Día grande e histórico en la carrera de Carlos Alcaraz. El tenista murciano se mete por primera vez en las semifinales del Mutua Madrid Open después de estrenar su casillero de victorias contra Rafa Nadal. El número 9 del mundo, que será al menos número 7 el próximo lunes, tuvo que superar una batalla rocambolesca con lesiones, parones y alternativas de juego y ánimo para ambos tenistas. Ahora se medirá a Novak Djokovic en unas semifinales de altos vueltos tras cerrar su victoria por 2-6, 6-1 y 3-6.
Carlos comenzó arrollando a Rafa en un partido extraño con roturas de saque para los dos jugadores. De hecho, el murciano rompió el servicio de Nadal en sus dos primeros intentos. En medio, Rafa también había respondido con la misma moneda. Sin embargo, el primer set no tuvo color y el jugador de El Palmar ajustició al ganador de 21 grandes con una superioridad pocas veces vista en un rival del balear. Alcaraz había venido a Madrid a por todas.
Su juego estaba siendo impecable, encontrando ángulos imposible e imprimiendo a sus golpes la potencia que acostumbra. Era un vendaval sobre la pista ante un Nadal en horas bajas y falto de rodaje. Además, estaba sabiendo leer muy bien las dinámicas defensivas del de Manacor para romperle de vez en cuando con dejadas casi imposibles de leer. No solo es físico el nuevo talento español, también es técnica y calidad.
Barrió a Rafa por 6-2 en la primera manga y se presentó en el segundo set con claras opciones de resolver la contienda por la vía rápida. Sin embargo, el partido tenía guardados una serie de acontecimientos que dejaron al murciano fuera de juego totalmente. Primero, una seria torcedura de tobillo al intentar alcanzar una derecha de Rafa con la que le había puesto en aprietos.
El controverido segundo set
Carlos necesitó de atención de los servicios médicos para tratar lo que podría haber sido incluso un fuerte esguince de tobillo. Sin embargo, el jugador de 19 años, con su pie vendado, intentó regresar al choque para recuperar sensaciones. Pero la situación había cambiado totalmente. Rafa había visto a su rival herido y quería aprovecharlo con todo. Puso el modo rodillo y no dio opción a su oponente, claramente mermado.
Alcaraz corría de un lado a otro renqueante y sin poder mantener el alto nivel que había mostrado en los primeros compases del partido. Sin embargo, el choque tendría otro nuevo parón, esta vez por un problema en la grada con un aficionado que había sufrido una indisposición. Todos se quedaron esperando a ver qué sucedía, con la duda de detener el partido o de hacer solo un breve descanso. Todo dependía de si lo que había ocurrido era grave o algo pasajero, como Nadal le intentaba hacer ver al propio Alcaraz sobre la pista.
El choque finalmente se reanudó y Rafa siguió lanzado. Tenía claro que era el momento del partido de asestar el golpe para igualar la contienda y poder tener sus opciones de colarse entre las cuatro mejores raquetas del torneo. En las semifinales le esperaba Novak Djokovic, el número uno del mundo. Nadal quería otro duelo de altura contra el serbio y por eso terminó solventando por la vía rápida un set en el que Carlos no había hecho acto de presencia. El resultado final de 6-1 así lo dictaba.
El resurgir de Alcaraz
Pero Alcaraz, demostrando una fortaleza pocas veces vista, consiguió recuperarse y poco a poco fue mostrando mejores sensaciones, recuperando su juego desde el fondo de pista, imprimiendo potencia a sus golpes y volviendo a encontrar la magia que esa torcedura de tobillo le había robado. Así fue como consiguió romper el saque de Rafa para volver a ponerse por delante en el marcador.
Con break arriba, volvió a dominar y cortó de raíz el resurgir de Nadal. El balear, con clara falta de ritmo, mostró de nuevo los problemas que ya había sufrido contra Goffin y se alejó de esa mejor versión que había lucido en el segundo set ante un Alcaraz dolorido. Los apuros con la derecha paralela volvieron a lastrar la elección de sus golpes y eso lo leyó perfectamente el murciano para cerrarle todos los huecos y castigarle donde más le estaba doliendo.
En su primera sesión de tarde en el torneo, Carlos encontró mejores sensaciones con la bola y aunque volvió a ceder un set, terminó derribando al número cuatro del mundo. El murciano, muy fuerte de piernas, estaba teniendo una gran efictividad con las pelotas de ruptura y no le dio a Nadal ni la más mínima oportunidad de encontrar la heroica.
Se puso 3-1 en el marcador y después supo gestionar perfectamente su ventaja para terminar venciendo por 6-3 con uno de los puntos del torneo. Después de salvar varios ataques del balear, se sacó un passing de derecha paralela a la esquina que llevó la locura a las gradas de la pista Manolo Santana.
La central de la Caja Mágica despidió con honores a su gran campeón, Rafa Nadal, y le dio a Alcaraz el impulso para afrontar otro gran reto en su carrera: su primer duelo contra el número uno del mundo, Novak Djokovic. Pero eso será este sábado. Ahora Carlitos tiene que disfrutar de su gran hazaña, la cual ha contado con gran protagonismo en las gradas de personajes ilustres como Raúl González Blanco, Toni Kroos, Luka Modric, Vinicius y hasta el rey Felipe VI. El príncipe del tenis mundial sigue su camino.
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