LIV Golf ha provocado un maremoto en el mundo de los palos y los green. Arabia Saudí impulsó un nuevo circuito que ha cambiado para siempre esta modalidad. El país del Golfo Pérsico no para y planea ser sede o participar en otros objetivos que les permitan seguir con lo que se conoce como Sportwashing. Hechos como el asesinato de Jamal Khasoghi minaron la imagen exterior de la nación y tratan de recuperarla mediante un lavado a través del deporte. Ahora pone el punto de mira en el tenis.
La WTA, el circuito femenino, ha recibido el interés de organizar las Finales, el torneo de maestras, por parte de Arabia Saudí. Así lo ha podido confirmar el New York Times. The Telegraph informó unos días antes de los planes de este país por albergar una cita, que fueron confirmadas ahora por el medio estadounidense con una de las empresas promotoras de torneos del cuadro de mujeres, RBG. Ambas informaciones coinciden en que, ante la negativa constante de la ATP, la nación centra sus esfuerzos en este circuito.
De momento, la WTA lo niega todo. Pero el hecho de que la salud económica del circuito femenino es menos boyante que la del masculino, hace que esta oferta de Arabia Saudí pueda ser bien recibida. Cabe recordar que el contrato de las Finales con China fue cancelado después de lo sucedido con Peng Shuai, la jugadora que acusó a un vice primer ministro chino de agresión sexual y luego desapareció. Después de celebrarse el año pasado en Guadalajara, México, podrían trasladarse al Golfo Pérsico.
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China había pagado 14 millones de dólares en premios en 2019, el primer año del acuerdo, a las jugadoras que acudieron a las finales. Eso fue el doble de la cantidad de premios de 2018. La WTA reubicó las finales el año pasado en Guadalajara, que ofreció solo cinco millones. Amy Binder, portavoz de la organización del tenis femenino, deja la puerta abierta a Arabia Saudí: "Como organización global, apreciamos las consultas recibidas de cualquier parte del mundo".
Peter-Michael Reichel, promotor de RBG que llevó en 2019 un torneo de exhibición a Arabia Saudí y que está en la junta directiva de la WTA, también confirma en el New York Times este interés: "Soy muy optimista de que podemos desarrollar el negocio del tenis allí. La imagen internacional habla del asesinato de Khashoggi y los permisos de conducir para mujeres. Esto es lo que la gente sabe y creo que hay mucho más". Mientras, una exmiembro de esa misma junta cree que "no sucederá por muchas razones".
"Piensan que si no vamos a China, no podemos ir a Arabia Saudí. No quiero ver esta comparación, porque China es algo muy específico con la agresión sexual para uno de nuestros jugadores, y Arabia Saudí es un mercado que se está abriendo para las mujeres y tratando de apoyar a las mujeres, lo cual es una buena señal. Pero estoy en medio de estas discusiones con nuestra gira, y no estoy seguro de que podamos lograrlo en el 2023, pero en el 2024 ya veremos", razona Reichel.