Rafa Nadal y un bache difícil de superar: el tenis indoor le vuelve a pasar factura otra vez

Cabizbajo y con el semblante serio. Así era como se retiraba Rafa Nadal del Pala Alpitour tras sumar una nueva derrota, esta vez frente a Taylor Fritz en la Nitto ATP Finals. Un nuevo varapalo para él, ya que llegaba con las expectativas muy altas al torneo que se disputa en Turín.

Nadal es uno de esos tenistas acostumbrados a ganar. Una y otra vez el español se levanta para pelear los partidos por muy perdidos que parezcan. Sin embargo, parece haberse encontrado con un muro en los últimos torneos de la temporada y no es algo nuevo.

Restando la derrota del US Open frente a Tiafoe por problemas físicos, el número dos del mundo se ha golpeado una y otra vez desde que está al máximo nivel con los torneos que cierran el año tenístico: Masters 1000 Paris-Bercy y las ATP Finals, donde ha caído consecutivamente. Nunca los ha conseguido ganar y no parece que lo va vaya a hacer este año, ya que cayó a las primeras de cambio en la cita francesa y en la italiana parece que ha empezado del mismo modo.

Nadal, durante un momento del partido contra Fritz. REUTERS

Por delante, tiene un reto mayúsculo en la que probablemente sea la pista donde peor se desempeña Nadal. Para ello, deberá ganar sus dos partidos para colocarse en las semifinales. Por delante, dos rivales de entidad como Felix-Auger Aliassime y Casper Ruud.

Atragantado con el indoor

Si se mira el historial de Rafa Nadal, se puede observar que es uno de los tenistas con mayor porcentaje ganador de la historia. Solo Djokovic, con un 83,3% de victorias, supera al español, que cuenta con un 83,2% de triunfos. Unos números sobrenaturales, que se solo se ven empañados por una pequeña estadística.

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El actual número 2 del mundo tiene su particular lunar en las pistas indoor. En ellas, no es capaz de desempeñarse como a él le gusta. Sufre mucho más de lo debido y su porcentaje ganador se ve reducido de manera reseñable. Es decir, pese a que cuenta con un bagaje favorable, ha perdido mucho más en comparación a otras superficies.

Él mismo reconocía sus debilidades con este tipo de torneos durante las ruedas de prensa previas a las Nitto ATP Finals. Y se mostró muy contundente. "Históricamente ha sido la peor superficie para mí", resaltó en Turín, antes del inicio del último torneo de la temporada.

Rafa Nadal se despide del Masters 1.000 de París-Bercy EFE

Y es cierto, los datos le avalan negativamente. Cuando se enfrenta a un partido con estas características su porcentaje de victoria se reduce hasta el 69,1%. En pistas al aire libre, aumentan exponencialmente hasta casi el 85%. Una enorme diferencia que no se aprecia en otros tenistas de su calibre. Novak Djokovic cuenta con 79% en indoor y un 84,2% en outdoor y Roger Federer tiene un 82,3% y un 81%, respectivamente. Grandes diferencias.

Esto penaliza a Rafa Nadal y su desempeño en las pistas interiores, donde no encuentra las mismas características en su juego cuando se encuentra con una cancha abierta. Por ello, no son de extrañar sus derrotas más habituales en este tramo de la temporada.

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Cambios de las condiciones

Rafa Nadal está acostumbrado a lidiar constantemente con unas condiciones más beneficiosas para él en las pistas al aire libre, por así decirlo. En aquellos recintos que son abiertos, encuentra ventajas mucho más favorables para su juego. También se ha criado en ellos al nacer en las islas Baleares.

La temperatura, el viento, el bote de la pelota son mucho más cambiantes. Por ejemplo, el liftado de Nadal es mucho más difícil de devolver cuando las condiciones son abiertas. Y ahí es donde destaca el catorce veces ganador de Roland Garros, donde es uno de los mejores. Eso lo ha demostrado en Grand Slam como el Open de Australia, US Open, Wimbledon o el torneo parisino. También se ha reflejado en el Masters 1000 como Montecarlo o Roma.

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Sin embargo, en indoor todo cambia radicalmente. No hay posibilidad de que los factores externos como el viento o la temperatura puede influir moderadamente al juego de los tenistas. Todo es más plano, lo que provoca cierta desventaja a la manera de emplearse de Nadal sobre la pista. Y eso ocurre en la recta final de cada año, cuando se disputa el Masters 1000 de Paris-Bercy o las ATP Finals.

Por lo tanto, se ve obligado a pasar muchos días antes de los torneos para aclimatarse a este tipo de pistas. Por ejemplo, en Turín lleva cinco días preparando su asalto al torneo.

Datos alarmantes

Desde que Rafa Nadal se instaurase en el circuito ATP, ha logrado un total de 92 títulos. Una enorme cifra que le coloca entre los mejores de la historia. Echando un pequeño ojo, se puede observar que tiene que títulos en todas las superficies y prácticamente en todos ha repetido éxitos.

Sin embargo, solo hay una donde hay triunfado una vez y es el indoor. Pero su victoria se remonta a hace 18 años, cuando levantó su primer y único sitio en pista cubierta. Fue en el Masters 1000 de Madrid y allí venció a Ivan Ljubicic en 2004 antes de que cambiasen a tierra batida. Muchos años para un jugador de características y parece que no encuentra su golpe de muñeca.

Rafa Nadal, entrenando en las ATP Finals ATP

Por primera vez desde 2004, Nadal ha perdido tres torneos consecutivos: US Open (por lesión), Masters 1000 Paris-Bercy y ATP Finals, siendo los dos últimos en indoor. Prácticamente otros 18 años sin encadenar tres derrotas seguidas, en aquel momento fue en Stuttgart, Toronto y Cincinnati.

Pero sí que hay una estadística que también refleja su problema en estas condiciones. La única vez que Nadal ha perdido tres partidos consecutivos en el mismo torneo fue también en las ATP Finals. Fue en 2009 y cayó derrotado contra Soderling, Davydenko y Djokovic. Lo que está claro es que el español tiene una dura tarea por delante si quiere triunfar en Turín.