Cuando Roger Federer se sentó por última vez en el banquillo, la emoción sacudió a todo el mundo. El suizo sollozaba y a su lado tenía a su mayor rival, pero sobre todo gran amigo, al que también las lágrimas corrían por su rostro. Rafa Nadal no quiso contener su lloro: "Necesitas soltar estas emociones", decía luego.
Nadal apoyó a Federer en cada momento del día de su retirada. Jugó junto a él su último dobles -que perdieron ante Sock y Tiafoe-, fue el primero en abrazarle cuando dejó la raqueta y luego lloraron todo lo que tuvieron que llorar. Las lágrimas de Rafa y la mano de Roger apoyada sobre la del español. Todo lo que el deporte debe ser, resumido en una sola imagen.
"Ha sido emocionante, inolvidable, triste también. Es difícil -describirlo-, ha habido muchas emociones, pero bueno, al final, ha sido un día muy especial, inolvidable y al final para todos hay un comienzo y hay un final. Es la vida", dijo Nadal a los medios españoles.
"Estoy muy feliz de que Roger, después de muchos momentos complicados que sé que ha pasado en estos últimos tiempos, haya podido despedirse en la pista. Cosa que, personalmente, sabía que era difícil que pasara por cómo se encontraba", explicó.
Y añadió: "Estoy feliz de que se haya despedido, feliz de que haya recibido el momento que se merecía en la pista, enfrente de tanta gente y que el mundo haya podido verle despedirse en pista para mí es algo que realmente se merecía sin ninguna duda. Se va alguien que ha sido y es un icono, de los iconos más importantes de la historia del deporte en general".
El español estuvo muy emocionado durante el pospartido y rompió a llorar en el banquillo junto a Federer, que tampoco pudo contener las lágrimas.
"Soy una persona bastante sensible. No me preocupa tampoco -llorar-. Llorar es bueno a veces. Necesitas soltar estas emociones. Se va una parte de mi vida por lo que es difícil".
Nadal, que espera en las próximas semanas el nacimiento de su primer hijo, aseguró que han sido "semanas difíciles", con pocas horas de sueño.
"Han sido semanas difíciles, pocas horas de dormir, un poquito de estrés en general. Situaciones un poco más complicadas de lo habitual en casa. He tenido que lidiar con una presión diferente a la que estás acostumbrado en la vida profesional. Por suerte todo está bien, mucho más tranquilos y en ese sentido he podido venir aquí que para mí era importante", dijo Nadal.
"Para mí era importante porque sabía lo importante que era para él. Tengo una relación personal bastante estrecha desde hace mucho tiempo. El hecho de estar en el Consejo de Jugadores también hace que tengamos que hablar semanalmente de cosas y al final yo no me he retirado aún, pero sé que, cuando uno lleva tiempo con lesiones, que no ve el final, es frustrante y en ese sentido para él han sido tiempos difíciles, con recuperaciones que llevan mucho tiempo, mucho esfuerzo mental y al final te das cuenta de que no llegas", detalló.
"Que se haya retirado en la pista era muy importante para él y yo no podía faltar en este día. Y aquí he estado, más allá de las circunstancias personales en las que yo estaba", siguió.
Se acabó la Laver
El balear, que no competía desde que cayó en octavos de final del US Open contra Frances Tiafoe, confirmó que no disputará más partidos en esta Laver Cup.
"No estoy bien. No voy a jugar. Si me voy o no... Necesito volver a la habitación y pensarlo bien. Ahí tengo que decir. Tengo un conflicto interno bastante importante y ahora mismo no os puedo contestar. Cuando terminen todos estos momentos de emoción volveré a mi habitación y veré qué es lo que tengo que hacer".
Nadal también habló sobre si la retirada de su amigo le ha hecho reflexionar sobre cómo quiere que sea la suya en el futuro.
"No lo sé, no estoy en ese momento aún. Estuve cerca de ese momento este año, no os voy a engañar. Durante Roland Garros pensaba que quizás fuera mi último torneo, esta es la realidad. Aunque desde ahí todo salió muy mal físicamente, me rompí el abdominal dos veces, en Wimbledon y en Nueva York. Ha sido un cúmulo de desgracias importantes, sumados a todas estas cosas personales. Pero no estoy en ese momento ni quiero pensar en ese momento. A día de hoy lo que quiero es recuperar la normalidad, que el tema personal todo siga bien, que es la prioridad máxima y después organizar mi vida de la manera adecuada. Tener tranquilidad en mi vida personal y profesional".
Para concluir, Nadal dejó un rayo de esperanza a que se le vuelva a ver en la pista con Federer, una vez que este supere los problemas físicos que le han tenido catorce meses fuera de la competición. "Seguro que estaremos en la pista de nuevo para jugar juntos", apostilló el manacorense. A ellos ya les une algo mucho más fuerte que el tenis.