Hace mucho tiempo que las tenistas vienen reclamando dentro del circuito una igualdad de premios respecto al masculino. Muchas veces la bolsa de premios para los jugadores es mucho mayor y eso ha desatado cierta polémica. Una constante contra la que ya se está buscando solución, pero que sigue siendo objeto de controversia. Ésta ha vuelto a saltar a la palestra tras la posición de varias tenistas, que han vuelto a alzar la voz contra lo que consideran un agravio.
Tras convertirse en algo habitual en los últimos torneos, el Masters 1000 de Roma ha visto cómo la diferencia entre premios de mujeres y hombres es sideral. A pesar de que se está trabajando para igualarla en un futuro, las jugadoras se han mostrado muy molestas por esta situación.
Varias de las tenistas más conocidas del circuito como Ons Jabeur y Paula Badosa han roto una lanza por la enorme diferencia que hay en los premios del torneo entre la categoría masculina y la femenina. El principal y único problema reside en que los Novak Djokovic, Carlos Alcaraz y Daniil Medvedev se embolsan más del doble en términos generales, es decir, 8.5 millones para ellos por los 3.5 que reciben ellas.
Las palabras de Badosa y Jabeur siguen la misma dinámica que inició hace tan solo unas semanas Iga Swiatek. La número uno del mundo no se esconde y muestra su opinión sobre los distintos temas de actualidad y si ya lo hizo sobre el grave problema que hay en el circuito entre rusas, bielorrusas y ucranianas, también lo hizo en este aspecto.
Una situación que vuelve a destapar la enorme brecha que impera en el circuito. La guerra está abierta y todavía parece que falta mucho para que se cierre, al menos, a corto plazo. Mientras tanto, las jugadoras siguen peleando para haya esa igualdad en los premios.
Las críticas de las jugadoras
"No veo por qué tenemos que esperar", declaró Ons Jabeur al New York Times. "Es realmente frustrante. Es hora de cambiar. Es hora de que el torneo mejore", espetó la tunecina haciendo referencia a la supuesta igualdad de premios, llegará en 2025. En la misma línea Badosa también se pronunció: "No sé por qué no hay igualdad ahora mismo". "No nos informan. Dicen 'esto es lo que hay' y hay que jugar", sentenció la madrileña.
Toda una declaración de intenciones por parte de los dos de las tenistas más reconocidas del circuito. Ellas han seguido el camino que han abierto otras y, pese a conocer que se igualarán los premios en las próximas ediciones, se han mostrado visiblemente molestas por las decisiones que se han tomado desde la organización.
Lo cierto es que el organizador del torneo reconoció el problema de base que había y que iba a equiparar los premios progresivamente hasta alcanzar la equiparación total en 2025. No obstante, varias ya se han quejado de que no es justo que se haga de este modo.
"Con la edición de 2023 del Internazionali BNL d'Italia, comenzará un proceso que permitirá que el premio en metálico del torneo femenino se iguale al del masculino para 2025, permitiendo que el torneo romano se alinee con otros grandes eventos del circuito", apuntó la organización a través de un comunicado.
Por otro lado, hace tan solo unas semanas, Iga Swiatek, número uno del mundo, ya había tocado ese tema debido a las diferencias económicas. Ella tan solo recibió poco más de 100.000 euros en el WTA 500 de Stuttgart y, sin embargo, Carlos Alcaraz alcanzó cerca del medio millón por su triunfo en el ATP 500 de Barcelona (Conde de Godó).
"El tenis es uno de los deportes donde mayor equilibrio hay entre hombres y mujeres, pero es evidente que todavía falta mucho trabajo por hacer en términos de prize money si comparamos eventos ATP y WTA del mismo nivel. Sería buenísimo que en WTA se mejorara estas condiciones, pero también sabemos que esto es un negocio a veces incluso se mezcla lo político, pero todos los tenistas hacemos el mismo trabajo", fueron sus duras palabras.
Estas han tenido su continuidad con las declaraciones de Paula Badosa, exnúmero 2 del mundo, y Ons Jabeur, también exnúmero 2. Una tónica que parece hacerse cada vez más habitual y que no parará hasta que se equiparen en todos los torneos.
[El Masters 1000 de Roma da un nuevo paso hacia la igualdad: mismos premios para hombres y mujeres]
Una posible causa
Aún así, uno de los principales motivos por los que hay tal diferencia de premios entre mujeres y hombres es por el tipo de torneo. Para la categoría masculina, la presencia es obligatoria para las principales raquetas y solo se puede justificar su ausencia por lesión. En el cuadro femenino, no es así y son de libre elección como Dubái, Cincinnati, Wuhan o Canadá.
Por dicho motivo, al no ser obligatorio para las mejores raquetas femeninas del mundo acudir, el Masters 1000 de Roma no cuenta con una jugosa bolsa de premios que las pueda atraer. De hecho, Dubái, Cincinnati o Wuhan tampoco cuentan con unos premios similares, lo que explicaría esta enorme diferencia.
Solamente el de Wuhan, que cuenta con unos premios que superan los 8 millones de dólares, es capaz de atraer a las grandes raquetas. Esto se debe a que ha incrementado la bolsa de premios para evitar que la fuga a final de temporada sea masiva en las jugadoras y no disputen el último Masters 1000 del circuito femenino.
De hecho, el otro ejemplo es que hay en el circuito masculino en el del Masters 1000 de Montecarlo. Este es el único no obligatorio y, de ahí, que muchos tenistas decidan no presentarse, aunque los premios en el circuito masculino se mantienen muy similares.