El mundo del tenis está habituado a vivir en continuo cambio. El deporte de la raqueta es uno de los universos que más intenta adaptarse a los nuevos tiempos. Algunas veces lo consigue con éxito y otras se convierte en el centro de las críticas, como ha sucedido ahora con Wimbledon por su veto a los jugadores rusos y bielorrusos. Ya pasó también con el caso de Novak Djokovic y los problemas vividos en Australia.
En estos momentos, el tenis se prepara para un proceso profundo de cambio que entrará en vigor próximamente. Concretamente, en la nueva temporada. Un modelo que se pondrá a prueba a comienzos del año 2023 y con el que se intentará crear un nuevo orden mundial.
Una mejora sustancial que afectará a pilares tan importantes como la obtención de ingresos, el reparto de premios de los diferentes torneos, la creación de un nuevo calendario y la petición de una mayor transparencia en todas las gestiones. Un nuevo plan que ha sido denominado como OneVision y que está impulsado por el presidente de la ATP, Andrea Gaudenzi.
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El máximo mandatario del circuito masculino ha querido poner en común sus ideas con las principales figuras que tiene dentro de su negocio. Y lo que ha supuesto un precedente es la obtención de una respuesta positiva. Así se pretende terminar con las diferentes escisiones que habían surgido en los últimos años como la asociación impulsada por parte de Novak Djokovic. OneVision pretende recuperar la unidad del tenis mundial con un modelo de presente, pero sobre todo de futuro.
Llega el proyecto OneVision
La ATP ha creado un nuevo modelo para el tenis mundial con el que intenta encontrar un nuevo horizonte para el deporte de la raqueta, a la par que tener una estabilidad y una unidad total en todos sus diferentes estamentos. Las mayores críticas que han recibido los circuitos masculinos y femeninos en los últimos tiempos son que han estado demasiado divididos a la hora intentar progresar y buscar medidas favorables para todos, especialmente para los jugadores.
Con el proyecto de OneVision lo que se persigue ahora es una mayor unión entre jugadores y organizaciones. La entrada en vigor de este nuevo modelo intentará aumentar los ingresos recibidos y también crear un nuevo calendario que permita reducir la diferencia de categoría entre los torneos ATP Tour, donde se incluyen los Masters 1000 y los ATP500 y ATP250, y los Grand Slam. Los cuatro torneos grandes son los actuales reyes del mercado y los circuitos profesionales tienen la necesidad de seguir su estela.
Los principios que marcan este nuevo proyecto son: impulsar la unidad, mejorar la experiencia de los aficionados y aprovechar las oportunidades de crecimiento. Este proyecto nació a principios del año 2020, cuando Andrea Gaudenzi llegó al cargo de presidente de la ATP. Desde entonces, ha estado perfilando este gran paquete de medidas que ahora verán la luz a principios de 2023. Cierto es que todo el proceso ha estado ralentizado por los efectos mundiales de la pandemia de la Covid-19.
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Las fases del proyecto
El modelo OneVision tendrá varias etapas para evaluar su crecimiento. La primera estará centrada en los torneos Masters 1000, eventos que ahora mismo están muy lejos de la supremacía que marcan los Grand Slam. Estos torneos van a sufrir modificaciones muy importantes en sus repartos monetarios, los cuales darán mayor protagonismo a los jugadores y también a la transparencia de la gestión que se realiza con esos ingresos.
Por primera vez se permitirá realizar una auditoría totalmente independiente y se otorgarán a los jugadores una parte de las ganancias que reciba el torneo. Eso, además del premio en metálico base que reciben por participar y por sus logros deportivos. El reparto de los ingresos anteriormente citados se intentará que se produzca de una manera equitativa, con un 50-50. Una medida que sería histórica. Esta reforma será aplicable sobre todo para los Masters 1000.
Los torneos de segunda categoría verán ampliada su duración, intentando ofrecer así un mayor espectáculo de mayor nivel a los aficionados. Alargar estos torneos provocará que haya menos huecos en el nuevo calendario y que algunos eventos de categoría ATP250 puedan desaparecer.
