El serbio tiene mil vidas. Novak Djokovic sigue jugando y avanzando rondas en el Abierto de Australia a pesar de la lesión en su muslo izquierdo que le sigue lastrando. Los gestos son evidentes, no está bien. Pero mientras su pierna le deja un mínimo de margen para jugar, él lo compensa con un tenis a la altura de su leyenda.
Djokovic se llevó por delante a Grigor Dimitrov en tres sets (6-7, 3-6 y 4-6), pero fue un partido incómodo que podría haber tenido otro desenlace de haberse alargado más. Tenía prisas Nole por cerrar el partido y el búlgaro, que trató de mover a su rival por toda la pista, no tuvo la suficiente paciencia.
A Djokovic le tuvieron que atender varias veces las asistencias médicas. Tras el primer set, el más duro de todos que ganó milagrosamente en el tie-break, se fue a vestuarios durante cinco minutos. Luego pidió atención un par de ocasiones más en su banquillo y aguantó como pudo. En octavos subirá otro nivel la dificultad, midiéndose al local Alex de Miñaur.
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Es la decimoquinta vez en su carrera que Djokovic alcanza los octavos del Grand Slam aussie, igualando el registro de Rafa Nadal y teniendo solo a Roger Federer (18) por encima. Un hito para celebrar lo que fue otra jornada infernal para el serbio, que volvió a ganar casi a la pata coja.
Djokovic rompió el partido tras un primer set que arrancó de cara, rompiendo el saque a su rival, y se enredó hasta llevarlo al límite. Dimitrov, que con 5-4 salvó dos bolas de set, tuvo sus dos propias con 6-5 y no las aprovechó. Nole planteó mejor el tie-break que el búlgaro y se llevó la muerte súbita salvando otro punto de set.
El segundo y el tercer set fueron más plácidos para Djokovic, que luchó más contra su cuerpo que contra Dimitrov. Grigor hacía sufrir al nueve veces campeón del major con puntos largos, pero no logró encadenar los suficientes ante un Nole que se apoyó en sus saques indescifrables para armar su ventaja.
Dimitrov cayó en la trampa de intentar presionar más ante un jugador que por momentos parecía impedido a la hora de desplazarse a la zona de su revés; y los errores no forzados se multiplicaron ante un consistente Djokovic que quería pasar cuanto menos tiempo mejor en pista para no agravar su lesión en el muslo izquierdo. El búlgaro cometió 50 errores no forzados que contrastaron con los 21 del serbio y tampoco estuvo fino con el saque al acumular un 59% de primeros con éxito.
El local De Miñaur, el siguiente
Su siguiente rival será el australiano De Miñaur después de que igualara su mejor resultado en su slam local al alcanzar los octavos de final por segundo año consecutivo al superar a Bonzi, por 7-6(0), 6-2 y 6-1.
La solidez de De Miñaur, que superó a Nadal en la reciente United Cup, relució después de cometer tan sólo doce errores no forzados entre la segunda y la tercera manga. El aussie y el serbio nunca se han enfrentado, así que la Rod Laver Arena presenciará un duelo inédito este lunes.