El deporte a veces se caracteriza por la crudeza que tiene, ya sea justa o no. Eso fue lo que vivieron las dos tenistas Miyu Kato y Aldila Sutjiadi durante la disputa de un partido de dobles en los octavos de final de Roland Garros. Ambas fueron expulsadas de manera inmediata del torneo por culpa de un pelotazo involuntario.
Una recogepelotas recibió el impacto de la bola por parte de Kato, lo que provocó el adiós inmediato suyo y de su pareja al Grand Slam parisino. Esta fue la primera descalificación de la presente edición y ha demostrado que Roland Garros y el mundo del tenis se han mostrado muy inflexibles ante este tipo de situaciones.
"Me gustaría disculparme sinceramente con la recogepelotas, mi compañera Aldila y equipo y mis seguidores por el desafortunado percance de hoy. Fue completamente involuntario. Como resultado, Roland Garros me penaliza al perder el dinero del premio y los puntos. ¡Agradezco todo su continuo apoyo!", explicaba la jugadora japonesa reconociendo la dura sanción recibida.
Esto ha provocado que las dos jugadoras tengan que renunciar a los puntos ganados tras la victorias en sus primeros partidos de Roland Garros y tengan que decir adiós al montante económico. Es decir, dejarán de sumar a 43.000 euros a sus arcas, 21.500 para cada una, tras el incidente.
En un primer momento, Kato y Sutjiadi únicamente recibieron un 'warning' como castigo tras el impacto recibido por la joven. Sin embargo, la entrada en escena de un supervisor propició que las decimosextas cabezas de serie abandonasen de manera inmediata tras la decisión tomada, que fue comunicada por el juez de silla.
Esto facilitó la clasificación directa de la española Sara Sorribes y la checa Marie Bouzkova para los cuartos de final. En ese momento, la dupla se había llevado el primer set y estaba por detrás en el segundo, lo que hacía presagiar un partido igualado. Sin embargo, el golpe en el cuello a la recogepelotas hizo que todo se terminase precipitadamente.