"Máxima alegría". Estas eran las primeras palabras que acertaba a decir Toni Nadal sobre su sobrino Rafael. Una persona muy importante dentro de los éxitos de la carrera del tenista español y de esos 21 Grand Slam que ha levantado con el último ganado en Australia. Por eso, su emoción era máxima después de haber visto su última gesta.
Toni siguió desde la Rafa Nadal Academy la victoria de su sobrino sobre Daniil Medvedev. Lo que comenzó siendo una mañana aciaga, horas después se transformó en historia del deporte mundial. La final en Melbourne contra el ruso entra directa en la lista de grandes victorias del manacorí. Esas batallas ganadas con sudor y lágrimas. Una épica lucha a cinco sets y con una remontada de las que verdaderamente hacen afición.
En conexión con Eurosport, Toni hablaba así del sufrimiento que han pasado y de las claves que a su buen entender le han dado su segundo título en la Rod Laver Arena después del levantado en el 2009. Han pasado 13 años y Rafa sigue en la cresta de la ola, demostrando que es el mejor, el que nunca se rinde.
"Cuando perdió el segundo set, perdimos bastante la fe. Yo soy de los que creí que Rafael podía ganar. Creía que en una final mi sobrino era capaz de superarse. También es cierto que ha empezado el partido con bastantes nervios".
Toni apuntaba a los nervios como la principal causa de las malas sensaciones que daba Nadal en el inicio. La bola no le corría, los primeros no entraban y Medvedev jugaba a placer y casi sin forzar. Rafa venía de momentos muy complicados y estar en la final ya era un gran premio.
"Todo lo que ha pasado estas semanas es casi un milagro. Tres días antes de salir hacia Australia llamó a mí hijo y no sabía si podría viajar después de pasar la Covid. Cuando finalmente viajó, lo hizo por ganas de poder competir más que por tener convicción de poder hacerlo bien. Y ahora tres semanas después está con el trofeo de un torneo que se nos había resistido en tantas ocasiones".
Por si esto fuera poco, una vez remontada la situación, el quinto set revivió para Toni fantasmas del pasado: "He tenido miedo del quinto set porque tuvimos break en el quinto contra Djokovic y contra Federer y hoy estaba en la misma situación. He pensado nos pasa otra vez, pero mi sobrino es un gran campeón".
El valor del 21
Una victoria que sabe especial para Nadal y no por los 21 grandes, sino por todo lo que ha superado recientemente: "Cuando uno conoce los problemas que ha tenido Rafael, trasciende mucho más. Yo valoro el deporte por la capacidad de superación que demuestra una persona. Es lo que tiene más sentido y lo que él hace en cada momento".
"Después de verle en el primer partido pensé que era imposible que ganara a los mejores como Zverev o Medvedev, veía que sus desplazamientos eran costosos. Pero una semana después mírale, se ha movido bien. Tenía miedo de que un partido así llegara al quinto set y se alargara porque ha llegado con poca preparación, pero ha conseguido ganar así y remontando los dos primeros. Estamos maravillados".
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