A Felix Auger-Aliassime no le pilló por sorpresa, ni mucho menos. Cuando el canadiense comenzó a trabajar con Toni Nadal en los primeros meses de 2021, el entrenador balear solo le puso una línea infranqueable: que no le ayudaría en caso de medirse a Rafael Nadal, su sobrino y durante casi tres décadas el jugador al que guio, moldeó y tuteló. Ese momento llegará este domingo cuando el español y el canadiense se encuentren en los octavos de final de Roland Garros en un cruce difícil para todas las partes.
"Quiero que gane Rafael", reconoció Toni el viernes en París. "Si perdiese, sería la derrota menos dolorosa porque ganaría un tenista con el que colaboro, pero a mí no me gusta engañar: yo soy tío de Rafael y no es un sobrino lejano, es algo más. Si Felix jugase contra mi hijo… no querría que ganase. Esto es lo mismo", añadió. "Veré el encuentro por la televisión. No me voy a sentar en ningún palco. Si me dan una entrada general, quizás voy a verlo".
"No tengo ninguna duda de que Toni quiere lo mejor para mí", dijo el campeón de 21 grandes después de superar a Botic van de Zandschulp. "Es difícil que no quiera que yo gane, aunque trabaje con otra persona. Por todo lo que hemos pasado juntos y sentimos como familia, le sumamos todo lo que vivimos a lo largo de nuestra vida", siguió el número cinco mundial. "Ya me había dicho antes que no estaría en el palco el día del partido. Si hubiese estado, no me causa el más mínimo problema porque no tengo ninguna duda de sus sentimientos".
"No creo que Toni pueda contarme nada nuevo sobre Nadal", reconoció Auger-Aliassime, que perdió su único precedente ante el español en Madrid 2019. "Pero lo hablamos desde el principio, sobre la posibilidad de que me enfrentase a Rafa en algún momento", remarcó. "En realidad, no hay mucho que decir. Le conozco y le he visto jugar muchas veces. Veremos si en la pista soy capaz de encontrar soluciones por mí mismo".
Así, Nadal y Auger-Aliassime se ven las caras en un partido de alto voltaje, envuelto por un puñado de emociones que han marcado los días previos al encuentro.
"Me gustaría que mi sobrino ganase Roland Garros", confesó Toni. "Desgraciadamente, para hacerlo debe derrotar a Felix. Yo me siento muy cómodo con él, tengo la suerte de colaborar con un jugador que es de lo mejor del circuito como persona, y además un buen tenista, pero soy familia de Rafael", prosiguió. "En cualquier caso, le veo con opciones. Ha mejorado mucho en tierra, aunque aún tiene altibajos. Ha cambiado cosas, como jugar con más altura. Si sigue mejorando, creo que es candidato para ganar aquí en los próximos años", avisó. "El domingo, el favorito es Rafael, y a Felix no le tiene que afectar eso".
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