El ATP de Montecarlo está dejando un espectáculo paralelo a lo puramente tenístico que se está viendo sobre la tierra batida, un show que mantiene también al público enganchado hasta el último segundo. Gran parte de culpa tiene en ello el ruso Daniil Medvedev, que cayó eliminado en los cuartos de final ante Rune y que durante su paso por el torneo monegasco ha dejado imágenes de todo tipo.
Medvedev perdió contra Holger Rune por la vía rápida, en apenas dos sets, y lo hizo dejando un recado a su anterior rival en el torneo, el alemán Alexander Zverev. El ruso ridiculizó a 'Sascha' en el saludo final a Rune, haciendo referencia al partido anterior que había enfrentado a ambos.
En el momento de dar la mano a su rival, Daniil miró hacia otro lado, girando la cara, y posteriormente espetó unas palabras que han levantado una gran polvareda entre los aficionados al tenis: "Has jugado muy sucio, tienes muy poca deportividad", le dijo en tono sarcástico y con una sonrisa en la boca a Holger Rune. El danés se llevó la victoria de manera clara en dos sets (3-6, 4-6) y logró el pase a las semifinales, mientras que el ruso quedó apeado antes de tiempo.
Un recado a Zverev
Todo esto se trata de un claro mensaje a Alexander Zverev, que en los octavos de final cayó precisamente ante Daniil Medvedev. Las formas que empleó el ruso para vencer en aquel encuentro no gustaron en absoluto al tenista germano, que en el momento de saludarle al término del choque ni siquiera le miró a los ojos a su rival.
De hecho, en la rueda de prensa posterior que ofreció Zverev cargó duramente contra Daniil Medvedev por su actuación: "Es uno de los tenistas más sucios del mundo. Me intento tomar la deportividad y el juego limpio muy en serio, pero él no. Se tomó un descanso para ir al baño cuando no se podía hacer", comentó Sascha sobre el jugador ruso.
Durante aquel encuentro se vivieron varios momentos de tensión protagonizados precisamente por Daniil Medvedev. El número 5 del mundo, al que no le gusta jugar en tierra batida, mandó callar al público ante los abucheos que le estaba dedicando una parte de la grada. Pese a que el juez de silla le instó a parar en sus gestos, Daniil hizo caso omiso.
También Medvedev llegó a estrellar una bola duramente contra una de las paredes de la pista, e incluso tiró al suelo uno de los postes que sujeta la red de la mitad de la cancha. Unos gestos que no gustaron en absoluto a Zverev y que colmaron su paciencia.