El estreno en Wimbledon del hombre de moda en el tenis mundial no ha podido ser más épico. Carlos Alcaraz debutó en el torneo londinense frente al alemán Jan-Lennard Struff, que le puso en serios aprietos para pasar de primera ronda. El jugador español tuvo que sacar su mejor saque, 30 aces en total, como reconoció con el micrófono y varios golpes de su repertorio infinito con el que levanta a la grada. El siguiente reto será el neerlandés Tallon Griekspoor.
El servicio de Struff le llevó al límite y 'Carlitos' pudo comprobar cómo se las gasta la hierba en Londres. Con puntos que raramente superaron los cuatro golpes, con un cañonero enfrente que jugó el partido del año y marchando siempre a remolque, tuvo que sufrir más de lo esperado. Se notó que es el tercer partido oficial de su vida sobre hierba, aunque las más de cuatro horas que pasó en la pista 1 este lunes fueron una experiencia que le vendrá bien para el torneo.
Alcaraz se mostró feliz tras conseguir una sufrida victoria y recibir el respaldo abrumador del público en la pista uno del torneo londinense. "Todavía no sé cómo saqué hoy, ha sido mi mejor partido al servicio. Ese ha sido el arma que usé en el partido", señaló un pletórico 'Carlitos'. Reconoció que se sentía "bastante bien" tras el triunfo y que tampoco esperaba moverse "tan bien" como lo hizo por la pista. Todo son buenas sensaciones para el murciano.
Eso sí, también se le vio algo desesperado. Fue un aprendizaje acelerado del tenis sobre hierba, con la tensión consiguiente en cada pelota, con la penalización hiperbólica de cualquier desliz. El campeón en Miami, Madrid, Río y Barcelona de esta temporada también jugó el que es su sexto partido consumiendo los cinco set. Sólo ha perdido uno, ante Matteo Berrettini, en el último Open de Australia. Esto es también un aviso a navegantes de su condición física con 19 años.
Porque no hay que olvidar que es el jugador más joven del cuadro masculino y aún así tiene el cartel ya de favorito. Ya lo conocen por todo el planeta, pero en Wimbledon faltaba por desatarse la euforia por Carlitos. El público disfrutó con sus puntos inverosímiles. Mientras Juan Carlos Ferrero sufría expresándolo con esa rodilla que no para de moverse, el español acostumbra a descorchar sus mejores golpes cuando se acerca al abismo. Este lunes lo vio de cerca con el objetivo de no acercarse más.
Su próximo rival
Fabio Fognini dijo después de que se conociera que Wimbledon no iba a repartir puntos que para esas fechas estaría con su familia en Formentera. Pues podrá cumplir con su palabra. Era el que se esperaba que se enfrentara a Alcaraz en segunda ronda, pero cayó en cuatro set ante Tallon Griekspoor. El tenista neerlandés será el rival del español. No hay precedentes entre ellos, por lo que el murciano buscará mejorar su versión ante un jugador al que no conoce.
A Alcaraz le volvieron a preguntar por una presión que rechaza: "No como uno de los favoritos a ganar el torneo. Si juego bien, tengo el nivel para ganarlo, pero hay otros muchos jugadores más experimentados sobre hierba que juegan mejor. Sólo quiero ganar experiencia sobre hierba y disfrutar de cada partido". La experiencia de este lunes es para toda la vida, pero el público ya le espera este año en las rondas más importantes.