Alcaraz, a por el US Open y el nº1: el "hándicap" que ve su equipo y el plan que ya le funcionó contra Ruud

"Es verdad que ser número 1 sin ganar un Grand Slam es complicado, pero siempre he soñado más con eso". Es el deseo de Carlos Alcaraz (El Palmar, 2003), que no tendrá que elegir este domingo. Un premio y otro van de la mano por un día y solo dependen de una cosa: vencer en la final del US Open a Casper Ruud (22:00 horas).

El ganador se lo lleva todo y 'Carlitos' tiene la Historia al alcance de sus manos. Si vence, será el número 1 más joven de todos los tiempos. Si vence, también se convertirá en el campeón del US Open más pequeño desde 1990 y de un Grand Slam desde 2005. 19 años y 129 días, una marca que Alcaraz puede dejar para la eternidad.

El único que lo puede evitar es un pupilo de Rafa Nadal. De heredero a heredero. Ruud de su escuela y Alcaraz de su legado. Al meterse en la final, ambos evitaron que el manacorí volviera al número 1 del mundo y ahora se repartirán su corona virtual. Son el futuro compitiendo en el presente.

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Alcaraz llega a la final como favorito, pero con mayor castigo físico que su rival. En total, ha afrontado 20 horas y 31 minutos de juego durante las dos semanas del US Open. Son prácticamente tres más que las que ha tenido Ruud: 17 horas y 38 minutos. La culpa la tienen los tres largos partidos que jugado el español desde octavos.

El resto de los números son los siguientes: 229 juegos disputados por Carlos (92 perdidos) y 235 por Casper (91 perdidos). Alcaraz solo ha concedido a sus rivales un set más que Ruud (6 a 5) y no ha ganado ninguno de los cuatro tie-break que jugado, mientras que el noruego solo ha perdido 2 de 6. Son las cifras del camino a la final.

El camino de Alcaraz

El US Open era la cita señalada en el calendario de Alcaraz, pero llegaba con dudas. Su paso por Montreal y Cincinnati fue decepcionante y arrastraba malas sensaciones en los torneos 'grandes'. Sus eliminaciones en Roland Garros (en cuartos ante Zverev) y en Wimbledon (en octavos ante Sinner) enfriaron su temporada. Era "un proceso" por el que debía pasar, insistían los que más horas pasan con él dentro y fuera de las pistas.

La pista central del torneo neoyorquino, la Arthur Ashe, ha visto a Carlos quitarse la venda. El momento justo en el que esto ocurrió fue en el partido de cuartos contra Sinner, su némesis deportiva ahora y en el resto de su carrera. El italiano le había tomado la medida, pero Alcaraz reaccionó el día más indicado: salvó una bola de partido en contra y ganó una batalla histórica de más de cinco horas.

Antes del partidazo contra Jannik, Alcaraz pasó las tres primeras rondas como un trámite: Sebastian Baez -que se retiró con 2-0-, Federico Coria y Jenson Brooksby no fueron capaces de arrancarle un set al murciano. En octavos, inesperadamente, el croata Marin Cilic le llevó a cinco mangas y empezó ahí su maratón.

La penúltima piedra en el camino fue Frances Tiafoe. El estadounidense, verdugo de Nadal y revelación del torneo, desató una pelea de pura fuerza y potencia en la cancha. Alcaraz se impuso, demostrando el prodigio físico que es. La victoria la adornó con puntos imposibles de los suyos, que levantaron de su asiento hasta a la mismísima Michelle Obama.

Estadísticas del Carlos Alcaraz - Frances Tiafoe del US Open David Vicente

"Lleva 15 sets en 72 horas y todos ellos muy intensos". Quien habla es Antonio Martínez Cascales, mentor de Juan Carlos Ferrero y director de la academia donde se ha formado Carlos Alcaraz. Atiende a EL ESPAÑOL a poco de poner rumbo a Nueva York, para unirse al resto de la amplia expedición que acompaña al tenista murciano. 

Además de familiares como su hermano, Alcaraz ha estado acompañado toda la semana de gran parte de su inseparable equipo de trabajo: su entrenador Ferrero, su mánager Albert Molina, su fisio Juanjo Moreno y su médico Juanjo López. Son el apoyo de Carlos, que se ha ido recuperando en tiempo récord de los esfuerzos de sus partidos.

