Novak Djokovic está en la final de Wimbledon. El jugador serbio tendrá la oportunidad de conquistar su cuarto título consecutivo en el All England Club de Londres después de vencer a Cameron Norrie en un partido que tuvo absolutamente de todo. El serbio pasó por momentos malos, pero supo rehacerse para ofrecer a los asistentes a la pista central del complejo británico su mejor versión.
El antiguo número uno del mundo se desenvuelve en la hierba de Londres como en su propia casa. Y así se lo hizo saber a un Norrie que soñó con la gesta de derrocar a uno de los reyes históricos del tenis. Sin embargo, el balcánico puso el modo apisonadora y se le llevó por delante sin opción a ofrecer una mínima resistencia.
Norrie sorprendió y se apuntó una primera manga en la que Djokovic casi ni se había presentado en la pista. El serbio se había quedado, metafóricamente, en los vestuarios. Estaba superado y sin encontrar ni el camino ni las salidas. Pero fue un espejismo. Ese 6-2 de la primera manga solo le sirvió de acicate, para despertar y presentar sus credenciales a su título de Grand Slam número 21. Ahora que Rafa Nadal ya está en los 22, el balcánico tiene la oportunidad de recortar distancia con el balear, su máximo rival.
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Pero enfrente tendrá a Nick Kyrgios, un jugador tan imprevisible como peligroso. En este 2022 está de dulce. Ya ganó su primer grande en Australia en el cuadro de dobles y ahora sueña con el primero en individuales. Quién lo diría viendo las que ha liado el australiano. Pero así es este genio incomprendido, por momentos maleducado, con el que el tenis lidia torneo a torneo.
En Londres ha demostrado ser otro, con sus excentricidades, pero más metido en su juego y en sus posibilidades. Su calidad es indiscutible. Por talento, seguramente sea uno de los mejores del circuito y no el 40 como indica su posición en el ránking ATP. Sin embargo, se puede explicar en gran medida por su mala cabeza.
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El aussie ha lamentado no haber podido jugar el partido de su vida contra Rafa Nadal, unas semifinales contra el mejor de la historia en el torneo más prestigioso. Sin embargo, la lesión del balear ha empañado su trayecto hasta la final. Ahora, tendrá la oportunidad de medirse en el partido decisivo al que seguramente sea el mejor tenista de todos los tiempos en esta superficie, con el permiso eso sí de Roger Federer.
Djokovic llega con rodaje después de un Wimbledon que empezó con complicaciones, pero que ha cerrado de manera brillante. Los tres sets ganados ante Norrie, 6-3, 6-2 y 6-4, demuestran que su nivel vuelve a ser el demostrado en años anteriores y que no ha podido exhibir durante este curso tan complicado. Quizás solo en el Masters 1000 de Roma, su único título importante.
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La final del morbo
Con vistas a esa decisiva final, 'Nole' ha hablado de enfrentarse a Kyrgios, con quien nunca se ha medido en un partido tan importante. Será la 32ª oportunidad que tenga el serbio de apuntarse un Grand Slam que, de ganarlo, será el 21. Sin embargo, no lo tendrá fácil. El australiano y el serbio solo se han enfrentado dos veces y las dos han caído al lado del excéntrico tenista. Ambos enfrentamientos fueron en 2017.
"Es un jugador de grandes partidos. Su mejor tenis lo ha hecho contra los mejores. Sabemos lo que puede hacer. Es un poco sorpresa, sí. Seguramente mucha gente no le daba muchas oportunidades, pero nosotros sabemos lo peligroso que es en esta superficie. Parece que mentalmente está mejor que hace unos años. Como aficionado del tenis estoy encantado de que esté aquí. Tiene que estar en estos partidos y se lo merece".
Djokovic ha hablado también sobre la relación que tiene con Nick, la cual ha mejorado después de que el australiano fuera de los pocos que le apoyó con su polémica de principios de año: "No sé si se le puede llamar 'bromance' aún. Tenemos mejor relación que antes de enero de este año. Él fue de los pocos que habló públicamente, que me apoyó. Fue un gesto que aprecio mucho. Le respeto por eso mucho". Por último, se permitió el lujo de bromear con el famoso gas que inhala de una botella y que tanto revuelo ha generado:"Es una poción mágica. No puedo comentar aún lo que es".