El after del Mutua Madrid Open vivió una jornada del domingo llena de tensión. El partido entre el español Alejandro Davidovich-Fokina y el danés Holger Rune se alargó hasta la madrugada, pero mantuvo al público de la Caja Mágica encendida. Ganó el andaluz tras tres horas y seis minutos de un duelo que se decidió en el tie-break de la tercera manga (7-6(1), 5-7 y 7-6(5)).
El partido estuvo igualado, aunque Davidovich sacó ventaja de un Rune que en los días previos había tenido algunas molestias físicas. Sin embargo, fue un gesto del danés el que dinamitó el encuentro y puso, definitivamente, al público de la Manolo Santana en su contra.
Davidovich no estaba contento con el Foxtenn, el sistema de revisión del torneo. Tras un segundo punto en el que no estaba de acuerdo, se cantó por buena una bola que él vio mala, se enfrascó en una discusión con el juez de silla, Carlos Bernardes, y amenazó con no seguir jugando. En esas, Rune la lio por su cuenta.
"No voy a jugar", decía Davidovich a Bernardes pidiendo que bajara el responsable del Foxtenn. El español, incluso, dejó la raqueta en su banquillo y se apoyó en la red a la espera de ser escuchada su reclamación, lo cual no ocurrió. Rune aprovechó el momento para cambiarse de lado de la pista y pisar, aparentemente con intención, la marca de la bola de la polémica. El público respondió abucheándole.
"Sí que me he dado cuenta, pero ya la habían dado por buena, así que ya no me preocupaba. Pero sí que le ha molestado a la gente, y gracias a ese gesto de Rune la gente se ha venido mucho más conmigo y eso lo he notado. He querido estar en cada punto para poder ganarle", dijo 'Foki' tras el partido sobre el gesto de Rune. El juez de silla llamaría la atención al danés por borrar la marca.
Son dos jugadores de carácter Davidovich y Rune, un jugador que parece disfrutar en los desafíos y de los ambientes tensos como el que estuvo instalado durante un tiempo en la pista del estadio Manolo Santana. Hubo llamadas de atención del juez de silla, el brasileño Carlos Bernardes.
Al margen de todo ello, aplacado paulatinamente con el paso de los juegos, el pulso fue firme. Ninguno cedió en un primer set resuelto para el español en el desempate. Después, llegaron las primeras roturas de saque y el danés se hizo con el partido, estuvo más firme en el tramo final del segundo set e igualó el duelo.
La tercera y definitiva manga recuperó el equilibrio. El español mantuvo el tipo ante las acometidas de su rival. Empató a pesar de perder el servicio al principio. Se mostró firme con el físico. Resistió ante el saque de Rune, un arma resolutiva a la que recurrió en cada contratiempo.
Después de una nueva rotura en el décimo parcial sacó Davidovich para ganar el partido. No estuvo inspirado y Rune compensó la situación e igualó a 5 después de ir por detrás 5-3. El choque quedó abocado al desempate donde emergió otra vez el español, que resistió hasta el final. "Ha habido mucha tensión entre nosotros dos, a él lo veía un poco cansado", analizó después el español. Su rival de octavos de final será el croata Borna Coric.