la vía rápida, seguramente el más cómodo de todo el choque, y se clasificó para los octavos de final donde tendrá la oportunidad de vengar a Alcaraz ante Matteo Berrettini.
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