"Sí, ese es el precio que estoy dispuesto a pagar". Es la respuesta de Novak Djokovic cuando le preguntan si sacrificaría su participación en grandes torneos como Roland Garros o Wimbledon por mantener su postura sobre la vacunación de la Covid. El tenista serbio se reafirma sobre sus principios en una entrevista en la BBC.
Djokovic, que se mantiene como el número 1 del tenis en el mundo, aclara que no se considera antivacunas. Su postura sobre no vacunarse, según su pensar, viene por el derecho individual a elegir.
"Nunca he estado en contra de la vacunación, pero siempre he apoyado la libertad de elegir lo que te metes en el cuerpo", dice. Confiesa que siempre ha sido "un gran estudioso del bienestar, la salud, la nutrición", por lo que teme que la vacuna pueda tener un impacto negativo en su cuerpo y, por ende, en su rendimiento deportivo.
"Los principios de decisión sobre mi cuerpo son más importantes que cualquier título o cualquier otra cosa. Intento estar en sintonía con mi cuerpo todo lo que puedo" añade.
Pese a todo, Djokovic recalca que está "manteniendo [la] mente abierta" de cara a vacunarse en un futuro. "Todos estamos tratando de encontrar colectivamente la mejor solución posible para terminar con la Covid", explica.
Djokovic se arriesga a perderse importantes torneos este año. Ahora mismo se quedaría sin jugar ninguno de los tres Grand Slam que quedan, aunque Francia está por cambiar los requisitos de entrada al país y eso daría pie a la participación de Djokovic en Roland Garros. Las puertas de Wimbledon (que se juega a finales de junio) y US Open (inicios de septiembre) siguen cerradas para el serbio.
Deportación en Australia
Djokovic también trata su deportación en Australia. Sobre aquel episodio, el serbio dijo estar "realmente triste y decepcionado por la forma en que todo terminó para mí en Australia". "No fue fácil", añade y luego da su punto de vista sobre la razón por la que fue expulsado del país.
"Lo que la gente probablemente no sabe es que no fui deportado de Australia sobre la base de que no estaba vacunado, o que rompí alguna regla o que cometí un error en mi declaración de visado. La razón por la que fui deportado de Australia fue porque el Ministro de Inmigración usó su discreción para cancelar mi visado basándose en su percepción de que podría crear algún sentimiento anti-vacunas en el país o en la ciudad, con lo que estoy completamente en desacuerdo".
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