Antonio retransmite lo que le comentaban Ferrero y cía antes del partido contra Tiafoe: "Me decían que estaba un poco cargado, pero al 99%. Así se vio en el partido". Tras otros cinco sets encima, el cuerpo de Alcaraz amenaza con resentirse: "Es el hándicap que le veo para la final, por lo demás está jugando a un nivel fantástico. Si recupera bien, lo conseguirá", añade.

Cuando conoció a Carlos no tenía este ni 14 años y a día de hoy le sigue sorprendiendo. "Demasiado pronto", dice sobre todo lo que está consiguiendo el pupilo de su pupilo. "Le vendrán bastantes partidos para ganar algún Grand Slam más, pero este es especial porque son dos premios importantes", dice de la cita de este domingo en Nueva York que no se ha querido perder.

Juan Carlos Ferrero, Albert Molina, Juanjo Moreno y Juanjo López, animando a Carlos Alcaraz durante el US Open Instagram

"Creo que a Casper Ruud nadie le había tenido en cuenta", dice Antonio sorprendido por el rival de Alcaraz por el US Open y el número 1. Todos esperaban otro rival, como Medvedev, Kyrgios o Nadal, pero el noruego se ha ganado a pulso estar ahí. Cierto es que el ruso o el australiano se fueron cayendo de su lado del cuadro, pero él ha tenido la determinación que ellos no.

Empezó con algunas dudas, dejándose sets en contra en segunda y tercera ronda. Luego entró en calor. No ha tenido un partido de cinco sets en octavos, cuartos o semis. Moutet, Berrettini y, por último, Khachanov fueron cayendo frente a él. Ruud llega fresco a la final: su único partido que duró más de cuatro horas fue en tercera ronda ante el estadounidense Tommy Paul.

Estadísticas del Khachanov - Casper Ruud del US Open David Vicente

El Alcaraz-Ruud "será bonito", como dice Antonio, y no solo por ese vínculo 'nadaliano' que les une. La batalla está servida entre dos tenistas que solo se han medido dos veces, ambas en el último año. Las dos las ganó Carlos. Pero el noruego ha ido a más y será un peligro para el español en su día más importante.

Aunque pocos contaban con las opciones de Ruud, es el primero de la historia que en un torneo puede pasar del número 7 al 1 del mundo. En el equipo de Alcaraz ni siquiera entienden la palabra "susto". Menos aún Carlos: "El partido lo afronta motivadísimo. Será difícil, pero tiene muchas posibilidades", señala Antonio.

El plan del saque y volea

El cansancio puede jugar más en contra de Alcaraz que de Ruud, pero esta sigue siendo la superficie de Carlos. La pista dura es donde mejor se desenvuelve ante las adversidades, tal y como comprobó Casper en su último enfrentamiento. Fue en la final del último Masters 1.000 de Miami (7-5 y 6-4 para el murciano). El terreno era el mismo.

Del Hard Rock Stadium de la ciudad floridana al Arthur Ashe del barrio neoyorquino de Queens. La estrategia que llevó a Alcaraz en la final de su primer Masters 1.000 es la misma que le puede valer en la de su primer Grand Slam. Idéntico rival, encima. Su plan aquel día fue el saque y volea: once puntos jugaron así y los once los ganó, incluida la bola de partido. Saque potente y remate de volea.

La estrategia ganadora de Carlos Alcaraz ante Casper Ruud en la final de Miami David Vicente

Cuando Alcaraz se vio en la necesidad de ganar un punto, su recurso más utilizado fue el saque y volea. Cada vez más en desuso, aunque recuerda a tenistas que lo perfeccionaron con el tiempo como Roger Federer. Por sus características, a Carlos le va ideal: posicionamiento, poder y dirección en la pista.

En esa final contra Ruud, los once puntos así fueron en el cuadro de la ventaja. Diez hacia fuera. El noruego, que seguro que habrá pensado en ello desde entonces, no encontraba la fórmula de desactivar la estrategia de su rival. El desactivado fue él, un jugador más neutralizador que ofensivo.

El equipo de Alcaraz también le habrá recordado aquel partido en el que infinitamente superior a Ruud: 27 winners a 22, 16 (de 23) a 13 (de 22) en puntos en la red... Y eso que aquel día Carlos no estuvo fino en una de sus especialidades: las dejadas. Solo acertó 3 de 10 para ganar un punto.

La siguiente parte de esta batalla se librará este domingo hacia la madrugada, hora española. Es imposible saber si el argumento será el mismo de la última vez, aunque de serlo 'Carlitos' tendría mucho ganado. Alcaraz está en ese punto tan cercano a la cima, pero que a la vez se siente muy lejano a ella. Un paso más. Un golpe (¿imposible?) más.