El 30 de enero de 2022 pasará a la historia como el día en el que Rafa Nadal (Manacor, 1986) entró en el Olimpo de los mejores deportistas de la historia. El jugador de tenis español levantó el segundo Abierto de Australia y su vigesimoprimer Grand Slam de su carrera. No lo hizo de una forma cualquiera, ya que remontó dos set en contra ante Daniil Medvedev. Nadie había sobrepasado la cifra de los 20, donde estaban empatados el manacorí, Novak Djokovic y Roger Federer. Ahora la pregunta se centra en si es el mejor de todos los tiempos.
Estos tres todavía prometen más guerra, ya que por lo menos el serbio y Nadal seguirán enfrentándose en las pistas. La batalla de los Grand Slam no ha acabado, pero después de traspasar todas las fronteras del deporte con la hazaña que ha conseguido en Melbourne es razonable pensar que es el mejor en el mundo del tenis y también en el del deporte en general. A sus 35 años, la sombra de Rafa se sitúa sobre otras leyendas como Muhammad Ali, Michael Jordan, Tiger Woods, Tom Brady o Michael Phelps.
Los 13 Roland Garros, los cuatro US Open, los dos Wimbledon y, desde este domingo, los dos Open de Australia hacen de su carrera la del deportista más importante del mundo en este momento. Los otros 90 títulos ATP completan este legado que es admirado en todas los lugares de La Tierra que se puedan imaginar. Un español ha conquistado la cima del deporte con una raqueta en la mano, aunque de ese legado también queda una figura admirable por sus valores dentro y fuera de la pista.
La mayor gesta de su carrera llegó con épica, como los grandes campeones. El partido entre Nadal y Medvedev es comparable con las peleas de Ali con Frazier, la Super Bowl de Brady ante los Atlanta Falcons, el partido entre los Chicago Bulls y los Utah Jazz o los 100 metros lisos de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Las predicciones le daban durante un instante del partido un 4% de opciones de ganar a Rafa. No hay una forma mejor de entrar en la leyenda.
El Olimpo
No es sencillo poner por encima de unos a otros, pero todo el mundo tiene claros los nombres que trascienden en la historia del deporte. Lo son por sus victorias, pero también por lo que movieron socialmente. Muhammad Ali no solo fue el mejor boxeador de todos los tiempos por los cinturones que ganó, si no también por su activismo social. Una figura que trata de emular Lewis Hamilton, que comparte con Michael Schumacher el récord de títulos mundiales de Fórmula 1 con siete.
En el mundo del motor también encontramos a Giacomo Agostini y sus 15 títulos de motociclismo que nadie ha podido igualar. Un dominio comparable a la huella que han dejado en los Juegos Olímpicos tanto Michael Phelps como Usain Bolt. El primero hizo historia con las 28 medallas que le convierten en el deportista más prolífico en una cita olímpica. El segundo se convirtió en el hombre más rápido sobre la faz de La Tierra con sus 9,58 segundos y sus ocho medallas.
Todo el mundo también coincide a la hora de hablar de Michael Jordan como el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos. Sus seis anillos de la NBA son los números que lo respalda para pertenecer también a este Olimpo de los más grandes de siempre. En Estados Unidos aún hay una figura más grande en la NFL. Tom Brady, con siete campeonatos en su haber, le convierten en el GOAT de este deporte. Unas figuras a las que también se suma Tiger Woods y sus 15 Majors.
Hay más discusión cuando se habla del mejor jugador de fútbol de la historia. Pelé tiene méritos más que razonables para pensarlo con sus tres Mundiales, Diego Armando Maradona tuvo más trascendencia por su juego que por sus éxitos, Alfredo Di Stéfano elevó al Real Madrid al estrellato con sus cinco Copas de Europa, Cristiano Ronaldo le emuló con otras cuatro y Leo Messi hizo del FC Barcelona el mejor club del mundo con los tripletes y el sextete.
Nadal, uno más
Es lícito pensar que Rafa Nadal, con sus 21 Grand Slam, está entre los más grandes atendiendo a estos mitos. No se puede negar tampoco a Federer y a Djokovic un hueco en el Olimpo, pero el español se diferencia de ellos desde este domingo con un abierto más. Además, después de que lo hiciera el serbio, este domingo el manacorí se ha convertido en el segundo jugador de la Era Open en ganar todos los abiertos en dos ocasiones.
Lo ha conseguido cuando se debatía incluso entre la retirada y continuar jugando con la lesión crónica en su pie. Ni él mismo imaginaba que iba a rendir de la forma en la que lo ha hecho estas últimas dos semanas. Rafa ha superado todos los problemas físicos que se le han planteado para ser el mejor. De París 2005 a Melbourne 2022 hay 17 años de carrera siempre ganando. Solo hay dos en los que no ha ganado un Grand Slam en su carrera: 2015 y 2016. Nadie tiene 15 temporadas así.
Pero tiene aún más retos por delante para hacer más grande su legado. Si se atiende a la categoría femenina, Nadal todavía tiene por encima a Margaret Court (24), Serena Williams (23) y Steffi Graf (22), así que puede encontrar aún más motivación para seguir adelante. Lo mismo sucede con los 109 títulos ATP de Jimmy Connors, los 103 de Federer y los 94 de Ivan Lendl. Si Rafa ya es grande desde este domingo, aún tiene tiempo para serlo aún más.
"Hace un mes y medio no sabía si podría jugar aquí, pero ahora estoy lleno de energía para volver aquí el año que viene, así que nos vemos el año que viene", decía tras levantar su vigesimoprimer Grand Slam. Rafa Nadal, siempre que su estado físico se lo permita, va a seguir intentando dar razones al mundo para ser recordado como uno de los mejores de la historia, si no el mejor. Este 30 de enero de 2022 quedará grabado para siempre como el día en el que puso un pie en el Olimpo del deporte.
[Más información: Del Roland Garros 2005 al Abierto de Australia 2022: los 21 Grand Slam de Rafael Nadal]