La presente edición del ATP de Lyon está siendo muy movida por motivos extradeportivos. A las puertas del inicio del segundo Grand Slam de la temporada como es Roland Garros, los ánimos están caldeados entre algunos de los jugadores del circuito tal y como ha vuelto a quedar demostrado con el último episodio surrealista que se ha vivido en el mundo del tenis.
En esta ocasión el protagonista negativo de la jornada ha sido Mikael Ymer. El tenista sueco sacó lo más feo de su interior en pleno partido de los octavos de final contra el local Arthur Fils. Ymer no estuvo para nada de acuerdo con una decisión tomada por el juez de silla del partido y terminó pagando todo su cabreo con él, algo que requirió la intervención inmediata de los jueces del torneo.
Cuando el encuentro atravesaba un momento muy importante del primer set, con 5-5 en el marcador y saque para el tenista sueco, consideró que un golpe de Fils había sido malo. El bote, es cierto, fue extraño, pero los jueces de línea consideraron que la bola había entrado. Ymer, igualmente, golpeó después la pelota y mandó su tiro directamente fuera para darle ventaja a su rival.
El sueco, número 53 del mundo, pidió al juez de silla que bajara a revisar el bote de la pelota de Fils. El árbitro, sin embargo, no le concedió este deseo y se ciñó a la decisión de su juez de línea. Aquello encendió los ánimos de Ymer, que estuvo un buen rato discutiendo con el colegiado y pidiéndole que le enseñara la marca de la bola en la tierra batida.
Finalmente, el juego terminó cayendo del lado de Fils, que aprovechó la subida a la red de su rival para pasarle de manera magistral. El francés se puso 6-5 arriba y saque para llevarse el primer set, pero cuando los dos jugadores se marcharon a la silla para el descanso se desencadenó la terrible protesta del sueco.
Mikael Ymer soltó toda su ira de repente y lo pagó con el colegiado. Soltó varios raquetazos contra la silla del árbitro y reventó la raqueta en apenas un par de golpes ante el estupor del público y del propio colegiado.
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Esa conducta, al más puro estilo Nick Kyrgios, hizo que los comisarios del torneo irrumpieran en la pista para hablar directamente con el jugador. Uno de ellos, le explicó que su conducta era intolerable, algo que acogió de buen grado Ymer, y le comunicaron que estaba descalificado del torneo de manera inmediata. El sueco saludó a su rival cariñosamente y se despidió de la competición.
Un nuevo episodio lamentable en este ATP de Lyon que se suma al de la jornada anterior. En él, Fucsovics le recriminó a Báez que celebrara los puntos: "Gritas como una puta", le espetó en pleno partido.