La victoria más peculiar de Badosa en Miami: peloteos con el recogepelotas y descansos interminables

Paula Badosa volvió a conseguir una victoria tras un par de meses llenos de altibajos. Desde que llegase a las semifinales de Sídney a comienzos de temporada, la española no ha podido encontrar la regularidad tras perderse el Open de Australia por lesión. En el Miami Open, ha regresado a la senda del triunfo tras deshacerse de su rival por un tanteo de 7-6 (2), 4-6 y 6-2.

Un triunfo que ha estado marcado por la polémica. No fue nada fácil conseguirla victoria frente a Laura Siegemund, afincada en el puesto 114 de la WTA. La alemana puso contra las cuerdas a su rival tras una serie de cuestionables decisiones, ya que a punto estuvo de sacar de quicio a la española con sus pausas.

El maratoniano partido entre Badosa y Siegemund, muy cercano a las tres horas sobre la pista, empezó a verse en el primer set. Una ajustadísima primera manga donde la española supo sacar su calidad a relucir e imponerse en un tie-break decisivo. Ahí, empezaba la catalana a construir su triunfo en Miami.

Siegemund, que ya sabía lo que era ganar a Badosa tras conseguirlo en Roland Garros en 2020, respondió en el segundo set tras romperle el saque y mantener su ventaja para cerrar lo que era un igualado partido hasta ese momento. Sin embargo, en el tercer set ocurriría lo casi nunca visto sobre las pistas de tenis.

Cuando Paula Badosa parecía encaminada a la victoria con 3-0 arriba en la definitiva manga, era Siegemund la que pedía las asistencias para ser atendida por el fisioterapeuta. Sin embargo, no pudo ser atendida en los banquillos y tuvo que emprender una marcha a los vestuarios, lo que provocó una larga espera de la española en la cancha.

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Peloteo con un recogepelotas

Fue ahí donde una de las imágenes más surrealistas del torneo se produjo. Badosa, ante la tardanza de su rival, decidió entregarle a uno de los recogepelotas del torneo una raqueta. Con él realizó una serie de peloteos para evitar perder el ritmo de un partido que parecía tener ya encarrilado.

Tras el regreso de la alemana en la pista, con un vendaje reseñable, Badosa dejó entrever su enfado con el juez de silla y se esforzó por sellar lo antes posible su victoria para meterse en la siguiente ronda. Ahora le tocará enfrentarse a Elena Rybakina o Anna Kalinskaya