El mundo del tenis se trasladaba a California para afrontar el primer Masters 1000 de la temporada, Indian Wells. Un torneo de pista rápida antes de afrontar la gira de tierra batida que da comienzo tras la disputa de Miami. Dos lugares que parecían haber dicho adiós a la polémica tras el rechazo a la presencia del actual número uno del cuadro masculino, Novak Djokovic, por sus problemas con las vacunas.
Jugadores y jugadoras parecían llegar a un lugar idílico para despejar sus mentes y luchar por los jugosos premios que se reparten en el territorio estadounidense. Una estampa perfecta para aprovechar de unos magníficos días de tenis en California y, posteriormente, en Florida. Pero no ha sido así, al menos en el circuito femenino.
Como viene ocurriendo de manera reiterativa en las últimas semanas, el tenis ha vuelto a verse afectado, una vez más, por las brechas que se han abierto entre las jugadoras nacidas en Rusia, Bielorrusia y Ucrania. Con el veto a los países soviéticos más encima de la mesa que nunca, la política ha vuelto a afectar de sobremanera a Indian Wells tras una serie de desagradables sucesos.
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Por un lado, se encuentran las provocaciones rusas. La jugadora Anastasia Potapova, nacida en Rusia, acudió a las canchas del primer Masters 1000 de la temporada con una indumentaria del Spartak de Moscú, club del país presidido por Vladímir Putin. Una acción que desató la polémica en la pista californiana y que mostró de nuevo que la normalización del conflicto es imposible. Una llamada de atención que jugó al límite del reglamento, ya que no puede lucir banderas de su país, pero no dice nada de los equipos de fútbol.
Por otro lado, se encuentra la figura de la tenista ucraniana Lesia Tsurenko. La nacida en Volodýmyrets, ciudad casi colindante con Bielorrusia, se tuvo que retirar de manera prematura de Indian Wells tras tener una conversación con el CEO de la WTA. Una charla que la marcó y la hizo sentir realmente mal ya que hurgó en la herida que hay por la guerra entre los dos países.
Además, para más inri, se unieron también las polémicas quejas del tenista ruso, y exnúmero 1 del mundo, Daniil Medvedev. El ganador del US Open en 2021 explotó contra las condiciones de la pista. "Esta cancha es una vergüenza para el deporte. Se debería prohibir jugar aquí. Y a esto lo llaman pista dura, qué vergüenza. Voy a ir al baño lento, y no me importa si recibo warnings. Si nos permiten jugar aquí, yo me voy a permitir hacer lo que quiera", indicó en su partido de tercera ronda con Zverev.
Provocación rusa
La imagen de Anastasia Potapova se ha convertido en una de las más polémicas y llamativas de esta edición de Indian Wells. La jugadora rusa decidió hacer caso omiso a la prohibición de llevar indumentarias de su país, aunque el limbo de las camisetas de fútbol no está señalado, y saltar a la cancha con la elástica del Spartak de Moscú, uno de los clubes más importantes del territorio soviético.
Una situación que le ha costado llevarse una severa advertencia por parte de la WTA. Desde el ente femenino no se considera "ni aceptable ni apropiado". Una actuación que ha levantado muchas ampollas en el circuito femenino, lo que ha grajeado una serie de críticas, especialmente llamativa ha sido la de la número 1 del circuito, Iga Swiatek. La polaca atacó duramente el acto de la rusa y señaló que se debe de buscar la paz por ambos bandos.
"Estamos viviendo algo muy complicado, se respira una gran tensión en el vestuario y creo que no tenemos el liderazgo necesario para regular según qué comportamientos", indicó Swiatek. "Para ser honesta, me sorprende mucho ver a chicas rusas con camisetas de equipos de fútbol de su país, por ejemplo. No creo que sea bueno para nadie que se muestren ese tipo de sentimientos, por mucho que sea hincha de ese equipo, y espero que se haya dado cuenta", resaltó.
Además, Swiatek no quiso terminar su rueda de prensa si dejar pasar la oportunidad de lanzar una pulla a las jugadoras rusas. "Somos un ejemplo para muchos niños y tenemos una responsabilidad como deportistas de elite. Considero que las tenistas rusas deberían ser más sensibles a la hora de comportarse", resaltó con un mensaje muy directo.
El abandono por la guerra
Mucho más distinta ha sido la situación de Lesia Tsurenko. La tenista ucraniana se retiró por "motivos personales" de Indian Wells poco antes de enfrentarse a la bielorrusa Aryna Sabalenka. Una decisión casi inexplicable hasta que lo hizo público a través de un comunicado en las redes sociales.
Todo se desarrolló tras una conversación con una de las máximas autoridades de la WTA, Steve Simon. Según publicó uno de los medios especializados, Big Tennis of Ukraine, fue retirada se produjo tras las sorprendentes palabras reproducidas por el CEO del circuito femenino.
"Me sorprendió lo que escuché. Me dijo que estaba contra la guerra pero que si tenistas rusas o bielorrusas la apoyaban era una opinión personal, y que las decisiones ajenas no deberían molestarme. Al mismo tiempo, me dijo que si esto le hubiese pasado a él y él estuviera en mi posición, se habría sentido horrible", explicó. "Realmente espero poder digerir toda esta información y estar mejor preparada para el próximo torneo", añadió.
"Además, se mostró confiado en que los rusos y los bielorrusos volverán a los Juegos Olímpicos, y dijo que pasará exactamente lo que está pasando en el tenis. Además, afirmó que el 'juego limpio' y los principios olímpicos no se verían quebrantados por esta decisión", recalcó el comunicado de la Tsurenko tras su conversación con Simon.
Una situación que le causó un "ataque de pánico" tal y como ella confirmó. Una situación que vuelve a poner entredicho la crítica situación y las diferencias que hay debido a la guerra entre los dos países. Además, también anunció en el comunicado que las tenistas ucranianas han pedido una reunión urgente con el Consejo de Directores de la WTA para tratar el tema.
Eso sí, Tsurenko encontró el apoyo de la número uno del circuito. Swiatek no dudó en mandarle un cálido mensaje durante su rueda de prensa, donde previamente había cargado contra la rusa Potapova. "Lo entiendo perfectamente. Debe ser casi imposible estar concentrada todas las semanas para poder competir teniendo en cuenta que su país está en guerra. No me puedo imaginar qué haría yo si estuvieran bombardeando Polonia", sentenció la que es la mejor jugadora del circuito femenino en la actualidad.