El Masters 1000 de Cincinnati ha dejado una de las historias más surrealistas que se han producido en el panorama tenístico del año. La guerra entre Rusia y Ucrania que sigue manteniendo en vilo a toda Europa y a todo el mundo ha tenido su capítulo particular en el torneo estadounidense. Ha sido durante el partido que han disputado Anna Kalinskaya y Anastasia Potapova.
Allí, una aficionada, Lola, ha vivido una situación de lo más desagradable. El conflicto entre los dos países no solo está presente en el campo de batalla, también en una sociedad que ya ha adoptado esta rivalidad como algo normal y cotidiano. Y eso es lo que le ha sucedido a Lola cuando estaba presenciando un choque entre estas dos jugadoras de origen ruso.
La historia, narrada por el periodista Ben Rothenberg en su cuenta de Twitter, ha sido de lo más surrealista. Lola vive muy cerca de las instalaciones de CincyTennis y se dispuso a ver el choque entre estas dos jugadoras soviéticas. Sin embargo, lo hizo con una bandera de Ucrania arropando su cuello. Un gesto que claramente buscaba visibilidad y solidaridad con el pueblo ucraniano.
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Sin embargo, ella no hizo nada más que estar viendo el partido tranquilamente con su bandera. También portaba en su cabeza un vinok, una corona floral típica de Ucrania. Todo estaba normal y calmado hasta que una de las jugadoras paró el choque para quejarse de que esta aficionada le estaba molestando al portar la bandera de un país que estaba en guerra con el suyo. Así se lo hizo saber a la jueza de silla, profesional de la WTA que se vio obligada a intentar mediar en el conflicto.
La realidad es que el remedio fue mucho peor que la enfermedad, ya que avivó aún más la discusión que se había originado. La jueza le indicó a la aficionada que no era agradable para las jugadoras estar exhibiendo esta bandera teniendo en cuenta la situación de conflicto bélico que existe actualmente. Sin embargo, ella le respondió que lo que no era agradable era invadir un país como el estado de Vladímir Putin había hecho con el de Zelenski.
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La expulsión y posterior excusa
Ese fue el detonante del mayor de los desastres. La seguridad entró en pista después de ser llamada por la jueza de silla y obligaron a Lola a abandonar la cancha, lo que generó aún más discusiones entre todos los participantes. Los marshals encargados de la seguridad del torneo se pusieron agresivos con la aficionada y le llegaron a amenazar con llamar a la policía si no obedecía sus indicaciones. Y todo por llevar la bandera un país invadido.
Al ver lo sucedido, muchos aficionados que se encontraban en el lugar de los hechos intentaron ayudar a Lola asegurando que ella no estaba haciendo nada. Muchos definieron lo que estaba sucediendo como un atropello a sus libertades en una tierra que supuestamente presume de ser la máxima expresión de las mismas.
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Sin embargo, la defensa de estos aficionados no consiguió nada y Lola finalmente se vio obligada a abandonar las instalaciones. Con una actitud calmada, dejó su localidad y se marchó para no generar una controversia mayor. Acompañada por una amiga ucraniana, ambas caminaron por las instalaciones de CincyTennis durante unos minutos.
Poco después, el jefe de seguridad se acercó hasta ellas y le dijo a Lola que la excusa para haberles echado de la pista, además de la posible afrenta político-social, era que su bandera superaba las medidas reglamentarias aceptadas dentro de la instalaciones. El máximo era de 18x18 pulgadas. Sin embargo, muchas personas habituadas a presenciar partidos de este torneo año tras año han asegurado que este tipo de banderas se han exhibido en otras ocasiones sin problema alguno.
Ella aseguró que si ese era el problema, no tenía problema en recortarla. Sin embargo, tuvo que acudir hasta su vehículo para guardarla allí y después ya sí pudo regresar a las instalaciones para seguir presenciando los encuentros del torneo. La popularidad del caso provocó que Lola fuera entrevistada por varios medios locales para explicar lo sucedido en lo que ha supuesto una nueva polémica dentro del universo del tenis relacionada con el conflicto que sigue vivo entre Rusia y Ucrania.