Novak Djokovic no levanta cabeza. El jugador serbio ha recibido hace pocos días la mala noticia de haber perdido el número uno del mundo después de caer en los cuartos de final de Roland Garros. La derrota contra Rafa Nadal le ha relegado al tercer puesto de la tabla después de no haber podido defender los 2000 puntos ganados en 2021. Una situación que podría ser más grave aún tras Wimbledon, donde este curso no se repartirán puntos y además se anularán los repartidos también el año pasado.
Sin embargo, las malas noticias para el balcánico no cesan y es que ahora se ha puesto en seria duda su participación en el US Open, el cuarto Grand Slam de la temporada. Una situación que podría resucitar lo ya vivido a principios de curso con la enorme polémica que se generó en torno a su participación en el Abierto de Australia.
Djokovic ha vivido unos momentos de cierta tranquilidad desde su regreso a las pistas, especialmente en la gira de tierra. Allí ha vuelto a ganar, ya que consiguió salir vencedor del Masters 1000 de Roma. Después llegó su participación en Roland Garros y ahora se prepara para intentar levantar su séptima corona en Wimbledon.
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Dudas con el US Open
Las dudas han surgido después de que la organización del US Open emitiera un comunicado aclarando la situación que imperará respecto a los tenistas rusos y bielorrusos. Estos no podrán competir en el torneo británico debido a la prohibición de la organización que lleva el evento celebrado en el All England Club. Sin embargo, no sucederá así en Flushing Meadows.
La dirección del US Open sí permitirá a los Medvedev, Rublev y compañía competir en su torneo, aunque tendrán que hacerlo en condiciones especiales. Siempre con una bandera neutral y sin poder exhibir sus colores nacionales. Algo que ya supone un adelanto respecto a lo que se vivirá en Wimbledon.
Sin embargo, lo que no ha llegado en dicho comunicado es qué pasará con la situación que atraviesan jugadores que como Novak Djokovic, no se han vacunado contra la Covid-19 y, por lo tanto, no tienen el famoso certificado. Estados Unidos sigue exigiendo este documento para que personas extranjeras puedan entrar en sus fronteras.
Así pues, ahora mismo 'Nole' no podría poner un pie en Nueva York. De hacerlo, se arriesgaría a vivir una situación muy similar a la que ya padeció en Melbourne a principios de año y que terminó con su extradición y una posible sanción que podría llegar hasta los tres años sin poder jugar el Abierto de Australia.
Djokovic no cambia el paso
Djokovic ha manifestado en varias ocasiones su negativa a someterse a los procesos de vacunación. Lo vivido en el Abierto de Australia tuvo más capítulos en los meses posteriores. Precisamente en suelo americano. Novak no pudo acudir ni al Masters 1000 de Indian Wells ni tampoco al de Miami debido a esta circunstancia. En el primero figuraba dentro de la lista de inscritos, además como primer cabeza de serie, pero sin haber recibido el antídoto contra la Covid-19 se quedó en tierra.
Esta condición de persona no vacunada le hizo tener un principio de temporada para olvidar, alejado de las competiciones y en el ojo del huracán de todas las críticas. Mientras la organización del evento no se pronuncie, seguirá imperando la ley nacional y en sus variaciones es donde están las posibilidades de éxito de Djokovic.
Lo que el jugador serbio y todo su equipo esperan es que, en los dos meses que todavía restan para que se inicie el evento, la situación respecto a la antigua pandemia pueda relajarse aún más. Así, el gobierno estadounidense podría eliminar esta medida que ahora mismo impide al actual número tres del mundo llegar hasta sus fronteras para jugar sus torneos. En caso de que esta situació no cambie, no solo afectaría lógicamente a su participación en el US Open, sino a todos los torneos de la gira americana de pista rápida que se celebren dentro de territorio estadounidense.
Quizás el miedo a vivir una situación similar a la de Australia, y que la posibilidad de que Rafa Nadal abra un hueco de hasta tres o cuatro Grand Slams respecto a su palmarés, podrían hacer a 'Nole' cambiar de opinión y terminar aceptando la vacunación. Lo cierto es que los peores fantasmas del pasado vuelven a dibujarse en su horizonte.