Victoria al sprint de Carlos Alcaraz contra Grigor Dimitrov (6-1 y 6-3) en octavos de final del Masters 1.000 de París-Bercy. El número 1 del mundo avanza con paso firme en el último gran torneo de la temporada, en el que el 2 (Nadal), el 3 (Medvedev) y el 4 (Ruud) ya están eliminados. [Narración y estadísticas: Alcaraz - Dimitrov]
El tenista búlgaro le duró apenas una hora y 11 minutos a Alcaraz, que sigue sin mostrar debilidad a pesar de llegar a la capital gala con molestias en su rodilla. El murciano no ha cedido un set todavía en la cita. Vuelve la versión más fulminante de Carlitos a tiempo para cerrar la temporada de la mejor manera.
Tras Nishioka y Dimitrov, a Alcaraz le espera el danés Holger Rune (campeón en Estocolmo y finalista en Basilea durante la gira indoor) o el ruso Andrey Rublev (uno de los clasificados para las ATP Finals) que se enfrentan durante la jornada de este miércoles. Además, el tenista de El Palmar se aseguró llegar a Turín como número 1.
Alcaraz apenas tuvo un momento de duda en la segunda mancha y tuvo un partido más tranquilo que en la ronda anterior ante el japonés Yoshihito Nishioka (número 38 del mundo), vencido por un doble 6-4.
Casi en el mismo tiempo que empleó para ganar el nipón, el murciano estuvo menos incisivo en su servicio y fueron los errores de Dimitrov (24 no forzados) los que allanaron su camino a la victoria. "Hoy mostré mi mejor nivel, él (Dimitrov) no lo hizo, pero seguro que nos volveremos a encontrar y será diferente", indicó el joven español, en declaraciones a pie de pista.
Su buen porcentaje de resto y acertadas subidas a la red también contribuyeron a su triunfo sin sobresaltos, excepto cuando en el quinto juego del segundo set el búlgaro le hizo una rotura y desperdició dos bolas para ponerse 4-3.
"Mi objetivo es mejorar mi nivel cada día, cada etapa es más dura, hay jugadores más duros", analizó el español.
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Dimitrov fue el rostro del drama. El búlgaro, 'Maestro' en 2017, ya va por los 31 años y sigue siendo un reflejo de lo que siempre se dijo que podía ser. Con actuaciones tan insípidas como la de este jueves es difícil pensar que volverá a repetir un éxito como el de hace cinco años, o siquiera ganar otro Masters 1.000 (solo ha ganado el de Cincinnati durante toda su carrera)
No dio batalla a un Alcaraz que ve cada vez más cerca cumplir el objetivo de cerrar el año en lo más alto de la ATP. Salir de París campeón le garantizaría llegar hasta el Abierto de Australia de 2023 liderando la clasificación. De momento, con su victoria de hoy, ya aventaja a Nadal en 1.000 puntos.