Solo en el año 2023 habrá cinco torneos que amplíen su duración de 8 a 12 días, lo que permitirá que tengan cabida 96 tenistas en lugar de 56. Ya esta temporada han seguido esta tendencia torneos tan importantes como el Masters 1000 de Indian Wells y el de Miami. Los premios de estos torneos se incrementarán en un 35% en un plan que pretende cumplir este objetivo antes del año 2025. Los eventos elegidos para esta primera reforma son Madrid, Roma, Shangai, Canadá y Cincinnati.
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La segunda fase de este nuevo proyecto será aumentar el fondo de bonificación anual. En este 2022 tiene solo 11 millones de dólares y la previsión es que crezca como mínimo hasta los 20. Este fondo cubre actualmente a las 12 mejores raquetas del planeta, pero se espera que su cobertura llegue hasta el Top30. En paralelo se trabaja para la creación de un nuevo plan de apoyo financiero que pueda ser útil para los 140 primeros clasificados de ranking. El reto es que cada vez más tenistas cuenten con ayudas lideradas por el impulso dado por las nuevas políticas de la ATP.
Además de lo que tiene que ver con el nuevo calendario, los cambios en los diferentes torneos y el reparto de premios, la ATP también pretende ser la impulsora de la creación de un gobierno unificado que termine con la descentralización que vive el tenis mundial. En estos momentos existen hasta siete estamentos que tienen voz y voto en su control: la ATP, la WTA, la ITF y los Grand Slam, los cuales operan de manera independiente.
Se pretende también que dentro de esta gran unidad se cuente con el apoyo del grueso de los jugadores del circuito, los cuales también han estado fragmentados en los últimos tiempos. El caso más grave llegó con la creación de una asociación propia liderada por Djokovic. Ahora, el Consejo de Jugadores de la ATP apoya estos cambios.
El sello de Nadal
Para conseguir el éxito pleno y que todo llegue al inicio del año 2023 de una manera positiva, ha sido necesario contar con el apoyo de varias figuras importantes del circuito. A la cabeza de esa situación se ha situado Rafa Nadal, quien ha bendecido recientemente el nuevo proyecto ideado por el italiano Andrea Gaudenzi. El modelo OneVision tiene el sello del balear, quien considera que este es el camino correcto para que el deporte de la raqueta crezca rumbo al éxito y a una expansión mundial sin precedentes.
"Estoy de acuerdo con Gaudenzi, perdemos mucha energía debatiendo entre nosotros, los torneos luchan por sus intereses y los jugadores luchan por los suyos". Esto decía Rafa mientras el líder de la ATP pedía unidad en las gestiones para intenta luchar contra la competencia deportiva. Uno de los pilares que el italiano ha tenido a la hora de llevar a cabo su plan era terminar con las disputas que tanto han erosionado las relaciones en el tenis y que han provocado fuertes divisiones que parecían irreconciliables.
Nadal también bendice el hecho de que el reparto de premios respecto a los Masters 1000 vaya a cambiar dando un mayor protagonismo a los agentes que al final hacen grande el tenis y estos torneos: los jugadores. Rafa considera que esta nueva política, que no solo da mayores ganancias a los tenistas, sino que opera en base a una mayor transparencia, "es una fórmula ganadora".
Una de las mayores defensas que hace Nadal sobre este plan es el crecimiento que registrarán los Masters 1000. El balear consideraba que había una diferencia demasiado grande respecto a los Grand Slam teniendo en cuenta que se trata de torneos muy importantes dentro del calendario y de la posterior elaboración de la clasificación. De esta manera mejoran su consideración general y reducen la distancia con los gigantes del tenis mundial.
"Los Masters 1000 son torneos enormes. A veces, desde mi punto de vista, están los Grand Slam y el resto de los torneos mucho más abajo, así que nuestro objetivo desde la ATP es poner nuestros torneos más cerca de los Grand Slam en términos de promoción e importancia". Una defensa férrea la realizada por Rafa del plan llevado a cabo por Gaudenzi y que cuenta con el sello del éxito inconfundible que siempre imprime el ganador de 22 Grand Slam. Nadal aprueba y da su toque personal al nuevo modelo que imperará el tenis mundial a partir del 2023 y que buscará su recuperación y reconstrucción.