A la ucraniana Elina Svitolina no le quedó más remedio que obtener una wild card para entrar en el sorteo de la actual edición de Wimbledon. En el pasado llegó a ser número tres del mundo, pero cayó más allá de las 1.000 primeras de la WTA, aunque por una razón especial: su maternidad. Ahora está protagonizando unas de las 'remontadas' más espectaculares que se recuerdan en el circuito femenino.

Este martes dio la campanada al vencer a Iga Swiatek, principal cabeza de serie del torneo y número uno del mundo. Fue una batalla que se fue a las 2 horas y 51 minutos y terminó 7-5, 6-7(5), 6-2 para Svitolina. Lógicamente, se hizo presa de la emoción y dejó un discurso que puso los pelos de punta a más de uno.

Svitolina dice que vivir un momento en el que su país está en guerra la ha hecho mucho más fuerte. También su experiencia como madre, junto a su marido y compañero de tenis Gaël Monfils, la ha cambiado como persona. Este jueves buscará el pase a la final de Wimbledon contra la checa Marketa Vondrousova.

[Rune, más que un 'bad boy': analizando el duelo contra Alcaraz que nació cuando tenían 12 años]

"Creo que la guerra me hizo más fuerte, también mentalmente", contó Svitolina. "Mentalmente ya no me tomo las situaciones difíciles como un desastre, ¿sabes? Hay cosas peores en la vida". Hace un mes ya logró alcanzar los cuartos de final de Roland Garros en su primer Grand Slam que disputaba desde su regreso.

"Estoy más tranquila", dijo. "Creo que también, porque hace poco comencé a jugar de nuevo, tengo diferentes presiones. Por supuesto, quiero ganar. Tengo esta motivación, una gran motivación, para volver a la cima. Pero creo que tener un hijo y la guerra me hicieron una persona diferente. Veo las cosas un poco diferente", explicó.

Swiatek, querida en Ucrania

En su camino hasta las semis de Wimbledon, Svitolina ha pasado por encima de cuatro campeonas de Grand Slam en cinco partidos: Venus Williams, Sofia Kenin, Victoria Azarenka y Swiatek. Se rindió a la polaca, su última rival, que desde que Rusia invadiera Ucrania ha condenado el conflicto.

"Fue un partido mucho más difícil, diría, porque ella es una gran persona, es una gran campeona", dijo. "Ha hecho mucho y sigue haciendo mucho por Ucrania. Realmente la admiramos en Ucrania. Cuando juegas contra una buena amiga, es difícil porque no quieres verla perder", resaltó tras el partido.

Swiatek y Svitolina se abrazan tras su partido en Wimbledon Reuters

Svitolina también recordó a su hija, nacida en octubre y de nombre Skäi: "Ella está con Gaël [Monfils] ahora mismo en casa. Estuve haciendo FaceTime con ella justo después del partido en realidad", dijo sobre la posibilidad de que vayan a verla a Wimbledon en la semifinales. "

Estaba distraída con su helado, así que yo no era la prioridad en ese momento. Ella todavía está en esta edad en la que no le importa si gano, si pierdo. Ella es feliz sola o, a veces, cuando vuelvo a casa, ella también es feliz", añadió sobre su hija. Madre y ucraniana, Svitolina persigue la historia en Wimbledon.