Carlos Alcaraz busca desde esta semana ser el quinto español que se corona campeón en Indian Wells. El primer Masters 1.000 del año está en marcha y el tenista murciano llega como primer cabeza de serie ante la ausencia de Novak Djokovic, 'vetado' en Estados Unidos por su negativa a vacunarse.
Será la reaparición de Alcaraz tras la lesión que sufrió en la final del torneo de Río de Janeiro y que le obligó a perderse el ATP de Acapulco. Es una incógnita el estado en el que volverá el tenista murciano, que no ha tenido tiempo para tener rodaje en pista dura en competición en lo que va de año.
Alcaraz ya está en Indian Wells sin demasiado margen para afrontar un reto mayúsculo. Por eso nada más aterrizar tuvo su primera sesión de práctica con el estadounidense Tiafoe enfrente. Su debut, al menos, no será hasta el sábado, lo que dará un día más de preparación. Será contra el ganador del duelo entre Thanasi Kokkinakis y Brandon Holt.
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Tras renunciar al torneo de Acapulco, Alcaraz se quedó en la ciudad mexicana la semana pasada al haber viajado hasta allí para apurar sus opciones de jugar. No se separó de su fisioterapeuta Juanjo Moreno, con quien se ha tratado de la distensión sufrida en el muslo de la pierna derecha. El fin de semana se desplazó hasta Los Ángeles, donde ha tenido sus primeros entrenamientos.
Ahora tendrá por delante tres días más de trabajo en Indian Wells, junto a un Juan Carlos Ferrero que se perdió los torneos de Buenos Aires y Río. En Acapulco debía recoger el testigo de Antonio Martínez Cascales, pero la lesión aplazó para el torneo californiano la primera vez que veremos en 2023 a Alcaraz con su maestro en el box.
Opción de recuperar el nº1
La participación de Alcaraz no corre peligro, pero el tiempo corre en contra de su preparación. La última vez que jugó oficialmente en pista dura fue el 4 de noviembre, cuando se despidió de París-Bercy por lesión durante los cuartos de final contra Holger Rune. Han pasado ya cuatro meses, y dos lesiones más de por medio, de aquello.
Además, pronto volverá a la tierra batida. Sin embargo, Indian Wells y, sobre todo, Miami -el siguiente torneo- son dos citas en las que Carlos defiende muchos puntos: semifinalista (360) y campeón (1.000), respectivamente. Pero sin Djokovic, al menos en Indian Wells, se abre la puerta a recuperar el número 1 del ranking mundial.
A Alcaraz solo le vale ganar el torneo. Solo así adelantaría de nuevo a Djokovic, quien se coronó el pasado 29 de enero tras su victoria en el Abierto de Australia. El serbio no ha podido viajar a EEUU y tiene una ventaja de 380 puntos sobre Carlitos (7.160 a 6.780). Si levanta el título le sobrepasaría, ya que sumaría 640 puntos sobre los 360 que defiende. En caso de ser finalista (+240 puntos en su caso), no le daría para superar la diferencia con Nole.
No es sencillo y, menos aún, defender el número 1 en caso de recuperarlo. La única garantía para Alcaraz sería ganar también en Miami, repetir título en el primer Masters 1.000 que conquistó, por lo que no perdería puntos. Eso si se confirma que Djokovic tampoco juega, porque en caso de hacerlo le bastaría al serbio con llegar a semifinales sin importarle el resultado del español.
Cuadro de Indian Wells
Por lo pronto, ¿qué es lo que le espera a Alcaraz en Indian Wells? En segunda ronda, ya está claro: Kokkinakis u Holt. Mejor el segundo de ellos, invitado al torneo. En tercera ronda, que la disputaría el lunes 13, le tocaría probablemente Tallon Griekspoor, que es un hueso duro de roer. En cuarta ronda, que se juega íntegramente el martes 14, las opciones más esperadas son Pablo Carreño o Andy Murray.
Se prevé un cuadro complicado, con Aliassime, Hurkacz o Tommy Paul como grandes amenazas para unos hipotéticos cuartos de final (jueves 16). En semis serían Taylor Fritz, vigente campeón, o Rune, verdugo de Alcaraz en el último Masters 1.000 de 2022. Para una final, el peligro es -con permiso de Tsitsipas- un Daniil Medvedev que suma tres títulos seguidos (Róterdam, Dubái y Doha).
La gira de tierra, al caer
El dilema es si forzar en Indian Wells-Miami o priorizar el camino hasta Roland Garros. Dictará el cuerpo de Alcaraz, pero lo que viene a partir del mes de abril para Alcaraz es tan o, seguramente, más importante que lo que toca ahora. A partir de Montecarlo (8-16 de abril) se inicia la gira de tierra batida que desembocará en verano en el Grand Slam parisino.
Tras alcanzar el número 1 del mundo tan prematuramente, ahora el gran objetivo de Alcaraz es sumar el mayor número posible de Grand Slam conquistados. La cuenta se inició en el último US Open y visto su nivel es para ser considerado aspirante en los tres majors que faltan por jugarse este año tras perderse el de Australia.
La verdadera prioridad no es otra que dejar atrás los problemas físicos de los últimos meses. Se achacan al estilo agresivo de juego de Carlos, pero también en él reside su esencia como tenista de élite. El equilibrio traerá la gloria y en Indian Wells se da el pistoletazo de salida para su búsqueda. Alcaraz vuelve a la pista.