El último año se ha convertido en un viacrucis para las tenistas rusas debido al veto que han sufrido el país liderado por Vladímir Putin por la guerra con Ucrania. Esto ha provocado graves inconvenientes para ellas a nivel deportivo y las consecuencias no han tardado en verse, lo que propiciado un éxodo de jugadoras en el mundo de la raqueta.
Varvara Gracheva se ha convertido en noticia en las últimas horas al rechazar representar a Rusia. La nacida en Moscú ya ha realizado los trámites para adquirir la nacionalidad francesa y así dejar atrás las tensiones que hay dentro del circuito hacia las nacidas en el territorio soviético.
Pese al paso atrás dado por Wimbledon u otros torneos británicos para permitir la presencia jugadoras rusas y bielorrusas, las tensiones siguen estando muy presentes dentro del circuito. Especialmente en el femenino, donde las rencillas se han intensificado en los últimos partidos disputados.
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El rechazo de la ucraniana Marta Kostyuk a darle la mano a su rival en el Masters 1000 de Miami ha sido el último de ello. Este incidente tuvo como nombre propio a Anastasia Potatova, jugadora rusa que también fue protagonista en Indian Wells al realizar una provocación a las jugadoras nacidas en el territorio presidido por Volodímir Zelenski.
Tras lucir una camiseta del Spartak de Moscú al salir a la pista del torneo californiano, recibió una llamada de atención por parte de la WTA. Además, las jugadoras ucranianas han pedido una reunión de urgencia a la organización femenina, pero no han recibido respuesta alguna y la situación se ha recrudecido en exceso ante los problemas constantes que azotan a ambos países.
Gracheva, la última del éxodo
Varvara Gracheva se ha convertido en uno de los nombres propios este lunes tras la publicación de L'Equipe donde se revelaba su intención de no representar a Rusia en un futuro. La nacida en Moscú ha optado por iniciar los trámites para lucir los colores de la bandera francesa en un futuro.
Una decisión que llega tras los continuos problemas que han vivido las jugadoras rusas en el circuito. Muchas de las tenistas se han visto repudiadas dentro del seno interno de la WTA, lo que ha propiciado que varias de ellas hayan reunido el valor para poder cambiar de nacionalidad y dejar atrás los problemas derivados de la guerra.
Por este motivo, Gracheva, que lleva varios años residiendo en Cannes, ha decidido poner en marcha la petición para representar a Francia. Además, se convertiría automáticamente en una de las jugadoras con mejor ránking de las galas, pues se colará entre las 50 mejores de la clasificación a partir del próximo lunes.
De hecho, Francia solo cuenta con cuatro jugadores en el top100 de la WTA. La mejor colocada es Caroline Garcia, que ostenta el puesto número 4 de las listas. A ella la siguen otras como Alizé Cornet (66) y Oceane Dodin (93), por lo que el tenis galo recibiría a una tenista de nivel y con mucho margen de crecimiento, puesto que solo cuenta con 22 años.
La propia Gracheva ha vivido en sus carnes el desprecio de las tenistas ucranianas. De hecho, Kostyuk le negó el saludo en la final del torneo estadounidense de Austin, algo que repetiría días después frente a Potapova. Una situación de la que ya se ha cansado y por la que ha decidido iniciar los trámites para cambiarse de nacionalidad después de siete años viviendo en Francia.
No es la única
Sin embargo, el caso de Gracheva no ha sido el único. Uno de los grandes ejemplos ha sido el de Elena Rybakina, también nacida en Moscú, pero que luce los colores de Kazajistán. Por dicho motivo, el veto a Rusia no le afectó y pudo disputar y ganar la última edición de Wimbledon, el último torneo que sostenía duras restricciones hacia los soviéticos.
La ya jugadora kazaja se ha convertido en uno de los grandes ejemplos del éxodo fuera de las fronteras rusas. Lo hizo antes de que estallase el conflicto bélico y, desde 2018, luce la bandera del país colindante con el territorio soviético. Lo hizo a cambio de un soporte económico y al gozar de una mayor popularidad. De hecho, ahora está instaurada entre las mejores en la WTA gracias al mencionado triunfo en Wimbledon el pasado año.
Natela Dzalamidze fue otro de los ejemplos al realizar una nacionalización exprés. La rusa de nacimiento compitió bajo bandera neutral en la pasada edición de Roland Garros debido a la Guerra entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, apenas unos meses después ya contaba con el pasaporte de Georgia y así pudo sortear el veto de Wimbledon a los rusos.
La gran estrella rusa del tenis, Daria Kasatkina, número 8 de la WTA, también dejó entrever que estaba dispuesta a lucir los colores de Suiza. Una nacionalizarse sería un gran palo para el país, ya que perdería a una de sus máximas representantes en el circuito. Además, ella también se ha visto señalada dentro del país al mostrar abiertamente homosexual, lo que ha traído algún que otro problema.
Kazajistán, la opción preferida
Uno de los grandes lugares que escogen los tenistas rusos para representar es Kazajistán. El país asiático se ha convertido en un lugar ideal para que los jugadores decidan apostar por lucir su bandera. Todo es gracias a Bulat Utemuratov, un millonario que se convirtió en 2007 en presidente de la Federación de tenis del territorio.
Gracias a su apoyo, principalmente económico, ha conseguido acoger a nombres importantes dentro del circuito, tanto masculino como femenino. Algunos de ellos han sido ganadores de torneos como Mikhail Kukushkin, Alexander Bublik o Yulia Putintseva.
Además, el presidente de la Federación de Kazajistán también reconoció hace apenas unos meses que había recibido más de 30 peticiones de jugadores para obtener la nacionalización. De hecho, en la última llamada de la Copa Davis para enfrentarse contra Chile, se presentó con un equipo formado por cuatro nacidos fuera de cinco presentes entre los que estaban Kukushkin, Bublik o Andrey Golubev.
También ha conseguido que Kazajistán esté dentro del mapa tenístico a nivel internacional gracias al acuerdo alcanzado con la ATP para la disputa del Astaná Open. El torneo se lleva a cabo en la capital del país y contó con alguno jugadores de renombre como Daniil Medvedev o Felix Auger-Aliassime.