Las últimas dos semanas de Carlos Alcaraz en el US Open han sido las más mágicas de toda su carrera profesional. El camino hasta el doble premio (número 1 y primer Grand Slam) ha sido disfrutable, para él y sobre todo para el público de Nueva York y los aficionados que le han seguido desde sus casas.
7 partidos, 27 sets, 268 juegos y 23 horas y 51 minutos sobre la pista -casi tres más que Casper Ruud, su rival en la final-. El paso de Carlos Alcaraz por el Billie Jean King National Tennis Center ha dado mucho de sí, regalando jugadas de las más espectaculares del año. Alguna, incluso, de todos los tiempos.
Ha sido una serie de partidos para el recuerdo. Desde el debut ante el argentino Sebastián Báez hasta la final contra el noruego Ruud. Es el primer 'grande' en las vitrinas de Alcaraz y ya solo por eso es especial. La forma en la que lo ha conseguido lo lleva a otro nivel de excepcionalidad.
Alcaraz, que el año pasado ya llegó a cuartos de final del US Open en su debut en el torneo, conectó esta edición con el público desde el principio. Su repertorio de jugadas no deja a nadie indiferente, capaz de arrollar desde la fuerza y la potencia y también dejando delicatesen técnicas.
Los tres primeros de Carlos fueron un trámite para él. Báez, Federico Coria y Jenson Brooksby, en ese orden, cayeron sin arrancar un set al español. Alcaraz se mostró muy superior, dejando puntazos como estos dos contra Báez y Brooksby.
Lo de verdad empezó con el croata Marin Cilic, en octavos de final. Este fue el primer rival que exigió al límite a Alcaraz. Cinco sets y casi cuatro horas de partido de madrugada. La batalla contra uno de los veteranos del circuito fue una delicia.
Cilic se erigió como un rival muy duro de roer y Alcaraz tuvo que recurrir a sus mejores golpes. El gran ejemplo de la resiliencia del español es el primero de los siguientes vídeos. De atrás hacia delante. Aguantando el inicio del punto para acabar tomando el control y rematando. También hubo hueco para alguna dejada de lujo.
Y llegó el partido de Jannik Sinner: la gran batalla. Alcaraz sabía que este podía ser su partido más difícil del torneo y así fue. 5 horas y 15 minutos en pista para romper el récord del duelo que más tarde acaba en el US Open. Para muchos, con permiso del Nadal-Medvedev de la final del Abierto de Australia, el mejor encuentro de todo el año.
Alcaraz y Sinner están convirtiendo sus duelos en un clásico del tenis. Al menos, parece la rivalidad más prometedora para la próxima década. Ayuda que uno y otro dejen puntos imposibles de creer. Y para muestra, la mejor jugada del torneo. Ese remate de Carlitos, en el aire y cruzando el brazo por la espalda, es ya una imagen para la Historia.
Las semis contra Tiafoe fueron casi tan buenas como el partido ante Sinner. Alcaraz se midió a una bestia física, pero aguantó la batalla. El encuentro dejó una galería espectacular de jugadas. Pocas veces una actuación individual ha estado compuesta por tantas acciones de tanto nivel.
Winners, globos, dejadas... Alcaraz hizo de todo en el partido que le metió en la final y ante el favorito del US Open. A Tiafoe, la revelación del torneo que eliminó a Nadal, no le quedó más remedio que rendirse a Carlos y sonreír ante sus puntazos.
Y, por último, la final. Fue un partido de cuatro sets, pero quizás tuvo la parte en la que más sufrió Carlos de todo el torneo. La segunda y la tercera manga fueron una pesadilla. Ruud no dejó brillar tanto a Alcaraz, pero la magia de este apareció en el momento más oportuno.
El gran punto de Alcaraz del partido fue con el que mandó al tie-break el tercer set, con 1-1 en el marcador global. El español volvió loco a todo el mundo con una de las suyas. Luego, en la muerte súbita, arrolló a su rival (7-1). Fue la antesala de la victoria, del éxito más notable de la corta y emocionante carrera de este tenista de El Palmar.