Rafael Nadal está con el agua al cuello. Después de caer en su primer partido en la Copa de Maestros ante Taylor Fritz, el español volvió a ceder este martes ante Felix Auger-Aliassime (6-3, 6-4) y ahora necesita una rocambolesca combinación de resultados para estar en las semifinales del torneo, que nunca ha ganado en su carrera. De entrada, el campeón de 22 grandes necesita que Fritz gane esta noche a Casper Ruud sin ceder un set para seguir con la calculadora en la mano. [Narración y estadísticas]
“Mejor que el otro día en términos generales, pero no he sido capaz de aprovechar ninguna de mis oportunidades”, se lamentó Nadal tras la derrota. “He peleado hasta el final, pero cuando las cosas van por ese camino es difícil de cambiar la dinámica, especialmente en esta superficie y jugando contra grandes sacadores”, prosiguió. “Estaba entrenando bien, me ha faltado ganar un partido para tener la tranquilidad de competir mejor los momentos importantes. El deporte es confianza”.
Durante toda la primera manga, Nadal dejó escapar cuatro oportunidades de break (dos en el primer juego del encuentro y otras dos con 3-3) que Auger-Aliassime recibió con los brazos abiertos, como un chorro de aire puro. El canadiense, agarrado a su saque, fue sobreviviendo en el arranque hasta que apretó los dientes de la nada: con Nadal ganando 40-0 para poner el 4-4, el número seis mundial escaló y celebró un quiebre que cambió el encuentro.
Al verse por delante, haciéndose con el primer set y hurgando en la herida de Nadal, el aspirante ganó en confianza y abrió una brecha que el balear fue incapaz de cerrar, por más que lo intentó en los minutos finales.
Otro break en el comienzo del segundo parcial impulsó a Auger-Aliassime hacia una victoria que tiene muchas consecuencias, la primera a la vista de todos: Nadal necesita un milagro para seguir con opciones en Turín.
“Tranquilidad no me da haber perdido tres partidos en las ultimas dos semanas, pero hay que saber vivir dentro de la intranquilidad”, aseguró el español. “Los que han triunfado más en el deporte es porque han sabido navegar en esa intranquilidad. Se acepta, aunque sean momentos decepcionantes. No conozco otra manera de ponerle remedio que estar con la actitud adecuada y entrenar aún más en la pista”, prosiguió. “Mañana empieza mi temporada 2023. Lo único que puedo hacer es seguir trabajando para darme oportunidades. No me he olvidado de cómo se juega al tenis”.